Los tránsitos de los planetas

Mercurio - Introducción

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Mercurio es sumamente importante y bastante peculiar en la astrología tradicional. Las energías de Mercurio describen cómo todo lo que transmite o recibe información se comunica, incluidos todos los seres vivos. Pero esa no es la parte peculiar. Mercurio es también el único de los planetas tradicionales que puede ser masculino o femenino, diurno o nocturno, o maléfico o benéfico. Los dos últimos términos necesitan alguna explicación. En sentido estricto, no existen factores que sean intrínsecamente maléficos o benéficos. Lo que hace que un factor en astrología parezca “benéfico” o “maléfico” es la manera y la medida en que aprendemos a manejar las energías implicadas, especialmente las de los planetas. Es nuestra conciencia, o la falta de ella, la que determina si cualquier factor astrológico funciona bien o mal para nosotros. Sin embargo, Mercurio es peculiar porque no posee una tendencia inherente en un sentido u otro.

La razón de ello es que Mercurio representa la energía de la transmisión de información. Las energías de Mercurio funcionan correctamente cuando la información que rige se transmite de la forma más perfecta posible, con poca o ninguna pérdida de señal. Las energías de Mercurio no funcionan bien cuando se distorsionan en el proceso de transmisión. Esto puede suceder de varias maneras, todas externas a las propias energías de Mercurio. Por sí mismas, estas energías no tienen nada que ver con que la información sea una buena noticia o una mala noticia. Lo mismo ocurre con el género de Mercurio, masculino o femenino, y con su secta, diurna o nocturna. Todo ello viene determinado por el entorno de Mercurio en los cielos o en una carta. No es algo intrínseco a Mercurio.

Entonces, ¿qué puede hacer que las energías de Mercurio funcionen mal? En primer lugar, si una energía que tiende a introducir distorsiones en el mensaje se adhiere a Mercurio, este transmitirá la información exactamente en la forma distorsionada que se le confió inicialmente. Las energías de otros planetas pueden afectar a Mercurio haciendo que la información sea confusa, difusa e incoherente. También existen energías que, al unirse a Mercurio, inhiben el flujo de información de tal modo que la señal es tan débil que no se recibe o se interpreta mal. No obstante, las energías de Mercurio cumplen una de las funciones más elevadas de todos los planetas. Son los transmisores del logos, que llevan la naturaleza de las formas, cualidades y modos de ser de un lugar del universo a otro, o de un momento a otro.

Cualidades de Mercurio

En lo que respecta a sus cualidades, Mercurio posee muy pocas propias. Puede describirse como algo húmedo porque conecta, y toda forma de conexión procede de lo Húmedo. Pero cuando la transmisión se vuelve demasiado “húmeda”, la señal se vuelve confusa e ininteligible. Por lo tanto, las energías de Mercurio solo pueden ser un poco Húmedas. Tiene algo de la cualidad de lo Caliente porque, si no tuviera energía propia, no podría transmitir. Piense en un teléfono cuando las líneas o las torres de telefonía móvil están caídas o cuando la batería está descargada. Como Mercurio tiene un poco de lo Húmedo y un poco de lo Caliente, es algo de la naturaleza del elemento Aire, el elemento al que a menudo se asigna a Mercurio. Sin embargo, su naturaleza aérea no es especialmente fuerte.

Polaridad

Como ya se ha indicado, Mercurio por sí mismo no es intensamente diurno ni nocturno. Su secta viene determinada por dos factores. Primero, qué planetas aspectan a Mercurio de cerca, sobre todo si el aspecto se está formando o aplicando. En ese caso, la secta del planeta al que Mercurio hace el aspecto determina también la secta de Mercurio. Segundo, si se eleva antes que el Sol por la mañana (diurno) o se pone después por la noche (nocturno). Con todo, sea cual sea el modo en que se determine la secta de Mercurio, su naturaleza sectaria no es muy importante.

Facilidad o dificultad para tratar con Mercurio

También, como ya se ha señalado, Mercurio por sí mismo no es ni fácil ni difícil, salvo en la medida en que forma combinaciones con otros planetas.

Función en la carta natal

Manifestaciones internas

Mercurio no es el planeta que rige la Mente, pero tiene mucho que ver con cómo funciona la Mente. Su función es lo que se conoce filosóficamente como “intelecto discursivo”. Es la capacidad de razonar de forma clara, lógica y precisa. Es también la capacidad de examinar la información y observar los hechos y, a partir de ellos, razonar hasta una conclusión que no es inmediatamente evidente en la información y los hechos originales. Del mismo modo, Mercurio no gobierna directamente la percepción y la conciencia; más bien se ocupa de la capacidad de utilizarlas. Hay personas que ven las cosas con gran claridad pero no tienen la capacidad de sacar conclusiones de lo que ven. Eso es una disfunción de las energías de Mercurio.

Mercurio no gobierna directamente la memoria, es decir, el almacenamiento de información. Pero tiene mucho que ver con la capacidad de recordar y utilizar la información almacenada previamente. De ello se deduce que Mercurio tiene mucho que ver con la capacidad de hablar, escribir y comunicarse de otras maneras. Existen configuraciones en las que Mercurio se ve perturbado de tal manera que, por muy brillante que sea una persona, por muy profundo que sea su entendimiento, esas personas no pueden comunicar su brillantez ni la profundidad de su pensamiento. Esto se confunde a menudo con la estupidez, pero es algo completamente distinto.

Manifestaciones externas

En el plano externo, Mercurio tiene mucho que ver con estar fuera de casa y participar en los asuntos del mundo. Por eso, las energías de Mercurio se relacionan con reuniones, conferencias, escribir cartas y correos electrónicos o trabajar con cualquier otra forma de comunicación. También se relacionan con el movimiento cotidiano. Los viajes o desplazamientos cortos, por ejemplo, que requieren ir de un lugar a otro dentro de un área relativamente pequeña, como ir de compras o desplazarse al trabajo, están significados por Mercurio.

El dios antiguo Mercurio era, entre otras cosas, un dios del comercio. Se puede ver esta conexión en que la primera sílaba de Mercurio se halla en la última de «comercio». La palabra «mercado» también deriva de Mercurio, al igual que la palabra «mercader». Así pues, Mercurio guarda una estrecha relación con el comercio y el trueque, así como con la compra y venta rutinarias.

Conviene decir algo sobre el tema de Mercurio retrógrado. Se trata de un movimiento aparente hacia atrás en el zodíaco que se produce una vez en cada ciclo de ochenta y ocho días de Mercurio alrededor del Sol, cuando Mercurio pasa entre la Tierra y el Sol. Esto hace que parezca que Mercurio se mueve hacia atrás, igual que cuando adelanta a otro coche en una autopista, el otro coche parece ir hacia atrás. El movimiento retrógrado también se produce con todos los planetas excepto el Sol y la Luna. Sin embargo, «Mercurio retrógrado» ha entrado en la cultura popular y se está convirtiendo rápidamente en una superstición astrológica. A menudo se describe como una época en la que nada funciona, todo lo que se hace es desafortunado y un momento en el que no se debería iniciar ningún proyecto nuevo. ¡Esto es tremendamente exagerado!

«Mercurio retrógrado» tiene algunos efectos. He aquí algunos ejemplos. Las negociaciones son más delicadas, ya que existe una mayor tendencia al malentendido. No obstante, esto puede compensarse haciendo un esfuerzo especial por ser claros en todas las comunicaciones. No es cierto que todo proyecto iniciado bajo Mercurio retrógrado vaya a fracasar. Mercurio estuvo retrógrado durante todo el periodo de finales de junio hasta mediados de julio de 1776, cuando se firmó la Declaración de Independencia. El efecto más evidente de aquel retrógrado fue que la revolución tardó unos siete años en triunfar. Algunos dicen que no se debe viajar mientras Mercurio está retrógrado. Si todo el mundo actuara según esta creencia cada vez que Mercurio estuviera retrógrado (lo que ocurre aproximadamente tres veces al año), habría tres periodos de veintidós días en los que absolutamente nada debería ni podría suceder.

Lo correcto es ser más cuidadoso al viajar mientras Mercurio está retrógrado. Si vuela, es mejor llevar solo equipaje de mano. No espere que se cumplan los horarios con tanta exactitud. Pero lo peor que puede ocurrir, un accidente de avión, no es más probable bajo Mercurio retrógrado que en cualquier otro momento.

Cualquier actividad que implique comunicaciones extremadamente precisas y honestas puede verse algo obstaculizada (observe la palabra «algo») durante Mercurio retrógrado. Las negociaciones muy importantes, los acuerdos o la firma de contratos tal vez convenga posponerlos hasta que Mercurio vuelva a estar directo, es decir, se mueva de nuevo hacia adelante en el zodíaco. Sin embargo, negociar con Mercurio retrógrado puede ser útil, siempre que no se llegue a una conclusión, porque las energías de Mercurio en retroceso suelen apoyar, e incluso exigir, repasar un proceso varias veces antes de hacerlo bien.

Cuando Mercurio está retrógrado, mucha gente teme celebrar conferencias y reuniones. No obstante, cuando Mercurio está retrógrado puede resultar útil para tales eventos, ya que indica que las personas repasarán la información una y otra vez hasta lograr una comprensión exacta. Podría ser mejor, sin embargo, que las negociaciones con el hotel, si son necesarias, se completen antes de que Mercurio se ponga retrógrado.