EcoAstrologia - Integrando la Conciencia Personal y Planetaria
por Vanesa Maiorana and Alejandro Christian Luna
EcoAstrologia. Astrología para el florecimiento del yo ecológico,
Vanesa Maiorana, Alejandro Christian Luna
AstroHología ediciones
Disponible en amazon.com
La Carta Natal es la herramienta que usamos para trabajar “con nosotros mismos”, para “comprendernos más”, para sentir más plenitud “interior” mediante el reconocimiento de las luces y sombras, y los potenciales. Esta manera de hacer Astrología, centrando la atención en el “quién soy, cómo me vinculo, cuáles son mis potenciales y limitaciones” es absolutamente necesaria. Sin embargo, ya no es suficiente.
El trabajo interior es fundamental para el desarrollo de vínculos sanos con los otros, con el entorno y con la vida. El proceso personal debe integrarse al proceso global, que es colectivo. Nadie tiene control sobre él en forma individual ni nadie es totalmente responsable de los efectos a nivel colectivo. Sin embargo, sin la responsabilidad individual con conciencia global, el sistema terrestre ya no puede volver a un equilibrio natural.
La Astrología holística considera al Ser como un sistema en sí mismo, y a la vez parte de un sistema mayor. Desde este punto de vista, uno puede estudiar al Ser como un conjunto de partes interrelacionadas, que están inmersas en un entorno que cambia constantemente. El sistema se adapta al entorno, y consigue estabilidad a través del fortalecimiento y sanación de las relaciones entre las partes que lo componen.
La Astrología holística nos permite comprender las dinámicas inconscientes y los comportamientos más complejos que experimentamos como humanos, como mamíferos y como seres vivos. Creemos que no hay otro saber tan potente como la Astrología para la comprensión de los patrones, las estructuras y los procesos evolutivos. Su núcleo es profundamente ecológico, planetario y hasta cósmico. Por eso creemos que ella nos puede guiar tanto en el proceso de integración individual (integridad, plenitud), como a nivel colectivo.
La Astrología nos permite vislumbrar los patrones destructivos en los que estamos inmersos, nos da claves para empoderarnos y regenerarnos, sincrónicamente con el restablecimiento de los ecosistemas que habitamos. Hacia adentro y hacia afuera, en forma individual y colectiva, cada uno de nosotros puede hacer un aporte. En definitiva, no nos queda otra posibilidad. No es impotencia, es dejar de pedir a los otros que nos resuelvan los problemas o dejar que se resuelvan en el futuro. Es tiempo de realizar acciones genuinas y poderosas, porque lo que está en juego es la vida en la Tierra.
El yo ecológico (término acuñado por Arne Naess y Joanna Macy) nos invita a ampliar los bordes del yo, incluir a los demás seres vivos, el entorno en el que vivimos y al planeta como una inteligencia viva y amorosa. La vivencia desde el yo ecológico requiere no sólo considerarnos mentalmente más allá de los límites de la piel, sino “actuar” desde esa conciencia. Proponemos un método concreto que utiliza las energías del Zodiaco para el despliegue consciente del yo ecológico, entrenando la autoobservación y proponiendo acciones coherentes para actuar en el mundo.
Los diez principios de la EcoAstrología
A partir de los principios de la Astrología holística, la ecología profunda, la permacultura y la teoría general de sistemas, hemos desarrollado las bases de lo que, audazmente, consideramos el enfoque de la EcoAstrología. Desde estas premisas, y con un desarrollo práctico sobre cómo abordar la Carta Natal, creemos que la Astrología es el conocimiento que mejor acompaña el proceso que puede hacernos seres humanos más conscientes y ecológicos.
El trabajo con la Carta Natal desde este enfoque, nos ofrece la posibilidad de asumir el impacto que producimos en el entorno, mientras buscamos la autorrealización. No hay realización posible si nuestros objetivos producen daño a los demás. No es posible alcanzar una consciencia espiritual si nuestras acciones son ciegas e inconscientes en relación a la naturaleza. Por eso, proponemos una práctica astrológica que profundice cada vez más en las relaciones entre nosotros y el mundo, entre el consultante y su mundo. No hay un planeta B, hay uno sólo en el cual estamos todos imbricados. Las acciones de cada uno, afectan a todos los demás.
Para profundizar en el encuentro entre Astrología y ecología es necesario hacer explícita la lógica que nos permita trazar correlaciones válidas. En ambos casos estamos tratando con sistemas, y la teoría de sistemas es fundamento y testimonio de esta alianza. Creemos también que si los seres humanos no despertamos a una conciencia más ecológica gracias a la cual podamos honrar, respetar y celebrar el valor que tiene la diversidad y la unidad entre los seres vivos y sus ecosistemas, estamos perdidos como individuos y como especie.
A continuación, presentamos los diez principios generales que hemos definido como marco general de esta relación.
1. Hay una correspondencia entre el “adentro” y el “afuera”, entre el individuo y su entorno.
El Kybalión es un libro editado en 1908 que resume las enseñanzas de la filosofía hermética. En él se exploran los axiomas del hermetismo, el segundo de los cuales es el principio de correspondencia que reza: “como es arriba es abajo; como es abajo es arriba”.
Esta correspondencia que vincula el macrocosmos y el microcosmos se complementa y actualiza con otro principio: “Como es adentro, es afuera”, indicando que el estado interno de un organismo o sistema, es un reflejo del estado externo que rodea a ese organismo o sistema.
Los fundamentos de la Astrología moderna se apoyan en el axioma “como es arriba es abajo; como es adentro es afuera”. Esta proposición articula dos tipos de órdenes diferentes, uno es el que proviene de los patrones de los movimientos planetarios (arriba) y lo que acontece en la Tierra (abajo); el otro es lo ocurre en el nivel energético-psíquico de un ser humano (adentro) y lo que rodea a esa persona respecto a sus vínculos y experiencias de destino (afuera).
En este sentido existe un orden co-creativo, sincrónico y matemático entre los movimientos planetarios y el estado de consciencia de cada ser. Esto es lo que explora la Astrología y el estudio de la Carta Natal.
El biólogo chileno Humberto Maturana decía que todo ser vivo opera como una totalidad integrada en la unidad ecológica organismo-nicho en que realiza su vivir como unidad discreta. Según él, todo lo que ocurre en nosotros como seres vivos en nuestra dinámica interna, y todo lo que ocurre con nosotros en nuestra dinámica relacional, ocurre para la realización de nuestro vivir. Sólo podemos existir como organismos en vínculo en el nicho ecológico que nos hace posibles.
Desde el punto de vista individual, todo lo que le ocurra a una persona es un reflejo de su estado energético interior; desde el punto de vista colectivo lo que ocurre en una comunidad es un reflejo de un estado psíquico general. En ecología, el estado de un organismo refleja el estado del nicho ecológico del que forma parte.
Para un individuo con conciencia adentro-afuera, el destino es su espejo. Pero este espejo no es literal sino simbólico. Sería perverso concluir que, si el destino trae un abuso, una violación o una enfermedad grave, eso es porque la persona es abusadora o violadora o enferma.
Toda Carta implica un potencial energético que puede manifestarse de diferentes maneras, y tales manifestaciones -no nos importa repetirlo una y otra vez-son impredecibles. Si el espejo del destino refleja algún tipo de abuso, por ejemplo, es muestra de madurez psíquica que el individuo pueda darle un significado, para que ese hecho traumático pueda sentirse congruente con la aceptación total de lo que se es. Sabemos que esto es extremadamente delicado y difícil de hacer.
2. Hay un paralelismo entre la ecología y la Astrología holística como formas de comprender la realidad. Ambas se fundamentan en la teoría general de sistemas.
La ecología es una rama de la biología que estudia las relaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno; es una biología de los ecosistemas. Los ecosistemas están compuestos de partes que interactúan dinámicamente entre ellas: organismos, comunidades y ambiente. La ecología es un campo interdisciplinario que incluye a la biología y otras ciencias.
La Astrología holística da significado a las relaciones que se producen (en varios niveles) entre los movimientos planetarios y los entes individuales o colectivos de la Tierra. Estos niveles incluyen lo físico, lo biológico, lo psíquico (emocional-mental), lo arquetípico y lo vibratorio. La Astrología holística trabaja con Cartas Natales individuales en relación con los vínculos y el entorno.
La teoría general de sistemas trata del estudio interdisciplinario acerca de los principios que se aplican a los sistemas en cualquier nivel y en todos los campos de investigación. La palabra sistema deriva del verbo griego sunistánai, que significa “causar una unión”; por eso en la palabra misma anida una percepción unificadora.
El objetivo de la teoría de sistemas es el descubrimiento de las dinámicas, restricciones y condiciones de un sistema, así como de propósitos, medidas, métodos y herramientas que puedan ser aplicados a los sistemas en cualquier campo y en algunos casos, optimizar resultados.
La teoría de sistemas es el marco teórico donde se produce el acoplamiento entre ecología y Astrología, en un enfoque realista y práctico que revela la necesidad de armonía, equilibrio y optimización de la energía de los procesos, haciendo que la parte tome conciencia del todo y que actúe en consecuencia.
3. Todo sistema busca la homeostasis y la resiliencia.
Homeostasis es una palabra de origen griego formada por hómoios (similar) y stásis (estabilidad). Refiere a la autorregulación energética que poseen los organismos vivos para mantener su estabilidad interna respecto a los cambios producidos por agentes externos. Por ejemplo, la regulación de la temperatura corporal o el balance de acidez y alcalinidad.
El concepto de homeostasis aplicado a la dimensión psicológica significa mantener o restablecer el equilibrio interno a partir de la satisfacción de las necesidades. Cuando no están satisfechas, se produce un desequilibrio. El individuo busca alcanzar el equilibrio bio-psíquico a través de conductas que le permitan satisfacer dichas necesidades.
Resiliencia es un término que se toma de la física, se refiere a la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar su situación inicial o su forma original. Por ejemplo, un arco que se dobla para lanzar una flecha, un almohadón después de una presión o las columnas de hormigón armado de los puentes y rascacielos.
Cuando un individuo o grupo es capaz de manifestar resiliencia, puede sobreponerse a los traumas e incluso resultar fortalecido por estos. El concepto de resiliencia puede corresponderse con el término “entereza”, que es la capacidad de afrontar un problema o dificultad con serenidad y fortaleza y doblegar a la adversidad.
Desde el punto de vista de la Astrología, la Carta Natal es en sí misma un mapa o un código que simboliza un sistema energético singularizado y completo. El Ser en su totalidad, busca la homeostasis como lo hace cualquier sistema. El individuo, sin embargo, muchas veces no es consciente de todas sus partes y proyecta en el entorno aquellas que no reconoce como propias. El sistema en su totalidad (el individuo más el entorno) interactúan dinámicamente, buscando el equilibrio. El Ser busca expresar todas sus partes y estar en armonía. Con el estudio de la Carta Natal procuramos hacer consciente la búsqueda de homeostasis, aceptando la información que proviene del entorno como una manifestación de esta búsqueda. Así, por ejemplo, si una persona tiene un personaje saturnino y otro uraniano, y sólo se identifica con el saturnino (buscando la estabilidad, identificándose con la estructura y evitando los cambios), el uraniano se presentará en forma de experiencias o vínculos de destino (personas que le obligan a romper estructuras, situaciones que le obligan a cambiar y actualizarse, y necesidad de alterar los planes o metas). El Ser, en interacción con el entorno, encuentra la homeostasis.
El concepto de resiliencia también es uno de los objetivos que buscamos cuando hacemos Astrología holística. El individuo identificado con sus frustraciones y problemas, que tiene una actitud de rechazo o negación de ellos, no puede ver las oportunidades que le brindan los obstáculos, ni puede cuestionar su manera de percibir la realidad: sólo es víctima de su destino. Cuando se encara una consulta astrológica con el fin de resignificar las experiencias y encontrar nuevos sentidos a lo que vive la persona, el concepto de resiliencia cobra impulso y permite al consultante comprender la fuerza que ha tenido que poner en juego para sobreponerse a las situaciones más difíciles y apropiarse de la potencia regenerativa y sanadora que está en su interior y que ha sido clave en el pasado.
4. El individuo es un sistema complejo inmerso en un sistema mayor.
El diccionario define individuo como un ente que no puede ser dividido. Lo que consideramos individuo (o indivisible) depende de nuestro objeto de estudio. Si estudiamos personas en una sociedad, cada una de ellas es un individuo. Y si estudiamos una de esas personas con su complejidad, vamos a observar sus partes. Por ejemplo, el cuerpo humano está formado por numerosos sistemas. Un órgano puede ser un “individuo” cuando se lo estudia dentro del cuerpo, pero es un sistema complejo cuando se lo analiza en detalle.
En un nivel de abstracción somos individuos y en otro estamos formados por partes que también son sistemas dentro de sistemas, dentro de otros sistemas (sistemas anidados). Lo importante es que el individuo se relaciona con otros dentro de un sistema mayor. Y esas relaciones lo estimulan continuamente. La persona, a su vez, opera en el entorno y produce estímulos en los demás. Ningún individuo existe separado del resto. Si su consciencia no registra a los demás, o no se da cuenta del impacto que otros producen en él, o que él produce en los otros, no tendrá la capacidad de adaptación necesaria para sobrevivir.
En Astrología, consideramos que el individuo es un sistema formado por cierto quantum de energías que podemos distinguir gracias al estudio de la Carta Natal. Nos referiremos a ellos como subpersonalidades y núcleos energéticos. En la consulta astrológica, proponemos el diálogo entre esas partes y de la persona con el entorno. Además, mientras profundizamos en la complejidad del Ser, guiamos a la persona para que comprenda la estrecha relación entre sus energías y el entorno.
En la Astrología holística fomentamos la toma de conciencia de este principio para que el consultante pueda interactuar cada vez más orgánicamente y, por consiguiente, adaptarse y vivir con mayor integridad y plenitud.
5. La Carta Natal es el código en el cual está implicado el despliegue del Ser.
La evolución de los ecosistemas, de las especies y de los individuos, está pautada por ciclos y procesos de despliegue que responden a un orden. La Tierra misma ha evolucionado a través de millones de años con ritmos que hemos podido documentar a través de estudios científicos multidisciplinarios, como la geología, la paleontología, la biología y la historia. Aun así, no siempre podemos ser conscientes de la totalidad y significado de ese orden, y muchos de los procesos parecen estar velados para nuestra limitada visión. Nuestra hipótesis es que, bajo los continuos cambios que acontecen tanto al planeta como a los seres humanos, existe un orden.
La Astrología se mueve en el nivel de los símbolos tanto como en el de los cuerpos físicos. La Carta Natal es una abstracción gráfica que representa simbólicamente de qué está hecha energéticamente una entidad discreta. Esta entidad es más amplia de lo que entendemos por individuo, persona o ego; para nosotros, la entidad que somos es el Ser con “S” mayúscula.
El Ser engloba dimensiones físicas, emocionales, mentales, espirituales y vinculares; es puro potencial abierto, que no nace hecho, sino que se va revelando en su devenir. Este devenir está pautado por ritmos matemáticos que se despliegan en el tiempo. Cada individuo es la emergencia de un código vivo, representado en una Carta Natal. La Carta –como código– simboliza el proceso que somos. No somos en tanto algo definitivo, sino que somos un proceso que se va desplegando de acuerdo a su propio código implicado.
El orden de despliegue de una persona muchas veces es difícil de ver y comprender. Teniendo en cuenta que la Carta Natal es el código de despliegue que observamos concretamente a través de los ciclos, tránsitos y progresiones, la consulta astrológica se vuelve una herramienta valiosa para comprender estos procesos y ayudar a la persona a acompañar de la forma más consciente posible, lo que ese despliegue propone a cada momento.
6. La técnica de núcleos energéticos es una forma de trabajar sistémicamente con la Carta Natal.
Llamamos núcleos energéticos a los cúmulos de cualidades afines desplegados en la Carta Natal. Cada núcleo es un sistema hecho de partes, que a su vez forma parte de un sistema mayor que lo abraza e integra. Esta es la Carta Natal.
Así como los diferentes ecosistemas forman parte de la ecología planetaria, los núcleos energéticos integran la ecología de la Carta Natal. Y así como el estudio de los ecosistemas nos permiten observar dinámicas, detectar desequilibrios y colaborar con la adaptabilidad, el trabajo con los núcleos energéticos nos ofrece los beneficios similares, aplicados a una persona.
La distinción por afinidades energéticas es una forma de sintetizar la complejidad de la Carta que se empezó a desarrollar con la Astrología psicológica y está esbozada por Howard Sasportas y Stephen Arroyo, en algunos de sus libros. Eugenio Carutti, en la escuela Casa XI de Argentina, los tematizó mucho más profundamente y los bautizó como “núcleos energéticos”. Este concepto está presentado en forma práctica y teórica en los libros AstroHología volumen uno y dos, y será desarrollado con mayor detalle a lo largo de del libro EcoAstrología.
7. Para el desarrollo consciente, responsable y pleno del Ser, se requiere de un enfoque basado en el yo ecológico.
Los cultores de la ecología profunda consideran que el mundo no existe como un recurso a explotar libremente por los humanos. Su ética sostiene que todo el sistema es superior a cualquiera de sus partes. Este sistema ha sido llamado Gaia.
El ser humano parece estar convencido que es algo diferente a la naturaleza, situándose en el pináculo de la evolución, en la punta de la pirámide de los seres de la Tierra, y acaso, hasta del universo. Esta percepción narcisisticamente distorsionada es puesta en cuestión por la ecología profunda de Arne Naess.
Joanna Macy y John Seed, entre otros, desarrollaron la tesis de Naess en una rama que llamaron ecología profunda experimental. Sus esfuerzos fueron motivados porque percibieron una necesidad para el desarrollo de un “yo ecológico”, que considera al ego humano como una parte integrada de un sistema vivo que abarca al individuo. Esta corriente intenta trascender el altruismo personal por un interés más profundo, basado en la igualdad biosférica, más allá del mero antropocentrismo.
Así como el ego no es el Ser, ningún factor ni núcleo energético de la Carta Natal es la Carta Natal. Cuando una parte del sistema coloniza el sistema mayor, a la larga se produce el caos y la enfermedad. También cuando el individuo opera desde un lugar egocéntrico y parcial, suele sufrir las consecuencias emocionales de que el sistema lo “ubique", provocando sufrimiento. Sin negar la importancia del ego y sus necesidades (incluso atendiéndolas), proponemos que el enfoque de la consulta astrológica se base en los requerimientos sistémicos del yo ecológico y en colaborar con su florecimiento.
8. La responsabilidad para con uno mismo implica responsabilidad en la forma de vincularse con el mundo, y viceversa.
Vivir ecológicamente es hacerse responsable por uno mismo y por el impacto que uno produce en el entorno. No se puede vivir aislado del resto, la responsabilidad individual está totalmente conectada con la social y planetaria. Para atender estas conexiones con compromiso, debemos prestar mucha atención a todos los vínculos que establecemos con los demás.
La ilusión de la separación –creer que uno está separado del resto–, nos lleva a pensar que no importa lo que los otros hagan, “yo” puedo encontrar mi camino y sanar por mí mismo. Si no hay tal separación, entonces cuando “yo” sano alguna herida antigua con mi madre, también sana el vínculo y esto también tiene un impacto en ella. Por supuesto que cada uno tiene una responsabilidad individual, y no es lo mismo experimentar la sanación de todo el sistema cuando cada una de sus partes pone su parte de voluntad y responsabilidad. Cuanto más involucrados estemos con el sistema, más impacto colectivo tendrá el proceso que realicemos.
La palabra autoconocimiento alude al proceso de conocerse a uno mismo, pero desde una mirada holística, el conocerse a uno mismo depende de lo que se descubre y aprende gracias a los vínculos con los demás.
9. El florecimiento del yo ecológico es un proceso que nos permite vivir en armonía con el entorno y beneficia a todos los seres vivos que nos rodean.
El florecimiento del yo ecológico es mucho más que el autoconocimiento y la toma de consciencia de uno mismo, de los patrones y dinámicas que se dan con los demás. El yo ecológico posibilita una nueva manera de ver y actuar en la vida. No alcanza sólo con ver sin actuar, no se puede actuar sin ver. La toma de conciencia y la acción van de la mano. El yo ecológico se observa a sí mismo imbricado en todo lo demás, éste comparte la mente de un ajedrecista entrenado, que es capaz de ver las consecuencias que sus movimientos pueden producir varios pasos más adelante.
El despliegue del yo ecológico requiere que desarrollemos la capacidad de vivir sistémicamente, saliendo de nuestra comodidad y egocentrismo. El yo ecológico puede resignar una comodidad por el bienestar del sistema en su totalidad. Además, requiere actuar en forma comunitaria, ya que está en su definición. La acción conjunta, la co-creación, la búsqueda de soluciones que beneficien a todos, son las pasiones que movilizan al yo ecológico. La satisfacción de las necesidades de todo el sistema ofrece un bienestar individual; como consecuencia, una armonía y paz interiores que no producen las acciones egoístas.
Cuando se desarrolla el yo ecológico, aparece la incomparable satisfacción de hacer lo correcto dentro de lo posible.
10. Hacer siempre lo posible y practicable dentro de las posibilidades de cada uno.
La toma de conciencia y la información acerca de la realidad nos lleva frecuentemente a estados de angustia y culpa. Suele ocurrir que cuando uno puede ver el daño que genera una acción propia, aparece el auto reproche y también la amonestación hacia todos aquellos que aún no lo vieron. Por ejemplo, las personas que crecen consumiendo carne animal como algo bueno, natural y cotidiano, y que pueden darse cuenta del sufrimiento que produce este consumo y las consecuencias que genera la producción industrializada de la carne, de pronto se les viene el peso de haber visto lo que antes no veían. Aun así, muchas veces la persona no puede dejar de consumir carne animal, pero cada vez que lo hace, recuerda lo que ahora sabe. El conflicto interno parece no tener solución, e incluso la persona puede creer, o tal vez sea un hecho para ella, que su cuerpo necesita ese alimento para sobrevivir. Dejar de consumirlo sería, según sus parámetros, dejar de cuidarse a sí mismo. Consumirlo sería dejar de cuidar al otro. Aparece una tensión tan enorme que, no importa lo que haga, el individuo se sentirá mal.
Todo conflicto requiere que lo elaboremos. Es preciso transitar un proceso en el cual tenemos la obligación ética de seguir informándonos para seguir tomando decisiones, hasta llegar al punto de armonía con nosotros mismos y con los demás. Así, este individuo podría seguir investigando acerca de nuevas formas de alimentarse sin descuidarse, o indagar en otras formas de producción de los alimentos que necesita, buscando consumir los productos que cuiden más a las demás personas, a los ecosistemas, y a los otros seres vivos. Por ejemplo, uno podría elegir consumir huevos orgánicos, de gallinas criadas en granjas naturales y alimentadas naturalmente, antes que huevos de gallinas que se encuentran en incubadoras encerradas de formas antinaturales, iluminadas con luz artificial las 24 horas, llenas de hormonas y antibióticos, y alimentadas con balanceados. O podría consumir sólo aquellos productos que no implican un maltrato en el proceso ni apelan a mecanismos ilegales de trabajo.
El punto al que nos dirigimos en este principio es la necesidad de buscar siempre hacer lo mejor que podemos dentro de lo posible. Si hoy no puedo realizar un cambio, tampoco significa que no lo haré nunca, o que me conformaré con lo que “no puedo hacer”. Se trata de buscar continuamente acciones cada vez más ecológicas, sabiendo que la culpa no nos lleva a buen puerto. La culpa, el auto reproche y la recriminación a los demás, solo nos lleva al enfrentamiento, al conflicto y no resuelve el verdadero problema, que es buscar alternativas que respeten a los demás seres vivos y a la Tierra.
El estado actual del planeta nos pide que recorramos estos procesos cada vez más rápido. Lo que antes eran decisiones individuales sanas, ahora se convierten en urgentes acciones para sobrevivir. El presente de la humanidad requiere que elaboremos conscientemente nuestro rol en el ecosistema de la Tierra, que reparemos en el daño que hacemos, y que en un futuro cercano podamos vivir de una forma más consciente y ecológica. Ya no hay tiempo para esperar pacientemente que los cambios vengan de afuera, en algún momento.
La Astrología como llave maestra a la conciencia ecológica
Desde hace 3000 años, en el corazón de la Astrología resuenan los intereses que hoy valora la ecología profunda. Los antiguos caldeos y griegos observaron con pasión la correspondencia entre los planetas, los ciclos de la naturaleza y los procesos, tanto individuales como colectivos, de lo humano. Hoy, más que nunca, es necesario atender a la conexión sagrada que se presenta entre el orden cósmico de la Astrología y el orden terrestre de la ecología.
Cuando la Tierra dejó de ser vista como un gran organismo vivo y sensible, y pasó a ser considerada como un depósito de materia prima al servicio de la expansión industrial y económica de las sociedades, el corazón de Gaia se oprimió de dolor. Y así permanece ahora, al igual que muchos de nosotros, con el corazón estrujado.
Mientras la revolución industrial, a través de la industria y la tecnología, destruía el medio ambiente, la Astrología perdió la vigencia y la utilidad originales ante la mirada de la conciencia ilustrada europea. Luego el modernismo y el posmodernismo ahondaron la insensibilidad. Dios había muerto –salvo para algunas tribus primitivas y unos pocos individuos románticos o esotéricos–, y también el mundo había perdido su alma y sus valores. Desde ese momento hasta el presente, cualquier persona con poder hace lo que quiere con los montes, los campos, los mares, los ríos y los animales. La ética y el uso ilimitado de los recursos son cosas que no están relacionadas en absoluto, y en la conciencia humana, la mente fría se divorcia del corazón sensible. El estado actual del planeta es la evidencia de lo que puede lograr el ser humano cuando tiene el pensar, el actuar y el sentir totalmente disociados.
La Astrología y la ecología comparten el interés por la vida, las relaciones y los sistemas. Pero ¿cómo puede facilitar la Astrología que el ego tome responsabilidad para con el planeta? Theodore Roszak sostiene que en el núcleo de la psique humana hay un inconsciente ecológico, una fuente de información que proviene de la red de la vida, que es una dimensión necesaria para que el yo fragmentado pueda reintegrarse a una armonía ambiental. El puente para que el yo pueda alinearse con el inconsciente ecológico es el yo ecológico.
Tenemos que entender que la Carta Natal no se limita a ofrecer una mera descripción de cualidades y posibles experiencias de una persona en particular, sino que simboliza un momento único del adentro-afuera. Llamamos “adentro" al potencial energético y psíquico, y “afuera” a la serie de experiencias y vínculos que se co-responden en sincronicidad con el estado general del sistema solar (simbólicamente hablando): son las posiciones de Signos, Planetas, Casas y Aspectos.
La Tierra es un super organismo inteligente (no sabemos si consciente) que evoluciona en base a patrones que surgen de un orden natural. Podemos ver este orden, metafóricamente, en el despliegue del Zodiaco. Como organismo en evolución, la Tierra va generando seres que son parte de su despliegue natural. Así surgieron los minerales, los vegetales, los animales y los humanos. Todos estos seres están íntimamente conectados con lo que la Tierra “es” en cada momento. Este momento de crisis planetaria requiere una reestructuración total de los sistemas. Hoy tenemos la generación de Plutón en Virgo empezando a ocupar los lugares de poder, y al mismo tiempo están naciendo los de Plutón en Capricornio, mientras los que son Plutón en Libra, Escorpio y Sagitario están empezando a hacer escuchar su voz. Piden por la transformación y por un nuevo sentido de la vida. Muy pronto, empezarán a llegar los seres nacidos bajo Plutón en Acuario, y ya podemos observar que el verdadero poder está en la gente, en las comunidades y en la diversidad.
La conciencia sistémica, que comenzó como una forma de percibir y comprender la realidad, se debe transformar en una forma de convivir.
Podemos imaginar que Gaia –siendo parte a su vez de un sistema mayor, el sistema solar–, se va auto sembrando de las semillas de los seres que va necesitando en cada momento. Ya no alcanza que el homo sapiens tenga conciencia ecológica, es necesario que asuma su responsabilidad ecológica.
EcoAstrología. Astrología para el florecimiento del yo ecológico,
Volumen 3 de AstroHología, Vanesa Maiorana, Alejandro Christian Luna
AstroHología ediciones
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EcoAstrología. Astrología para el florecimiento del yo ecológico
Vanesa Maiorana and Alejandro Christian Luna
EcoAstrología, Astrología para el florecimiento del yo ecológico, es, según sus autores, “un libro teórico y práctico para analizar una Carta Natal a partir de su ecología interna”. A partir de este principio “descubre las subpersonalidades, los núcleos energéticos y concluye en una síntesis comprensible que no minimiza su complejidad.”
Para un lector no introducido en la disciplina astrológica, como quien escribe, estos textos suelen ser, a veces, herméticos. Sin embargo, EcoAstrología ofrece miradas planetarias: una longitudinal, que va del cosmos al ser, y otra transversal, que involucra y compromete al humano con su entorno. De esta manera, surge la figura del yo ecológico y, como trama y soporte, la EcoAstrología, disciplina que, según Vanesa y Alejandro, explora la Carta Natal “desde una visión ecológica y sistémica”.
Este texto, movido por un claro entusiasmo y una profunda investigación, abre la mirada al individuo y sus atravesamientos; es un estudio multidisciplinario, donde cada pieza encaja necesariamente en un todo, de una manera, a veces, inquietante. Y donde nadie, lego o experto, queda afuera. Pues, permite adherir a una mayor conciencia sobre “las responsabilidades que tenemos como agentes co-creadores del mundo”.
Dos casos “testigo”, como son el del pensador y místico Ken Wilber y la joven ecologista Greta Thunberg, posibilitan una bajada a tierra, ver la luz y la sombra en cada caso. Queda claro que el camino es sinuoso, sin verdades absolutas, y sí, mandatos y prejuicios que es necesario desarticular. La EcoAstrología y el yo ecológico (el yo entrenado holísticamente, que se guía intuitivamente por la sabiduría de la naturaleza), no son meros enunciados, sino una apelación a la responsabilidad, donde el pensar y el sentir movilicen un verdadero compromiso ante un planeta en emergencia; es decir, ante la vida en emergencia.
La obra visualiza y se involucra con las sombras de un planeta que camina por la cornisa, pero formula un cambio posible. Y la esperanza, siempre, es luminosa.
Nerio Tello
Los autores:
Vanesa Maiorana y Alejandro
Christian Luna son autores del libro AstroHología: un
paradigma holístico de la Astrología. Creadores y docentes de la formación en Astrología con enfoque holístico y transpersonal, en las modalidades presencial y online. Creadores del programa radial Hola Marte!.
Vanesa Maiorana es astróloga, docente y consultora en Astrología. Maestra de Reiki del sistema Usui Shiki Ryoho. Licenciada en Sistemas y Magister en Ingeniería de Software. Fue docente universitaria desde el año 1993 al 2011.
Alejandro Christian Luna es consultor y profesor de Astrología. Coach ontológico profesional y diseñador gráfico. Formado en Psicosíntesis. Creador de los mazos Visual Zodiac, Visual Zodiac Pro y el Orange Luna Tarot (junto con el artista alemán Nil Orange).
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