Los tránsitos de los planetas
Efectos de la Luna en tránsito
Por Robert Hand
Interior
La astrología tradicional —puede sorprender al lector— consideraba a la Luna el planeta más importante, y no al Sol. Esto puede parecer extraño a los astrólogos modernos, acostumbrados a considerar más relevantes a los planetas de movimiento lento. Es cierto que los tránsitos de los planetas lentos duran mucho tiempo. Pero también es cierto que los desplazamientos diarios de la Luna se relacionan estrechamente con que un día o una hora sean buenos, malos o neutros, positivos o negativos, y con el tono emocional de la jornada. Es verdad que los tránsitos de la Luna, por sí solos, no señalan períodos de crisis vital significativa. Sin embargo, cuando hay una crisis importante, los tránsitos lunares cobran gran relevancia y pueden indicar los días en que se producen los acontecimientos emocionales o externos más críticos.
A medida que la Luna avanza por las casas de la carta natal, dirige la atención hacia los asuntos de esa casa; ni de manera buena ni mala, sino de un modo que exige que prestemos atención. No obstante, como la Luna actúa a un nivel inconsciente, las actitudes no examinadas que uno pueda tener respecto a los asuntos de esa casa pueden resultar problemáticas mientras dura el tránsito. Por ello, aunque el paso de la Luna por una casa no sea necesariamente difícil, conviene observar con cuidado los asuntos correspondientes.
A medida que la Luna en tránsito recorre el zodiaco, realiza todos los tránsitos posibles a cada punto del mapa. Estos tránsitos indican cambios rápidos de ánimo y sentimiento, así como la llegada o desaparición de emociones intensas. Es importante observar que la Luna en tránsito, por sí misma, no le dice nada sobre la naturaleza de esos cambios, aunque el estado y la posición de la Luna natal pueden aportar mucha información, pues la situación de su Luna natal gobierna la manera en que la Luna en tránsito le afecta.
La Luna en el nivel personal
La Luna es el primer planeta del Orden Caldeo ascendente, es decir, desde la esfera lunar hasta la esfera de Saturno. Por ello, la Luna es el más personal de los planetas personales. Sus significados están tan ligados a la encarnación en el universo físico que la Luna dice más sobre la naturaleza intrínseca de su ser en el mundo, incluido el aspecto más fundamental del ego que provoca su experiencia de sentirse un individuo separado y aislado dentro del plano material.
La Luna también representa todos los aspectos de su vida, internos y externos, que son más personales y privados. En consecuencia, la energía lunar se encuentra plenamente a gusto en el nivel personal. Además, en la mayoría de los casos, las energías de la Luna son benévolas cuando actúan en este nivel. Por lo tanto, salvo la ilusión espiritual básica de separación que la Luna suele reforzar, no hay nada que deba hacerse para «mejorar» el funcionamiento de la energía lunar en el ámbito personal, salvo, quizá, superar los posibles fallos que se produzcan en su psique y que puedan estar señalados por combinaciones difíciles que la Luna forme con otros puntos y planetas en la carta natal.
La Luna en el nivel interpersonal
En el nivel interpersonal, y de nuevo según la situación de la Luna en la carta natal, la energía lunar también resulta benévola, pues representa todas las relaciones e interacciones que funcionan bien sin que usted tenga que pensar demasiado en ellas. Entre ellas se hallan los vínculos familiares y las amistades verdaderas. Esto no significa que estas relaciones no puedan funcionar de forma consciente; significa que no siempre es necesario. Contraste esto con las relaciones recién creadas, en las que usted debe estar continuamente consciente de la impresión que causa en la otra persona.
En tales vínculos, todavía no se ha establecido la sensación de seguridad y fiabilidad en la que se puede confiar sin tener que pensar mucho. En las relaciones que perdurarán, esa sensación de seguridad y confianza terminará integrándose en la relación.
Existen, por supuesto, relaciones interpersonales estrechas, tanto familiares como de amistad, que funcionan bastante mal debido a hábitos formados en la infancia o al inicio del vínculo. En ellas usted es consciente de la incomodidad y la dificultad, aunque quizá no sepa por qué. Si está dispuesto a abandonar esos patrones y a ver las cosas como son, estas relaciones pueden sanarse.
Además, en este nivel, la Luna representa todas las relaciones con grupos o clases cuya percepción está fuertemente gobernada por actitudes formadas en la infancia o surgidas por presión de pares. En otras palabras, la Luna describe todos los vínculos basados en el prejuicio, en los que usted no se ha permitido experimentar a las personas de esos grupos como individuos.
La Luna en el nivel trascendente
Existe poca literatura astrológica que describa la energía de la Luna actuando en el nivel trascendente. Sin embargo, resulta interesante señalar que la Luna es la esfera planetaria más baja antes de llegar a la esfera de los elementos de la propia Tierra. En consecuencia, su manifestación más elevada es la de representar a la naturaleza misma en todos los niveles, no solo físico sino también espiritual.
Muchos sistemas de filosofía religiosa consideran que la energía lunar, en su nivel más alto, constituye nuestra experiencia personal del Alma del Mundo, el principio según el cual toda la naturaleza se compone de energía viviente: cada quantum, cada átomo y cada conjunto integrado formado por partes superiores posee una forma de conciencia, y dicha conciencia es una expresión directa de aquello que ha creado —o, con mayor exactitud, está creando— este mundo. Es un proceso continuo.
Esta es una de las razones por las cuales la Luna, al igual que Neptuno y Urano, puede asociarse con facultades psíquicas y otras capacidades paranormales. Dichas facultades representan un nivel en el que el individuo está en contacto directo con el Alma del Mundo, o, en latín, la Anima Mundi. Así, la Luna encarna el principio de «lo último será lo primero y lo primero será lo último».
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Acerca de Robert Hand
Robert Hand es uno de los astrólogos más conocidos y prestigiosos del mundo. Tiene un especial interés en las dimensiones filosóficas de la astrología y está muy dedicado a la programación informática. Actualmente trabaja en Arhat Media como editor, traductor y editor de antiguos escritos astrológicos. Rob Hand vive en Las Vegas, Nevada, EE. UU.
Rob se graduó con honores en historia en la Universidad de Brandeis y realizó estudios de posgrado en Historia de la Ciencia en Princeton. Comenzó a ejercer la astrología en 1972 y, a medida que tuvo éxito, empezó a viajar por todo el mundo como astrólogo profesional a tiempo completo. En 2013, la Universidad Católica de América le otorgó el título de doctor en filosofía (Ph. D.).
Robert Hand, autor en Astrodienst
Tránsitos del Año, informe de horóscopo basado en sus tránsitos personales
Horóscopos de Robert Hand en la Tienda Astro
(Fuente de la imagen: Wikipedia, © CC 3.0)
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