Tránsitos del Sol

Tránsitos a Mercurio

Mercurio se relaciona mucho con la mente racional y con la habilidad de comunicarse. El Sol, en cambio, es el gran energizador que activa cualquier energía natal que contacte. Recordemos además que el Sol es en sí una energía de conciencia. Entonces, ¿cuál es la diferencia?

El Sol representa el estado de estar consciente. Mercurio tiene más que ver con aquello de lo que usted es consciente, cómo procesa esa percepción dentro de sí y cómo la comunica a otras personas. Mercurio, por lo general, toma los impulsos del Sol (o de cualquier otro planeta que lo transite) y procesa esas influencias para su expresión verbal, ya sea en la mente propia o mediante la comunicación con los demás.

En consecuencia, los tránsitos del Sol a Mercurio suelen desencadenar fuertes impulsos de comunicarse y expresarse. Además, la energía de Mercurio no se siente satisfecha si usted no sale y se relaciona con la gente. No es exactamente una energía social, pero intercambiar comunicaciones con al menos otra persona es uno de los usos más importantes de su energía.

Por ello, las personas a menudo se sienten un poco inquietas bajo este tránsito y pueden no contentarse con sentarse solas a reflexionar tranquilamente, aunque, en las condiciones adecuadas, esa puede ser una muy buena manera de aprovechar un tránsito Sol-Mercurio.

Tránsitos a Venus

Los tránsitos del Sol a Venus potencian la fuerza de la Venus natal durante la duración del tránsito. Hay dos caras en esto.

Por un lado podemos ver al Sol como una energía semejante al dios Apolo, que tenía dominio sobre la música y la poesía, sobre todo en los niveles más altos, donde estas artes elevan e iluminan a quienes las encuentran. Cuando la energía Sol-Venus opera en este nivel, puede ser sumamente creativa en todos los sentidos, no solo en lo artístico, sino en toda actividad donde la estética y la elegancia resulten útiles.

El otro nivel en el que esta energía puede actuar no es tan simple ni armonioso: el amor. Venus representa el amor, desde el amor sexual más terrenal hasta el amor que enseñaron los grandes líderes espirituales. La energía del Sol se siente más cómoda con las formas de amor más espirituales. Sin embargo, las combinaciones de Sol y Venus pueden indicar todo el rango del amor; los aspectos más terrenales simplemente están menos favorecidos que los más espirituales.

Dicho esto, esta combinación normalmente no resulta difícil.

Tránsitos al Sol

Este es, por supuesto, uno de los ritmos más básicos de su vida. Cada año, en su cumpleaños o cerca de él, el Sol en tránsito hace conjunción con su Sol natal. Digo “cerca” porque el calendario y el año astronómico no están perfectamente sincronizados. Esto origina el fenómeno del año bisiesto, cuando se agrega un día extra al calendario, el 29 de febrero, para mantenerlo alineado con el año astronómico. Como resultado, a veces el Sol regresa a su posición en la carta el día antes o después de su cumpleaños.

En el año que sigue a cada cumpleaños, el Sol en tránsito hace todos los aspectos posibles a la posición del Sol natal. Esto significa que cada año posee una estructura subyacente idéntica. Sin embargo, no resulta fácil detectarla en la experiencia porque ese patrón subyacente ocurre dentro de un contexto afectado por todos los demás tránsitos que suceden al mismo tiempo. Esos no son tan regulares y son muchos. No obstante, sigue siendo cierto que existe este ritmo básico cada año de tránsitos entre el Sol en tránsito y la posición del Sol en su carta natal.

Varias cosas hacen importante este ciclo. En primer lugar, el Sol representa la energía y la vitalidad básicas, tanto en el plano físico como psicológico. En segundo lugar, este ciclo anual se vive no solo internamente, sino también externamente, como su relación personal con los acontecimientos del año: sus fiestas, las estaciones, el año escolar (para quienes están en la escuela o tienen hijos), y por supuesto plazos anuales como los impuestos. Muchos de estos eventos no tienen relación directa con la energía del Sol.

Sin embargo, es el ciclo astronómico del Sol el que establece el año y, por lo tanto, podemos afirmar que el Sol influye con fuerza, aunque de modo indirecto, en su vida familiar y social, que se encuentran en diferentes estados según la época. Tampoco debemos olvidar el efecto más evidente del ciclo astronómico del Sol, aparte del clima: el ciclo anual de la vegetación, la siembra y la cosecha, entre otros.

Tránsitos a Marte

El Sol y Marte son dos de los planetas más energéticos de la astrología. Por ello, cualquier combinación de ambos suele coincidir con situaciones y circunstancias, dentro de la psique y en el mundo exterior, que manifiestan esas energías. En el nivel más útil, la interacción de estos dos complejos energéticos le dará impulso físico y psicológico para hacer lo necesario y llevar las cosas a una conclusión satisfactoria.

Ambos planetas se relacionan con la vitalidad y el espíritu animal básicos. Un exceso de esas energías, o un desequilibrio entre ellas, puede conducir a conflictos. En la astrología tradicional ambos planetas se consideraban “calientes” y “secos”. Esto significa que elevan el nivel de energía, y lo hacen con más atención al propio yo y al ego que a la armonía con los demás. Ambas energías pueden manifestarse como patrones de conducta y pensamiento excesivamente egoístas. Cuando se usan mal, juntas o por separado, el resultado puede ser el deseo de “ganar” a toda costa, incluso cuando el resultado sea destructivo. Cuando se usan de manera creativa y positiva, los resultados son tan constructivos y útiles como potencialmente dañinos y destructivos cuando se emplean negativamente.

Muchas personas se sienten tentadas a tomar medidas extremas respecto a estas dos energías planetarias. Algunas intentan vivir de forma totalmente abnegada y no se permiten ser asertivas, mandonas o autoritarias, ni siquiera cuando es necesario. Otras van al extremo opuesto y tratan cada capricho y deseo menor de mando como un mandato para esforzarse al máximo a fin de lograr un objetivo. Aquí encontramos a quienes necesitan ganar a toda costa antes incluso de preguntarse si vale la pena jugar la partida.

Tránsitos a Júpiter

La combinación Sol-Júpiter constituye un ciclo anual de crecimiento y expansión. La energía tiende a ser inclusiva y servicial, salvo que la persona actúe desde una posición inherentemente egoísta. Las dos caras de esta combinación pueden verse de forma simbólica en la vida de Andrew Carnegie. Pasó la primera parte de su vida compitiendo sin piedad en la industria del hierro y el acero para convertirse en la figura más grande y dominante (y lo consiguió). Luego, tras lograrlo, se dedicó a regalar la mayor parte de su fortuna, realizando obras benéficas por todo Estados Unidos.

¿Por qué la energía de esta combinación tiene dos lados? La razón radica en la posición del Sol y de Júpiter en la jerarquía planetaria. El Sol es fundamentalmente una energía de conciencia superior, de búsqueda de la realidad absoluta. En un nivel algo menor es la fuente de la energía que impulsa todo el sistema solar y, en los individuos, significa la energía que integra el alma y le hace servir un propósito especial.

Júpiter es bastante similar, aunque no posee la posición trascendental del Sol. Júpiter es el orden social mismo y su organización correcta. Sus energías no tienen como fin la engrandecida individual; su objetivo es el mejoramiento del orden social.

Ninguna de estas energías funciona mejor cuando se subordina a preocupaciones puramente egoístas y ego-centradas, aunque esto ocurra con frecuencia porque los seres humanos no suelen operar en el nivel más alto de conciencia espiritual.

Júpiter se considera en general el “gran benéfico” entre los planetas. Muchos astrólogos creen que bajo los tránsitos que implican a Júpiter apenas puede suceder nada malo. Una cualidad que origina esta visión es que, incluso cuando las energías de Júpiter van mal, generan una buena sensación. Esto puede llevar a la indulgencia y el exceso sin preocuparse mucho por el prójimo, justo lo contrario de lo que Júpiter debería hacer en la jerarquía planetaria.

Del mismo modo, los antiguos consideraban al Sol como un sustituto de Dios en el nivel más alto posible, conciencia universal y ojo divino. En un nivel algo inferior describe la realeza y a cualquier responsable de dirigir y organizar instituciones en el mundo social. Tales figuras pueden ser modelos que inspiran y creadores de energías que permiten vivir y estar bien a los demás, o pueden ser déspotas y dictadores que creen sinceramente que el resto existe para su beneficio personal.

Veremos la doble potencialidad de estos dos cuerpos en las descripciones de tránsitos del Premium Daily Horoscope. Qué tan beneficiosos sean estos tránsitos para usted depende por completo de lo que haga con ellos. Júpiter es “afortunado” solo en las apariencias y en la superficie. Exige de verdad que la gente se esfuerce por hacer el bien y lo correcto. Quien confíe en la suerte de Júpiter y no haga nada para merecerla suele descubrir que la vida le sale mal. Carnegie actuó justo a tiempo.

Tránsitos a Saturno

El Sol es un indicador general de salud, vitalidad física y energía, voluntad y propósito. En su nivel más alto el Sol representa total claridad de conciencia y la capacidad de ver las cosas exactamente como son, tanto en la realidad cotidiana como en ámbitos de percepción más amplios.

Saturno también tiene dos niveles. El primero tiende a interferir con los niveles más bajos del Sol. Es decir, Sol-Saturno puede indicar no sentirse bien, baja vitalidad y energía, y que la voluntad e intenciones se frustran por circunstancias o personas fuera de su control. O, en un sentido más positivo, a ese mismo nivel, los tránsitos del Sol a Saturno pueden significar una restricción constructiva de la voluntad y la vitalidad del individuo. Esta forma más suave de Saturno suele considerarse su lado benevolente. Y, aunque sea constructiva, Saturno posee una manifestación mucho más elevada que está totalmente en sintonía con el nivel más alto del Sol.

Cuando ambas energías operan en el nivel más alto posible, el efecto de Saturno es orientar la energía del Sol hacia su propósito más elevado de conciencia y percepción: ver las cosas tal como realmente son, separadas de las influencias de la familia, comunidad de origen, región, nación o circunstancia histórica. El nivel más alto de los contactos Sol-Saturno se manifiesta como un punto de entrada a niveles superiores de conciencia.

Con todo, la mayoría de los tránsitos del Sol a Saturno tienen más que ver con la disciplina y el trabajo duro que con lo trascendental. Sería justo describir al “Saturno inferior” como la manifestación de las energías de la sociedad que buscan impedir que los individuos se salgan de la línea, manteniendo así el orden social. Aunque no siempre resulte agradable, con frecuencia es necesario. Así, mientras el Sol recorre el zodiaco y hace contactos con su Saturno natal, usted tendrá que conciliar lo que quiere y pretende con lo que las circunstancias permiten.

No obstante, las descripciones del Premium Daily Horoscope también tratan el lado más elevado de ambas energías y cómo puede canalizarlas en su vida.

Tránsitos a Urano

Los tránsitos del Sol a Urano natal pueden ser perturbadores y difíciles a veces, pero también pueden indicar momentos en los que usted puede liberarse de hábitos y puntos de vista establecidos. Esto puede traducirse en mayor libertad y claridad de visión. Su reacción ante estos tránsitos depende de cuánta flexibilidad muestre y de la rapidez con que vea las oportunidades de cambio creativo.

No obstante, no subestime las dificultades que surgen con estos tránsitos. Existen patrones y estructuras en su vida que debe conservar para poder existir, y no pueden cuestionarse a la ligera. Es probable que un individuo completamente iluminado no tenga problemas con ninguno de estos tránsitos, pero la mayoría no somos tales seres.

Por lo tanto, la mejor forma de prepararse para estos tránsitos y superarlos de la mejor manera es examinar su vida a fondo, buscando conductas y actitudes que no le sirvan —hábitos adquiridos, por lo general, muy temprano—. Observe cada vez que tome una decisión sin saber por qué o reaccione a algo o alguien de una manera que no parezca racional. Estos hechos le dan pistas sobre las áreas de su vida y de su pensamiento que podrían requerir cambio.

Por otro lado, cuando las energías de estos tránsitos afectan una parte de usted y de su vida que sabe que es fundamental, un núcleo de su ser, no tiene por qué temer. Sucederá una de dos cosas. O bien las energías no causarán una disrupción a largo plazo, solo desafíos, o, mejor aún, pueden conducir a un cambio positivo que mejorará su vida, aunque en ese momento parezca aterrador. Tenga en cuenta que todos los tránsitos del Sol a Urano natal indican energías que actúan solamente durante uno o dos días.

A veces estos tránsitos señalan sucesos desafortunados e inesperados, como accidentes o incidentes desagradables que pueden surgir de repente. Por lo general esto ocurre solo cuando otros tránsitos de planetas más lentos que el Sol indican significados similares. Pero cuando suceden, lo mejor es superarlos cuanto antes y no intentar «descifrarlos» o racionalizarlos. Quizás los comprenda más tarde, cuando la conmoción haya disminuido.

Tránsitos a Neptuno

Las combinaciones Sol-Neptuno indican una mezcla de energías planetarias que puede ser muy difícil en un nivel y magnífica en otro. Esto se debe a que ambos planetas (en el sentido astrológico de la palabra) poseen atributos altos y bajos, o, en el caso del Sol, un conjunto inferior de atributos dentro de los tres niveles en que opera el Sol.

El nivel más fundamental del Sol en la vida ordinaria es que representa la energía básica de todo. Así como la luz y la gravitación solar son las fuerzas motrices de todo el sistema, en la vida diaria el Sol representa todo lo que provee energía a los sistemas —incluido el orden social, la energía física representada por combustibles fósiles, viento o energía solar y, sobre todo, la energía fundamental de la vida misma—.

Los atributos inferiores del Sol se manifiestan cuando una persona toma la energía solar en su interior y la canaliza de tal modo que infla el ego puramente personal. Entonces tenemos al egotista clásico, la persona que quiere ser el centro de atención, que exige ser notada y que posiblemente tiene un deseo irracional de poder.

La energía de Neptuno resulta desafiante para ambos conjuntos de atributos solares, ya que Neptuno se experimenta típicamente como debilitador.

Un problema de la combinación Sol-Neptuno es que aumenta la sensibilidad al entorno y se vuelve difícil evitar que las energías del mundo que le rodea penetren y saturen su individualidad. Así, durante estos tránsitos tal vez le cueste impedir que las energías ajenas le afecten. Si esas energías son buenas, no hay problema. Si son difíciles o discordantes, puede resultar complicado.

El lado elevado de la energía del Sol es que simboliza la luz misma de la conciencia; la luz es la base de la conciencia. Cuando entendemos algo solemos decir: «¡Lo veo!». La energía simbolizada por Neptuno puede confundir y distorsionar incluso este aspecto del Sol, pero solo cuando este opera a un nivel egocéntrico y personal.

Neptuno exige que la persona ascienda a un nivel superior de conciencia —plenamente al alcance de la energía del Sol— y utilice esa energía para comprender y percibir órdenes de realidad más altos que los que vemos a diario. En la religión antigua, cuando esa religión alcanzó una visión filosófica del universo, el Sol físico se consideraba el representante de la mente universal, es decir, de la conciencia.

Tránsitos a Plutón

Las energías de Plutón en su carta natal se refieren a factores, internos y externos, que producen cambio. El cambio plutoniano típico es lento, evolutivo y se vive comúnmente como inevitable. Estas energías exigen que usted permita que los cambios sucedan, incluso si implican soltar a alguien o algo a lo que está muy apegado.

La dificultad radica en que, a veces, las energías de Plutón desafían sus apegos sin exigirle finalmente que los deje. En otras ocasiones sí se lo requerirán. Debe recordar que, si se permite soltar con elegancia, normalmente descubrirá que fue lo mejor. Mientras el Sol transita su Plutón natal, afrontará situaciones en su vida cotidiana donde surjan estos temas.

Un tránsito del Sol a su Plutón natal no suele provocar una crisis transformadora importante, salvo que otras circunstancias y tránsitos indiquen que usted ya está en tal crisis. En ese caso, el tránsito del Sol sobre su Plutón natal puede coincidir con el día en que la crisis alcance un clímax. La principal dificultad de estos tránsitos es que exigen que usted diferencie cuáles asuntos de su vida no funcionan y necesitan cambiar, tanto internos como externos. Si intenta sistemáticamente mantener estas energías transformadoras bajo control total, acabará teniendo que enfrentarlas de forma que quedarán completamente fuera de control.

Así pues, si su vida diaria le exige examinarla para ver qué necesita crecer, disminuir o desaparecer, lo mejor que puede hacer es afrontar esas necesidades con honestidad y la confianza de que puede cambiar. Cuando las energías plutonianas se resisten y no se toleran, pueden volverse muy difíciles de manejar.

Dicho esto, Plutón pasa varios años en cada signo del zodiaco y puede pasar varios meses en torno a un grado determinado. Esto significa que todas las personas nacidas cerca de usted recibirán tránsitos a Plutón natal aproximadamente al mismo tiempo. Por ello, debe determinar cuán fuertes y personales son normalmente las energías de su Plutón natal. Las personas varían mucho en este aspecto. Para la mayoría, los tránsitos del Sol a Plutón natal representan crisis y dificultades relativamente menores en el día a día.

Tránsitos a Quirón

El Sol posee la cualidad de lo Caliente y también la cualidad de lo Seco. Aunque cualquiera de ambas pueda estar en exceso y, por tanto, desbalanceada, en general se presentan de forma moderada y equilibrada. El calor del Sol provee la energía mediante la cual puede darse el proceso creativo. La luz del Sol representa la conciencia con la que se rige ese proceso creativo.

Además, no se reconoce ampliamente entre los astrólogos que el dios solar en la antigüedad, normalmente bajo el nombre de Apolo, representaba las formas más elevadas de creatividad y los estados de conciencia más claros y poderosos. Esto armoniza con la cualidad integradora de Quirón. Para que esa cualidad se manifieste en su mejor versión, requiere no solo conciencia sino también una intención fuerte y gobernada por esa conciencia.

Sin embargo, también es cierto que el Sol puede representar la voluntad dominada por impulsos del ego. Esto es el calor del Sol combinado con la sequedad del Sol, llevado al punto donde se convierte en una fuerza desintegradora en lugar de integradora. Cuando se combina con la energía de Quirón de esta forma, deja de ser sanadora y se convierte en una energía potencialmente destructiva. En todos los tránsitos del Sol sobre Quirón, bajo cualquier aspecto, esta es una posibilidad que siempre debe tener presente y debe intentar controlar. De lo contrario, las cosas resultan mal y puede haber heridas en lugar de sanación.

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Tránsitos al Medio Cielo

El Sol y el Medio Cielo tienen mucho que ver con la dirección de la vida. El Sol indica la energía básica de la vida en los planos físico y mental y, específicamente en el plano mental, significa voluntad, intención y el impulso hacia delante que surge del crecimiento en sabiduría y conciencia. El Medio Cielo es uno de los puntos de la carta que indican la dirección de ese impulso. Por ello, la combinación de ambos en su ciclo anual es muy importante para entender el ritmo de su energía vital según se dirige a los distintos ámbitos de su vida mediante los aspectos del Sol en tránsito al Medio Cielo natal.

En el plano mundano, estos tránsitos nos dicen mucho sobre hacia dónde apunta la intención de una persona en determinado momento del año. A veces lo que uno pretende está en armonía con la dirección a largo plazo; otras veces lo está menos. Sin embargo, todas las relaciones de aspecto que forma el Sol en tránsito con el Medio Cielo natal son necesarias para la evolución de la vida, pues el Sol debe iluminar cada posible aspecto de la existencia en relación con la dirección global de esa vida.

Tránsitos al Ascendente

El Sol, tanto en la carta natal como en tránsito, representa uno de los centros de energía más importantes que se pueden experimentar en el mundo y dentro de uno mismo. Al igual que el Sol astronómico, el Sol astrológico indica todo lo que es fuente de energía y poder para todo lo demás. El grado Ascendente —el grado que asciende por el este en el momento del nacimiento— es el canal más importante para transmitir la identidad de una entidad, tal como puede experimentarse externamente, al mundo que la rodea. En términos humanos representa tanto su apariencia física como la forma en que expresa su personalidad al mundo.

Por lo tanto, conforme el Sol en tránsito forma sus diversos aspectos durante el año con el Ascendente natal, otorga a su cuerpo físico y a la manera en que expresa su personalidad un impulso de energía. Esto significa que, durante estos tránsitos a lo largo del año, usted tiende a proyectarse en su entorno con más energía de lo habitual. Depende de usted que lo que exprese sea honesto y auténtico. A la larga, incluso cuando resulte inconveniente, es mejor que lo que muestre al mundo sea lo más real posible.

En el plano físico encontrará que dispone de más energía de lo normal para hacerlo. En consecuencia, incluso los tránsitos más difíciles representan oportunidades para influir en su entorno mediante tanto energía física como mayor vitalidad psicológica.

Tránsitos a los Nodos Lunares

Parecen existir tres significaciones principales asociadas a las combinaciones Sol-Nodo. La primera es un conjunto cambiante de relaciones entre la intención y voluntad conscientes frente a los patrones y hábitos instintivos. La segunda es un conjunto cambiante de relaciones entre acciones y patrones de conducta que conducen a la evolución hacia delante en la vida de una persona, especialmente a nivel de desarrollo psicológico y espiritual durante la vida. La tercera se encuentra en dos escuelas alemanas, la Escuela de Hamburgo (conocida en Estados Unidos como el Sistema Uraniano) y la Cosmobiología, la escuela asociada a los Ebertin. En este sistema ambos nodos se tratan como puntos que conectan al individuo de forma general con otras personas según la naturaleza del planeta que aspecta. No se hace distinción entre Nodo Norte y Nodo Sur en este sistema.