Virgen de Guadalupe
Astrología de un Símbolo Nacional
Luis Lesur
La Virgen de Guadalupe constituye el rostro femenino de la divinidad con más seguidores en el mundo occidental. Su santuario en la Ciudad de México recibe unos 20 millones de visitantes al año, muchos más que el de Fátima (en Portugal) o el de Lourdes (en Francia). Sólo la Basílica de San Pedro, en Roma, recibe más peregrinos de la tradición católica. La Virgen de Guadalupe está presente en el altar principal de la Catedral de San Patricio, en Nueva York (en el ala derecha), y en la Catedral de Nôtre Dame, en París, cuenta con su propia capilla. En México, origen de la Virgen de Guadalupe (1) y especialmente entre los millones de mexicanos que viven en los Estados Unidos, ella es – aún más que la bandera de México - el más amado emblema de la identidad nacional. Esto aplica aún a quienes no son católicos.
¿La astrología podría
ayudarnos a comprender qué fundamentos explican el amor que millones de
personas le manifiestan todos los días a la Virgen de Guadalupe? ¿Es
posible obtener un horóscopo con significados profundos a partir de una
leyenda? En la presente discusión, bosquejo algunas ideas extraídas de
mi libro: Los códigos secretos de la Virgen de Guadalupe (2).
La historia nos cuenta que justo unos años después de la conquista de México por España, la Virgen María se le apareció varias veces a Juan Diego, habitante autóctono, en la colina de Tepeyac. La primera vez fue antes del amanecer del 9 de diciembre de 1531, cuando le dijo que viera al Obispo de Zumárraga y le pidiera que construyera una capilla en su honor allí. El sacerdote le pidió pruebas a Juan Diego de la aparición. El 12 de diciembre, la tercera vez que la Virgen le habló a Juan Diego, le dijo que cortara algunas rosas como testimonio para Zumárraga. Cuando volvió a ver al Obispo, todos los presentes vieron que la tela que envolvía a las rosas se había transformado milagrosamente en un retrato de la Virgen. Esta imagen, así cuenta la Iglesia, es la misma que aún se muestra en la Basílica de Guadalupe.
Los historiadores han podido establecer que la pintura procede del trabajo del artista local Marcos Cipac, quien escribió la fecha: 1566. Por el otro lado, la narrativa del milagro fue publicada por primera vez alrededor de cien años después, en 1648. Y no existe evidencia sólida de que la leyenda haya sido conocida antes de esa fecha. Algunos especialistas sostienen que el relato es contemporáneo a la pintura, y que se tejió a partir de un drama religioso escrito en la época. Otros creen que la historia es aún más moderna, y argumentan que el lenguaje en el que está escrita (Náhuatl, lengua hablada por los Aztecas) no refleja la sintaxis que se utilizaba en el siglo XVI.
Si aceptamos que respecto de la Virgen subyacen una realidad histórica y un mito, la búsqueda de su horóscopo podría seguir cualquiera de estos dos caminos. Así, la primera aproximación sería factual: tratar de establecer – a través de documentos históricos - cuándo fue pintada la imagen y cuándo se publicó el relato; luego, elegir el más apropiado de ambos y deducir – con rectificaciones - la fecha exacta. La segunda aproximación sería la de tomar las fechas literarias y las claves presentes en la narrativa como puntos de partida para la rectificación. Me parece que ésto nos ofrece una oportunidad única para explorar la posibilidad de una fecha mitológica como un "momento astrológico", de modo que me inclino por la segunda opción.
Comencemos nuestra búsqueda a través del proceso ritual de rectificación que los astrólogos usamos para determinar la legitimidad de un horóscopo especulativo. El primer paso es elegir cuál de las cuatro apariciones es la más apropiada. Las dos fechas más significativas parecen ser el 9 de diciembre de 1531, la primera vez que Juan Diego habló con la Virgen (el "momento del nacimiento") ; y el 12 de diciembre de 1531, cuando la imagen se materializó en la tela que envolvía las rosas, también en sí mismo una "primera vez". La mayor diferencia entre estas dos fechas es la posición de la Luna (3). El 9, la Luna estaba en Capricornio y el 12, estaba en Acuario. Nosotros preferiríamos el primer emplazamiento, pues Capricornio ha estado tradicionalmente asociado con México. Resulta imposible encontrar una relación directa entre Acuario y los simbolismos de la Virgen, o los que son propios de este país.
Por otro lado, en la madrugada del 9 de diciembre, el Sol y la Luna formaron un antiscio (4) que podría ser una clave importante, veamos por qué: la Virgen de Guadalupe pertenece al género conocido como Vírgenes del Apocalipsis, puesto que la iconografía representativa de las vírgenes católicas se inspiran en el siguiente pasaje del Apocalipsis de San Juan (12,1-4):
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Y, estando encinta, clamaba con dolores de parto en la angustia del alumbramiento.
También apareció otro portento en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo, tan pronto como naciese.(5)
La combinación astrológica perfecta respecto de estas descripciones, hubiese sido una Luna Nueva o, aún mejor, un eclipse solar. Un libro no astrológico sobre la Virgen de Guadalupe (Eclipse del Sol Divino, escrito en México hacia el siglo XVIII) es concurrente con este punto de vista. A pesar de que ninguna fecha indicada en el texto corresponde a un eclipse ni a una Luna Nueva (6), en la madrugada del 9 de diciembre de 1531, es observable una configuración entre el Sol y la Luna: un antiscio, que se interpreta de una manera semejante a la conjunción. El 12 de diciembre, sin embargo, no existe ningún tipo de aspecto entre ambas luminarias.
Ya establecido el día 9 de diciembre de 1931 como el más apropiado, es necesario decidir la hora. La propia narrativa nos muestra que la búsqueda no debería alargarse más allá de la madrugada. El texto declara específicamente "mucho antes del amanecer", no "antes del amanecer". Este énfasis provee una nueva clave. Un campesino pobre en cualquier parte del mundo –lo mismo hoy, que hace siglos- inicia su día hacia las 3:00 a.m. y ha completado labores diversas antes de que salga el sol. Desde esta perspectiva, cualquier hora después de las 5:00 a.m. no es –en definitiva- muy temprano. Si basamos nuestro análisis en los ritmos que han regido la vida en el campo a través de la historia, podemos reducir nuestra investigación al par de horas existentes entre las 3:00 a.m. y las 5:00 a.m. Al usar estos parámetros, el Ascendente debe ser en Escorpio o en Sagitario. ¿Cómo podríamos decidir cuál de los dos? Detengámonos a considerar.
El Cerro del Tepeyac, donde ocurrieron las apariciones de la Virgen de Guadalupe, era un sitio sagrado para los Aztecas. Cihuacóatl –la mujer serpiente- era venerada en su advocación de Tonanzin, la Madre Tierra. En efecto, algunos consideran que la razón por la que la imagen fue hecha y mostrada en la capilla del Cerro del Tepeyac, fue la de neutralizar el culto a la Diosa Azteca que aún era venerada allí. Sin embargo, para consternación de los frailes, inicialmente no tuvo éxito y los nativos siguieron asociando a la Virgen de Guadalupe con la Diosa prehispánica durante mucho tiempo.
Ahora bien, entre las 12 labores de Hércules, una que se
asocia al signo de Escorpio, es la de haber confrontado a la Hidra, una
criatura con cuerpo de perro y nueve cabezas de serpiente, una de las
cuales era inmortal. Otro mito asociado a Escorpio es Medusa, la que
tiene cabello de serpientes. Si hay algún signo que recuerda a la Diosa
Cihuacóatl, es Escorpio. En este caso, incluso la sustitución de una
diosa femenina asociada con serpientes por otra deidad puramente
protectora, nos recuerda a Perseo quien, al rescatar a Danae –la
"madre buena"- pelea contra Medusa, "la madre mala".
Considero, a estas alturas, que contamos con un argumento convincente
para Escorpio como el signo del Ascendente, pero hay aún más (7).
Una de las características que distingue a la imagen de la Virgen de Guadalupe respecto de casi todas las restantes representaciones de la Virgen María, es su extraordinaria similitud con las partes externas de los genitales femeninos. Incluso, el manto que la cubre semeja los labios de la vagina. Estamos hablando del umbral que todos cruzamos para entrar en el mundo, tal como el artista Gustave Courbet nos hace recordar con su polémica pintura "Los orígenes del mundo". Como sabemos, Escorpio rige los genitales. Sin embargo, resulta valioso recordar que el astrólogo alemán Reinhold Ebertin asociaba distintas partes de la anatomía (humana) no sólo con los signos del zodiaco, sino con cada uno de los 360º (grados) de la rueda zodiacal. En concordancia con esta correlación, el grado que rige los genitales femeninos externos es 12º de Escorpio. Ese grado cruza el Ascendente entre las 3:12:53 y las 3:17:10 de la madrugada, dentro del rango que hemos establecido como posible. Si fundamos nuestro análisis – como lo hemos hecho hasta aquí- en la apariencia de la pintura con el fin de refinar el Ascendente, considero que hemos encontrado el grado exacto. Y aún podemos ser más precisos.
Durante los cuatro minutos cuando el 12º de
Escorpio estaba en el Ascendente, la hora planetaria cambió. La hora del
Sol terminó y se inició la de Venus a las 3:16 de la mañana. Erich
Neumann, en su libro clásico "La gran madre", nos dice que la
mandorla representa los genitales femeninos, un emblema de la diosa
Afrodita. Es obvio que la silueta de la Virgen de Guadalupe conforma una
mandorla perfecta. Las horas planetarias son atributos del Ascendente
(cambian según el movimiento primordial de la bóveda, lo que también
determina el Ascendente), de modo que colorean la apariencia de lo que
sea que se manifieste en ese momento. Como resultado, no tengo dudas de
que la Virgen de Guadalupe debe haberse aparecido a la hora de Venus:
unos segundos antes de las 3:16 a.m., el 9 de diciembre de 1531, en la
periferia de la Ciudad de México. Adicionalmente, con esta rectificación,
encontramos que los nodos lunares están cerca al punto medio entre el
Ascendente y el Medio Cielo. Parece apropiado que los nodos estén
relacionados con los ángulos de esta carta, puesto que son la cabeza y la
cola del dragón color de fuego que se encuentra ante la Virgen del
Apocalipsis en la bien conocida imagen de William Blake. Esta criatura
también aparece en las muy populares ilustraciones de la Virgen de
Guadalupe. Por último, me gustaría mencionar que a las 3:16 a.m. del 9 de
diciembre de 1531, un observador en el Cerro del Tepeyac hubiera visto al
este, la última de las estrellas de la Constelación de Virgo –La Virgen-
perfectamente de pie, encima del horizonte.(8)
Sé que mi rectificación resulta poco convencional de alguna manera, pues se basa sólo en la leyenda y en la apariencia de la pintura. Para llevar a cabo una rectificación basada en eventos – como se hace comúnmente- tendríamos que saber exactamente la naturaleza de aquello respecto de lo cual dibujamos un horóscopo. Si estamos hablando de la aparición milagrosa de la Virgen, resulta difícil saber con quién o qué tratamos, de modo que no hay modo de saber de antemano cuáles son los eventos relevantes.
En este caso en particular, sin embargo, habiendo ya establecido un horóscopo, pienso que éste puede darnos claves importantes para entender – al menos en parte - la naturaleza de lo que nació en ese momento. Comencemos con el Sol y la Luna. El primero se encuentra en Sagitario, que nos recuerda que es el signo asignado a España y a Portugal, al menos desde los tiempos Ptoloméicos. Siguiendo esta línea de pensamiento, resulta interesante que, cuando los habitantes de México vieron las tropas de Hernán Cortés por vez primera, supusieron que los jinetes y sus caballos eran una sola criatura monstruosa. Incluso, existe una famosa pintura de David Alfaro Siqueiros (con quien estudió Jackson Pollock) que representa a esta poderosa, aunque herida, bestia. La pintura se titula "El centauro de la conquista".
El
astrólogo, ingeniero e impresor Henrico Martínez, nacido en Alemania,
publicó el primer trabajo astrológico del Nuevo Mundo en 1606 (9). En su libro, trató, entre otras cosas,
de establecer el signo zodiacal de México. Puesto que no le era posible
seguir criterios que habían sido usados en el pasado para la cuenca
mediterránea y para Europa, decidió tomar como punto de inicio el
horóscopo de la Creación del Mundo. Él lo ubicó en Damasco, con Cáncer en
el Ascendente. Martínez acomodó este mapa a las coordenadas de la Ciudad
de México y concluyó que el signo de México era Capricornio (10).
Un teólogo Novohispano – sin pretensiones astrológicas - escribió al final del siglo XVII que "en la Virgen de Guadalupe, se reúnen el Sol español y la Luna mexicana", precisamente lo que es cierto en este horóscopo: el Sol en el signo de España, en antiscio respecto de la Luna, ubicada en el signo de México. El matrimonio – reconocidamente forzado - entre dos culturas radicalmente distintas, produjo algo nuevo: el mestizaje, la mezcla de razas. De todos los signos del zodiaco, hay sólo dos que representan la unión de criaturas de naturaleza diferente: el mitad humano mitad caballo – Sagitario - y el mitad cabra mitad pez: Capricornio. Una de las características que distingue a la conquista de México de otras conquistas – incluso en América - es precisamente cuán generalizado está el mestizaje. En México – como en ningún otro lugar del mundo - hay pocos habitantes con sangre pura, ya sea europea o prehispánica. Un vistante observador se dará cuenta de que, aún cuando México cuenta con muchas facetas occidentales – que incluyen al lenguaje - no es realmente Occidente: es una mezcla, una intersección, una mandorla.
Una de las características obvias en este horóscopo es la "T" cuadrada entre Venus, conjunción el Sol y la Luna, en oposición a Saturno, todos ellos en cuadratura a Neptuno y Quirón, y al Nodo Sur en Piscis. El contacto más cercano a esta configuración es una cuadratura con sólo 6 minutos de orbe entre Saturno y Neptuno. Y el aspecto se hizo exacto al día siguiente. Por la sorpresiva adecuación de las descripciones, me gustaría citar lo que han dicho dos astrólogos acerca de los contactos entre estos dos planetas: Liz Greene afirmó: "Forma y Sin-forma colisionan, chocan, con el fin de crear el regalo de encarnar la visión, o bien para rehusar el nacimiento psicológico" (11). Charles Harvey escribió: "Saturno-Neptuno es el proceso de 'materializar el espíritu y espiritualizar la materia'" y también "El Padre Nuestro es la oración que impulsa al alma aspirante a adecuar la Tierra a la voluntad de los Cielos"(12). Me parece que esta descripción capta, de un modo sorprendentemente literal, lo que ocurrió a Juan Diego, según el mito, a los pies del Cerro del Tepeyac en diciembre de 1531.
Pero la pregunta permanece: ¿Qué fue lo que realmente sucedió en diciembre de 1531? Tratemos de responderla, observando lo que ocurría en el momento semilla, la última vez que Saturno y Neptuno estuvieron juntos. La conjunción tuvo lugar en dos ocasiones, en 1923 y a inicios de 1524 y, durante el último pasaje, Júpiter se les unió (13). Quizá, el evento más relevante que tuvo lugar en México en ese tiempo, fue el arribo de los primeros sacerdotes evangelizadores. Hasta ese momento, la conquista de México, que comenzó unos años antes, implicó muerte, destrucción y pillaje, en su mayor parte. La llegada de estos monjes fue el primer gesto de un intento por reconciliar Europa y (en ese entonces) el mortalmente herido Nuevo Mundo. Ocho años después, desciende una imagen que inspira colectivamente, que intenta conformar lo terrenal con lo celestial, espiritualizando la materia y materializando el espíritu. De esta manera, la mandorla Guadalupana de rosas radiantes está justo en la intersección de dos mundos. La única posible reconciliación luego de la conquista, fue que víctima y victimario se volvieran idénticos al encarnar un nuevo linaje: los mestizos. La conformidad al perfecto orden celestial ha sido siempre el modo más poderoso para adquirir legitimidad política y social.
En la parte inferior de la pintura de la Virgen de Guadalupe, sosteniéndola, tenemos "almas susurrantes, en forma de querubines, procurando manifestarse", que es el Símbolo Sabiano del 14º de Leo (14), en el Medio Cielo de esta carta astrológica. Lo que esas almas susurrantes gradualmente llevan a la forma, es lo que el Querubín sostiene arriba de su cabeza: el cuerpo de una nueva nación.
Este artículo no asegura otorgar una interpretación profunda de esta carta, aunque no puedo resistirme a mencionar lo siguiente: cualquier practicante de astrología psicológica que encuentre al Sol en cuadratura perfecta con Saturno, Neptuno y Quirón, sospecharía de una figura de padre ausente y difícil. En este caso, el astrólogo no estaría en un error. En México, un país lleno de monumentos y héroes, no existe una estatua de Cortés. No hay calles que lleven su nombre, ni sitio alguno en el que se recuerde su nombre. Él, simplemente no aparece.
Me gustaría terminar con algnos tránsitos y progresiones de esta carta: cuando ocurrió la Guerra de Independencia de México, que comenzó el 15 de septiembre de 1810, Urano estaba a un grado del Ascendente de este horóscopo y el antiscio con Quirón estaba en el mismo minuto. Cuando finalmente se obtuvo la independencia, el 28 de septiembre de 1821, había una conjunción entre Urano y Neptuno en el medio punto Sol/Luna natal , y Plutón estaba en conjunción con el Quirón natal en otra esquina de la T cuadrada. Cuando se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, el 2 de febrero de 1848 – que hizo oficial la pérdida de la mitad de su territorio a manos de los Estados Unidos - el Descendente y el IC estuvieron a unos minutos del Saturno y Neptuno natales, respectivamente. Cuando comenzó la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre de 1910, Plutón en tránsito activó esta misma configuración, nuevamente (una cuadratura a un minuto de arco de Quirón). Durante la masacre de cientos de estudiantes en la Ciudad de México, el 2 de octubre de 1968, Plutón estaba en el punto vacío de la T cuadrada. El 19 de septiembre de 1985 – cuando murieron unas 20 mil personas en el temblor de la Ciudad de México - el Sol en tránsito (26º34'Virgo), el Sol progresado (26º05'Piscis), y el Sol natal (26º39'Sagitario) conformaron una T cuadrada extremadamente estrecha y rara. También, en ese momento, el MC por arco solar estaba a 10 minutos de la conjunción con el Ascendente natal. En esa fecha, el Ascendente natal (en longitud de arco Naibod) estaba a 9 minutos de arco de la conjunción con el Plutón natal. La difícil situación este año con la elección presidencial, nunca había ocurrido antes, y coincide con Plutón en Sagitario, tocando la T cuadrada mudable. Desde los inicios del 2005 y durante algunos años por venir, Plutón estará en la zona de signos mudables, que conforma la principal configuración de esta carta propuesta para la Virgen de Guadalupe: su T cuadrada. En ocasiones anteriores, esto ha coincidido con grandes cambios en las estructuras política y social de México. Es razonable esperar algo similar en esta ocasión.
Este artículo fue adaptado para una audiencia internacional a partir del libro: Las Claves Ocultas de la Virgen de Guadalupe (The Secret Codes to the Virgin of Guadalupe), de Luis Lesur, que ha sido publicado en español, en México, en el 2005, por la editorial Random House Mondadori. Este artículo fue traducido del Español por Bárbara Kastelein; y la astróloga Lynn Bell hizo también algunos comentarios al manuscrito en inglés.
Datos de la carta
Virgin of Guadalupe, December 9,
1531 OS; 3:16 a.m. LMT; Mexico City, Mexico.
Referencias y notas:
- Toma su nombre de una Virgen española cuyas apariciones también ocurrieron en montañas, en las de Villuercas, Extremadura, en 1322. Se le apareció a un campesino, llamado Gil Cordero.
- Las Claves Secretas de la Virgen de Guadalupe, por Luis Lesur, Random House Mondadori, 2005. También fue publicado por Plaza & Janés. Está presente en Google Libros.
- Según el Calendario Juliano – usado en aquellos tiempos - el 12 de diciembre de 1531, a las 10:40 a.m., el Sol entró en Capriconio. Sin embargo, el momento del ingreso es demasiado tarde, si seguimos la narrativa, palabra por palabra.
- El origen de la palabra antiscia – plural de antiscio - parece residir en el Paleolítico y se relaciona con la observación de los solsticios. El punto en el horizonte donde el Sol asciende en dos fechas equidistantes respecto de los solsticios, se llama antiscio. Los puntos en el zodiaco que son equidistantes del eje Cáncer/Capricornio, forman un antiscio entre sí.
-
La cita – en inglés - procede de la Biblia del
rey Jaime – también conocida como Biblia del rey Jacobo - que inspiró a
William Blake para pintar "El Gran Dragón Rojo". La cita en
español es una traducción, parte de este mismo texto.
Nota de la traductora a este pie de página: Puesto que esta versión de la Biblia procede de uno de los más grandes sismas de la Iglesia Católica, que dieron origen a las religiones llamadas protestantes. Por ello – puesto que la tradición hispanoparlante tiende más al catolicismo - no resulta sencillo encontrar una versión on-line libre y autorizada digna de crédito (en términos de los permisos de publicación por alguna autoridad competente, para otorgar seriedad, compromiso y seguridad). - El 10 de septiembre de 1531 hubo un eclipse solar que hizo cuadratura al Sol el 09 de diciembre (a unos 7 minutos de arco). La Luna Llena anterior fue el 8 de diciembre, alrededor del medio día.
- El astrólogo novohispano Henrico Martínez asociaba la Constelación de Pegaso con México, a inicios del siglo XVII. Desde entonces – y especialmente durante la Época Colonial - la historia de Perseo, Medusa y Pegaso, han sido interpretadas para uso político. Por ejemplo, Perseo era España. Medusa, los Aztecas, con sus sacrificios humanos; y Pegaso, el periodo Virreynal, que surgió de la conquista
- Según el programa para computadora "Starry Night" (paquete completo de espacio y astronomía).
- Se llamaba Reporte de los Tiempos, y fue publicado nuevamente por la Secretaría de Educación Pública, en 1958.
- He consultado con varios expertos en astrología clásica y me han dicho que la relocación de Martínez califica como la primera en su tipo.
- Liz Greene, El Neptuno astrológico y la misión de la Redención. Samuel Weiser, 1966, p. 435.
- Charles Harvey. Ánima Mundi: la astrología de lo individual y de lo colectivo. CPA Press, 2002. P. 166.
- Las conjunciones entre Júpiter, Saturno y Neptuno tienen lugar cada 179-180 años, y se relacionan probablemente con el nacimiento de nuevos ideales religiosos. Durante febrero 13-14 de 1524, seis de los planetas visibles – igual que Neptuno - estaban en Piscis. Las ideas de Martín Luther King viajaban velozmente, sólo 7 años después de sus 95, fueron propuestas. Basados en estas conjunciones, los astrógos de la época predijeron grandes inundaciones, que no ocurrieron.
- Tomado de "Astrología de la Personalidad"de Dane Rudhyar. Aurora Press, 1991. P. 286.
Bibliografía
Campion, Nicholas. El Libro Mundial de los Horóscopos. Cinnabar Books, 1995.
Cornelius, Geoffrey. El Momento de la Astrología: el orgien de la Adivinación. Arkana. 1984.
Greene, Liz. La Astrología del Destino. Samuel Weiser. 1984.
© 2006 Luis Lesur/ Astrólogo de la Montaña/ Astrodienst – todos los derechos reservados.
Luis Lesur fue un astrólogo con más de 3 mil clientes en más de 10 países, reconocido como maestro por muchos jóvenes astrólogos mexicanos. Publicó dos libros en la editorial Random House. Su legado astrológico combina técnicas clásicas con la astrología de la segunda mitad del siglo XX. Segúnr él, Liz Greene no es menos importante que Guido Bonatti. Él creía que no existe una sola astrología, una que sea real, única. Creía que por fortuna, existen muchas. Vivió en la Ciudad de México con su esposa Bárbara y con sus hijos, Sofía y Daniel. QEPD.
Traducción: Rocío Incera
Posiciones actuales de los planetas
14-Dic-2025, 08:02
TU/GMT
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| Sol | 22 | 34'34" | 23s14 | ||
| Luna | 20 | 9'38" | 10s42 | ||
| Mercurio | 3 | 2'43" | 19s11 | ||
| Venus | 16 | 58'18" | 22s37 | ||
| Marte | 29 | 15'40" | 24s12 | ||
| Júpiter | 23 | 26'12"r | 21n36 | ||
| Saturno | 25 | 23'31" | 3s58 | ||
| Urano | 28 | 31'36"r | 19n38 | ||
| Neptuno | 29 | 22'37" | 1s29 | ||
| Plutón | 2 | 13'12" | 23s20 | ||
| Nodo real | 13 | 0'30"r | 6s41 | ||
| Quirón | 22 | 46'23"r | 9n21 | ||
| Explicaciones de los símbolos | |||||
| Carta del momento | |||||

