Los tránsitos de los planetas

Tránsitos de Mercurio



Tránsitos al Sol

En su nivel más elevado, el Sol representa la energía de la conciencia misma y Mercurio es su mensajero. Por ello, ambos tienen una fuerte afinidad y es importante que interactúen correctamente. Mercurio, como mensajero, no debería afectar al contenido del mensaje, solo transmitirlo con claridad. Sin embargo, el Sol puede operar en varios niveles, cada uno de los cuales puede ser transmitido mediante Mercurio. En el nivel más bajo, la energía solar puede expresarse como voluntad y deseo egóicos, en los que la meta no es solo comunicar sino hacer que la propia voluntad prevalezca sobre la de otro. En un nivel superior, la combinación de estas dos energías puede generar la coordinación y sincronización de un esfuerzo colectivo para alcanzar un objetivo común, dirigido por alguien interesado en obtener lo mejor para todos. Y en el nivel más alto, estas dos energías representan la transmisión del logos: la energía del espíritu que guía a los seres humanos hacia los niveles más altos de conciencia y verdad.

El Mercurio en tránsito realiza un conjunto completo de tránsitos al Sol natal en aproximadamente un año, quizá algo más o algo menos. Mientras lo hace, las energías que el Sol significa en usted (impulsos del ego, la búsqueda de autenticidad personal y autorrealización, así como la vitalidad física) se transmiten al mundo para surtir efecto. Usted puede usar esta energía prácticamente como quiera, pero cuanto más emplee estos tránsitos para expresar motivos estrechos y egóicos, más malgastará la energía del Sol astrológico. No se puede negar que quienes actúan así a menudo se salen con la suya durante mucho tiempo. Pero, se dañen o no directamente, el resultado neto es perjudicial para los demás.

Tránsitos a la Luna

Tradicionalmente, Mercurio y la Luna representan las dos partes principales de la psique. Mercurio simboliza el lado racional y comunicativo. La Luna representa las emociones, las sensibilidades y las zonas más inconscientes. Por ello, cuando Mercurio transita la Luna natal, estos dos aspectos de su funcionamiento mental se ponen en relación. Dependiendo de la naturaleza del tránsito, pueden cooperar en armonía o perturbarse mutuamente. Sin embargo, incluso en el último caso, un esfuerzo consciente por su parte puede restablecer la armonía. Concretamente, durante estos tránsitos usted puede expresar sus sentimientos con más claridad y articulación de lo habitual. Puede ser capaz de verbalizar cosas de las que normalmente no es consciente. Incluso cuando se exprese a un nivel mayormente racional, su comunicación se impregnará de mayor sentimiento y sensibilidad. Las energías de esta combinación también le permiten trabajar mejor con personas a las que normalmente le cuesta entender, aquellas con las que suele resultar difícil comunicarse de forma clara y racional. Bajo la influencia de estos tránsitos, los demás no tendrán que esforzarse tanto para lograr que usted los comprenda. Su mente consciente puede construir un puente que le ayude a entender cosas que no están expresadas con toda la claridad posible.

Tránsitos a Mercurio

Cuando Mercurio transita su propia posición natal, resalta el lado racional e intelectual de su mente. También dinamiza otras funciones mercuriales como la comunicación, la negociación y la manera en que usted interactúa con la realidad cotidiana: conducir un coche, caminar, usar el teléfono, enviar mensajes, correos electrónicos u otra comunicación escrita. Dado que Mercurio se asocia con la velocidad, estos tránsitos pueden acelerar el ritmo de su vida diaria. Esto puede ser bueno o malo, según cómo lo maneje y si la rapidez es adecuada para la tarea. En general, estos tránsitos aumentan su capacidad para gestionar asuntos con mayor rapidez. Como Mercurio nunca se aleja más de 28° del Sol, el ciclo de Mercurio a su Mercurio natal dura aproximadamente un año, con un margen de varias semanas. Por ello, Mercurio se unirá a su Mercurio natal más o menos un mes después de su cumpleaños.

La principal dificultad de estos tránsitos radica en la tendencia de Mercurio a preocuparse más por la rapidez y la eficiencia que por el contenido del pensamiento y la comunicación. Las energías de Mercurio no son inherentemente engañosas, pero pueden ser amorales. Depende de usted aportar el trasfondo moral y ético adecuado a su comunicación cuando Mercurio transita su Mercurio natal.

Tránsitos a Venus

La combinación de estas dos energías puede ser muy positiva porque tanto Mercurio como Venus se ocupan de la armonía, aunque a distintos niveles. Por ejemplo, Mercurio representa los fundamentos matemáticos de la música, base de la armonía, mientras que Venus representa la experiencia de la armonía en el mundo. En consecuencia, su interacción puede ser muy creativa. De hecho, ninguna creatividad artística auténtica puede darse sin que las energías de Mercurio y Venus colaboren. Asimismo, esta combinación está relacionada con la comunicación del amor y el afecto. Aunque tiene que ver con expresar amor y afecto, guarda poca relación con el despertar de la pasión que surge en las relaciones íntimas; eso depende de Venus en combinación con otros factores.

Tránsitos a Marte

En términos generales, la combinación de estas dos energías, sea cual sea el aspecto, une la energía intelectual y mental de Mercurio con la energía asertiva y contundente de Marte. Esto puede producir dos efectos muy diferentes. El primero es potencialmente destructivo y el segundo, por el contrario, constructivo. Las energías de Marte se manifiestan normalmente de forma combativa y egoísta. El objetivo es ganar un conflicto y reforzar la propia posición. La energía de Mercurio se expresa mejor como comunicación objetiva, en la cual el mensaje se transmite de un punto a otro o el pensamiento se realiza con la máxima objetividad. Cuando estas energías se combinan mal, la claridad y la fidelidad del mensaje que transmite Mercurio se distorsionan con fines egocéntricos mediante las energías de Marte. El resultado puede ser la mentira y la traición en casos extremos. En un nivel más suave, puede indicar comunicaciones que se convierten en concursos de debate en los que ganar es la meta principal y donde la verdad se tuerce un poco.

No obstante, existe un lado superior de Marte que comparte la gran energía y la disposición a luchar, pero no el egoísmo del lado inferior. El Marte elevado lucha por encontrar el verdadero camino en la vida, ayudar a otros a hacer lo mismo y proteger a quienes necesitan defensa. Donde el Marte bajo es egoísta, el Marte elevado es altruista. Cuando esto se combina con las energías de Mercurio, las personas luchan por la verdad de algo en lo que creen y que sienten que trasciende sus egos individuales. El lema «Servir y proteger» que aparece en muchos coches de policía simboliza este Marte elevado, aunque no siempre se cumpla por completo.

Tránsitos a Júpiter

Así como Mercurio y Júpiter rigen los signos opuestos de Géminis y Sagitario, también son complementarios de un modo parecido. Por ejemplo, Mercurio transmite la información con el mayor grado de fidelidad posible y Júpiter reúne esa información en una estructura más amplia. Donde Mercurio domina las palabras de un libro, Júpiter domina el contenido y la organización general. Del mismo modo, estos dos planetas pueden interferir entre sí. Mercurio puede concentrarse tanto en los detalles que pierda de vista la intención global. Dicho de otro modo, Mercurio se centra más en el contenido del mensaje que en su propósito. Por su parte, las energías de Júpiter pueden estar tan volcadas en el contenido global que descuidan los métodos para transmitir la información con claridad.

Júpiter se ocupa más de la intención y del significado del mensaje que de su claridad. En nuestra vida, estos planetas deberían equilibrarse para que ninguno domine al otro. Cuando están equilibrados, pensamiento y contenido se expresan correctamente. En el plano social, Júpiter corresponde a la ley como expresión de lo justo. Mercurio corresponde a los detalles y a la redacción de las leyes que permiten que funcione la faceta jupiteriana. A la inversa, Mercurio puede expresar estupendamente un sistema jurídico terrible, y uno excelente puede venirse abajo por una redacción confusa y ambigua. En el nivel más abstracto, Júpiter se ocupa de la estructura y la forma globales, mientras que Mercurio se ocupa de la expresión detallada de esa estructura.

Tránsitos a Saturno

Las energías de Mercurio y Saturno cooperan muy bien en algunos aspectos y con bastante dificultad en otros. En el lado positivo, la tendencia de Saturno a estructurar y constreñir puede mejorar en gran medida la precisión y la claridad con las que se comunican las energías de Mercurio. Además, la energía saturniana, en su mejor expresión, actúa en niveles profundos, lo que da peso a las energías de Mercurio, a veces algo superficiales. La imagen del anciano sabio es un símbolo Mercurio-Saturno. Asimismo, las energías de Saturno tienden a ser ponderosas y lentas, lo que puede ralentizar la expresión de Mercurio y hacerla más cuidadosa y considerada.

Sin embargo, si las energías de Saturno se manifiestan de forma demasiado extrema, pueden interferir y restringir a Mercurio hasta el punto de que no se produzca comunicación alguna. Esto es más probable cuando Saturno transita a Mercurio que al revés. Otra posible dificultad aparece en personas que no han dominado su energía saturniana: Saturno suele representar miedos y asuntos ocultos que no desean revelar, y cuando Mercurio transita Saturno ese miedo puede perjudicar la comunicación. El exceso de estructura saturniana puede hacer que las facultades críticas dominen tanto que ninguna comunicación parezca lo bastante perfecta como para realizarse. El reto consiste en mantener ambas energías lo más equilibradas posible.

Tránsitos a Urano

Aunque las cualidades fundamentales de estos planetas son diferentes, pueden trabajar muy bien juntos. A menudo se los percibe como similares, tanto que muchos astrólogos consideran a Urano la «octava superior» de Mercurio. Mercurio funciona muy bien a nivel personal, aunque posea también una faceta trascendental. Urano solo funciona bien en el nivel trascendental. En la conciencia cotidiana experimentamos a Urano como algo disruptivo, repentino y, por ello, muchas veces desagradable. En el cuerpo humano, ambos planetas se relacionan con el sistema nervioso y con las ciencias, sobre todo las matemáticas, la astronomía y también la astrología.

Ambos planetas están asociados con la velocidad, aunque en Urano se sienta como algo repentino y precipitado. Su combinación suele potenciar las funciones mentales y funciona muy bien mientras no suceda todo con demasiada rapidez y se vuelva más disruptivo que eficaz. La mente, tal como la representa Mercurio, puede ver posibilidades nunca antes vistas, de ahí que la combinación simbolice tanto la invención como el descubrimiento. En otro nivel, sus efectos pueden ser electrizantes, tanto literalmente, como un rayo, como figuradamente, al captar de pronto la atención de todos. Urano introduce lo nuevo y radicalmente diferente en la realidad ordinaria y Mercurio se complace en acompañarlo. Sin embargo, ambos pueden ser algo secos, de modo que las comunicaciones resultan a veces poco diplomáticas, bruscas e intolerantes. El brillo intelectual que a menudo se asocia con esta combinación puede ver las cosas con tanta claridad que no entiende por qué tan pocos otros pueden verlas.

Tránsitos a Neptuno

Esta combinación de energías puede ir desde una creatividad poderosa hasta la confusión y el desconcierto. Las energías de Mercurio y Neptuno son muy diferentes y, en muchos aspectos, están en conflicto. En el extremo emisor, Mercurio representa la comunicación en la cual la forma y el contenido del pensamiento se traducen primero al lenguaje interno y luego al habla o la escritura. En el extremo receptor, Mercurio recibe el discurso o la escritura y los transforma en pensamiento en la mente del receptor. Puede haber varios pasos, pero el objetivo es que el contenido llegue con la menor pérdida posible. Mercurio simboliza la esencia y la lógica de la comunicación precisa y, además, implica varios pasos claros en este proceso.

Neptuno, por su parte, simboliza una energía que, en su mejor expresión, es un campo unificado en el que emisor y receptor están tan completamente unidos que no se necesitan pasos intermedios. Una comunicación neptuniana implicaría la unión directa y no mediada de las mentes de ambos. Algunos sostienen que esta condición no se cumple y ciertamente no se da en la mayoría de las situaciones prácticas. Por ello, cuando se combinan las energías de Mercurio y Neptuno, a menudo se pierde claridad en la señal, salvo que la comunicación se produzca mediante la fusión perfecta de las mentes o, en el caso de comunicaciones inanimadas, del emisor y el receptor. No se requieren el habla ni la escritura en la comunicación Mercurio-Neptuno. Esto suele significar que el habla, la escritura o cualquier otra modalidad no funcionan bien en el mundo real. Las comunicaciones Mercurio-Neptuno solo funcionan de forma fiable cuando, por medios que aún no entendemos, se produce una comunicación directa y no mediada. Esto se observa con más frecuencia cuando alguien comprende de manera intuitiva e inmediata una situación sin que nadie tenga que decir nada ni transmitirla por otro medio que conozcamos.

En la práctica, la combinación Mercurio-Neptuno suele producir malentendidos. La causa más frecuente es que el emisor no transmite todo el contenido del mensaje, esperando que el receptor rellene las partes que faltan. Las percepciones Mercurio-Neptuno también suelen estar llenas de errores, no porque se perciba falsamente, sino porque se perciben tantas cosas sin orden ni clasificación adecuados que se puede extraer una conclusión equivocada.

Al mismo tiempo, estas percepciones y comunicaciones son la esencia de la imaginación creativa. No son la precisión que desearíamos en las conversaciones diarias, pero suelen dar lugar a percepciones que no podrían alcanzarse por medios puramente racionales. Curiosamente, hay varios casos bien documentados en los que científicos obtuvieron en sueños la solución a problemas complejos. Mucha gente negaría la realidad de tales fenómenos, pero ocurren y están bien documentados.

A menudo se cree que las combinaciones Mercurio-Neptuno generan mentiras y engaños. Esto no es cierto. Mentir y engañar requieren la intención de engañar. Incluso en su peor manifestación, las comunicaciones Mercurio-Neptuno no son intencionadamente engañosas. Pueden basarse en la ilusión o, peor aún, en el delirio. (Por motivos prácticos, un delirio puede definirse como una ilusión en la que alguien cree apasionadamente. Sin duda, todos podemos pensar en ejemplos, aunque no coincidamos sobre qué fenómenos son ilusión y cuáles delirio).

Tránsitos a Plutón

Aunque no existe un conflicto inherente entre las energías de estos dos planetas, su combinación puede ser difícil. Mercurio normalmente opera a nivel personal, gestionando actividades y comunicaciones diarias. Sus energías funcionan bien en los estados habituales de conciencia. Plutón es un planeta trascendental y no se adapta bien al mundo cotidiano porque se ocupa de transformaciones mayores que actúan durante largos periodos. Si se bloquean, pueden llevar a la ruptura y la destrucción; si no, facilitan cambios a largo plazo relativamente fluidos. En el mundo diario, las energías de Plutón encuentran dos problemas. El primero es que mucha gente teme el cambio, pues implica renunciar a viejas formas de ser. Cuanto más complejos y arraigados sean los apegos, más se intenta bloquear la energía transformadora de Plutón, intento que al final fracasa y hace más difícil el cambio inevitable. El segundo problema es que algunas personas tratan de aprovechar la energía plutoniana para sus propios fines, buscando poder y control. Las energías de Plutón no están destinadas al uso individual egóico. Incluso cuando alguien logra aprovecharlas parcialmente, los resultados acaban siendo desafortunados, si no para quien intenta controlar lo incontrolable, sí para quienes le rodean.

Cuando Mercurio se combina con Plutón y se pone al servicio de egos individuales, conduce a intentos de control mental, de influir en las personas contra su voluntad o de coaccionar a la opinión pública. La forma extrema de esto es la propaganda, ejemplificada por Adolf Hitler. Cuando la publicidad y las relaciones públicas van más allá de informar y tratan de influir en la gente en beneficio de intereses particulares, se convierten en formas más suaves de Mercurio-Plutón; cuanto más distorsionan la verdad, más destructivas resultan.

Ello no significa que no existan manifestaciones positivas de las energías Mercurio-Plutón. Si el mensaje transmitido es importante, poderoso y sirve a una verdad más amplia que trasciende los intereses de quienes lo emiten, estas energías son benévolas.

Otra manifestación benévola implica el principio de un «cambio de mente», no un simple cambio de opinión. Se trata de un cambio profundo de la conciencia y su funcionamiento. Ejemplos son las conversiones religiosas, las experiencias de iluminación y los avances que a veces se producen en psicoterapia. A nivel colectivo, estas energías pueden representar ideas e ideologías que recorren una población o nación y se convierten en fuerzas de cambio social, tanto positivas como negativas.

Tránsitos a Quirón

Mercurio por sí solo puede manifestar cualquiera de las cuatro cualidades primarias: Calor, Sequedad, Frío y Humedad. Cuando Quirón actúa en modo de sanación e integración, funciona con cierta Humedad; cuando induce trauma y desintegración, lo hace principalmente desde la Sequedad. Quirón nunca es totalmente Húmedo, porque la humedad extrema disuelve las partes en vez de integrarlas. La combinación de Mercurio con el Quirón natal es potencialmente positiva para analizar sistemas de cualquier clase y encontrar modos de integrarlos más plenamente—desde organismos completos o sistemas orgánicos dentro de ellos hasta sistemas sociales y la relación de los individuos en ellos—y cualquier cosa que conecte partes y las haga funcionar dentro del conjunto. En general, Mercurio en tránsito con Quirón natal tiene mucho que ver con sanar e integrar.

El ciclo completo de Mercurio respecto a Quirón natal dura algo más de un año, aunque la duración puede variar mucho debido al movimiento de Mercurio con respecto al Sol y a las variaciones de la velocidad orbital de Quirón. Un tránsito típico de Mercurio a Quirón natal dura solo un día si Mercurio avanza rápidamente. Si está retrógrado, puede durar varios días; lo mismo ocurre cuando Mercurio está cerca de cualquiera de sus estaciones.


No todas las personas experimentan la energía de estos tránsitos con la misma intensidad. Para que los efectos sean apreciables, Quirón debe estar fuertemente situado en la carta. A continuación se ofrecen criterios por los que Quirón puede ejercer una influencia más poderosa.

  1. Quirón está cerca del Ascendente, del Medio Cielo, del Descendente o del I.C. (los ángulos).
  2. Quirón forma aspectos estrechos y potentes con el Sol, la Luna o con otro planeta situado en un ángulo.
  3. Quirón forma numerosos aspectos con diversos puntos de la carta aparte de los citados.

Si ninguna de estas condiciones se cumple en su Quirón natal, el efecto de estos tránsitos será observable pero no muy fuerte.

Tránsitos al Medio Cielo

El ciclo de tránsitos de Mercurio al Medio Cielo es aproximadamente anual. Se relaciona con la expresión de las energías mercuriales a través de la carrera, la profesión o la vocación. Recuerde que el Medio Cielo describe aquellas carreras y profesiones que usted identifica como su llamado. Si su empleo no encaja en esa descripción, el ciclo afectará más a aquello que usted considera que le identifica ante la sociedad, aunque no sea su principal fuente de ingresos. La raíz «merc» de «Mercurio» aparece en palabras como «comercio», «mercader» o «mercantil», así como en «mercado». Todas las formas de intercambio comercial y de mercadotecnia están significadas por Mercurio, aunque otros planetas indiquen lo que se va a comercializar. A medida que Mercurio en tránsito completa su ciclo anual al Medio Cielo, marca el flujo y reflujo de estas actividades mercuriales en su carrera. Ningún aspecto de Mercurio al Medio Cielo es especialmente difícil salvo cuando indica que el ritmo de actividad puede superar lo que usted puede manejar. Recuerde que Mercurio también significa velocidad y, por supuesto, comunicación; por ello estos tránsitos señalan toda forma de comunicación relativa a la carrera. Ahí reside la conexión entre Mercurio y el mercadeo.

La principal dificultad de que la energía de Mercurio fluya a través de la carrera es su neutralidad ética. No determina el contenido de la comunicación. Cuando funciona adecuadamente, solo indica que el contenido es exacto, no necesariamente verdadero. Cuando Mercurio transita otros planetas, las energías de estos influyen en el valor de verdad del mensaje según su naturaleza. El Medio Cielo no es un planeta; carece de energía propia. Al igual que las casas, el Ascendente y los Nodos, señala un dominio de actividad—la carrera—y aporta poca información sobre la calidad de dicha actividad.

Tránsitos al Ascendente

Los tránsitos de Mercurio al Ascendente natal describen los ámbitos de su vida en los que es más probable que dirija su pensamiento. También describen las situaciones y las personas con las que probablemente se comunicará y, en cierta medida, qué tan bien funcionará esa comunicación, o no. Estos tránsitos, más que cualquier otra combinación Mercurio-Ascendente, muestran un ciclo anual de cambio de enfoque que afecta tanto a su pensamiento como a sus comunicaciones. Algunos tránsitos hablarán más de su capacidad para comunicarse; otros describirán el tipo de comunicación que recibe y la naturaleza de quienes la envían. Estas energías no indican normalmente la calidad de las comunicaciones, sino su cantidad y con quiénes se dan. Usted determinará la calidad de lo que comunica, al menos cuando sea quien lo inicia. Si la comunicación proviene de otra persona y es confusa o engañosa, su responsabilidad será pedir aclaraciones o actuar de modo apropiado siempre que sea posible.

Tránsitos a los Nodos Lunares

Los Nodos de la Luna se relacionan con redes y conexiones. Este simbolismo abarca desde las conexiones sinápticas del sistema nervioso hasta las redes sociales en las que trabajamos y vivimos. Mercurio simboliza la información y la comunicación. Existe, por tanto, una afinidad natural entre ambos puntos astrológicos, aunque con diferencias. Las conexiones simbolizadas por los Nodos, ya sean neurológicas o sociales, operan de forma inconsciente. Vemos lo que pasa por la red nodal, pero no cómo funciona. Internet es un ejemplo excelente: enviamos datos a la web y otros los reciben, sin saber la ruta intermedia. Gran parte reside ahora en «la Nube», cuyo funcionamiento entendemos aún menos. Nuestras redes sociales funcionan igual. La energía de Mercurio representa el pensamiento consciente; esta es la principal diferencia respecto a los Nodos. La información se transmite por el sistema nervioso mediante procesos que solo recientemente empezamos a comprender, incluso cuando la experiencia es consciente.

El ciclo anual de Mercurio con respecto a los Nodos natales representa un ritmo en el que la comunicación consciente se envía desde el ser personal a las redes sociales externas. Llega a su destino, al menos como metáfora, cuando Mercurio hace la cuadratura de 90° al Nodo Ascendente, conocida como Curvatura Norte. A partir de ahí la energía regresa como comunicación recibida. El tránsito de Mercurio al Nodo Descendente representa la llegada de esa energía, la manera en que la recibe y lo que probablemente hará con ella. Luego, en la cuadratura de 270° al Nodo Ascendente, o Curvatura Sur, las consecuencias de la comunicación se integran en el mundo personal tanto como sea posible. En ese punto empieza la respuesta que caracterizará el siguiente ciclo de Mercurio con los Nodos lunares.

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Acerca de Robert Hand

Robert Hand es uno de los astrólogos más conocidos y prestigiosos del mundo. Tiene un especial interés en las dimensiones filosóficas de la astrología y está muy dedicado a la programación informática. Actualmente trabaja en Arhat Media como editor, traductor y editor de antiguos escritos astrológicos. Rob Hand vive en Las Vegas, Nevada, EE. UU.

Rob se graduó con honores en historia en la Universidad de Brandeis y realizó estudios de posgrado en Historia de la Ciencia en Princeton. Comenzó a ejercer la astrología en 1972 y, a medida que tuvo éxito, empezó a viajar por todo el mundo como astrólogo profesional a tiempo completo. En 2013, la Universidad Católica de América le otorgó el título de doctor en filosofía (Ph. D.).


(Fuente de la imagen: Wikipedia, © CC 3.0)

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