Los tránsitos de los planetas

Tránsitos de Neptuno



Tránsitos a la Luna

A pesar del carácter intensamente personal de la Luna y la cualidad trascendental de Neptuno, el simbolismo de estos dos cuerpos muestra una notable afinidad. Ambos actúan sobre todo a nivel inconsciente y conectan elementos de nuestra vida que solemos considerar separados e independientes. La Luna está estrechamente ligada a la sensibilidad psíquica e intuitiva, y Neptuno quizá aún más. Juntos fusionan lo inconsciente personal con lo inconsciente transpersonal. La Luna funciona en un estado pre-ego; Neptuno, en uno pos-ego. Pasar de la Luna a Neptuno es casi como completar un círculo y volver al punto de partida. Muchos astrólogos describen a Neptuno como la octava superior de Venus, y hay algo de cierto en ello, pero probablemente la Luna sea una candidata mejor. La diferencia más importante entre la Luna y Neptuno, aparte de su lugar en la jerarquía de planetas personales, interpersonales y trascendentales, es que Neptuno no tiene género, pues el género deja de existir en el nivel trascendental. En consecuencia, los tránsitos de Neptuno no favorecen a un sexo sobre el otro, mientras que la Luna se asocia tradicionalmente con lo femenino.

Tránsitos a Mercurio

A primera vista, esta parece una de las combinaciones de energías más difíciles. En su mejor expresión, Mercurio es claro, racional, ordenado y lógico, aun cuando a veces pueda ser astuto y engañoso. Fundamentalmente, Mercurio se ocupa de transmitir información; su simbolismo se preocupa poco por el contenido, pero mucho por la entrega exacta. Salvo que otros factores planetarios lo ayuden, Mercurio muestra escaso interés por la ética o la moral. Se centra en cumplir las reglas y usarlas con ingenio. Para funcionar bien, Mercurio necesita claridad y precisión. Neptuno no necesita ninguna de las dos e incluso las desanima. Eso sugeriría que los tránsitos Neptuno-Mercurio se relacionan con el engaño, la ilusión y la confusión, y esto puede ser cierto, sobre todo cuando Mercurio opera en los niveles personal o interpersonal.

Sin embargo, Mercurio también posee un lado trascendental que transmite información difícil de manejar mediante procesos racionales. Su conocimiento es intuitivo, procedente de fuentes difíciles de identificar o describir, y este lado es perfectamente compatible con Neptuno. En su mejor versión, las combinaciones Neptuno-Mercurio ofrecen ideas inspiradas, descubrimientos intuitivos e incluso experiencias místicas. La clave es no forzar; no permita que el ego marque el ritmo de la comprensión. Mercurio rige el intelecto discursivo, la facultad que toma la experiencia y, mediante un razonamiento aceptado, extrae conclusiones que no están implícitas en los datos originales. Cuando Neptuno influye en Mercurio, esta facultad flaquea. El resultado no es necesariamente la falsedad, pero el camino de la experiencia a la conclusión se vuelve oscuro.

En la historia de la ciencia, muchas ideas fundamentales se vislumbraron primero de forma intuitiva; solo más tarde se justificaron lógicamente. Las combinaciones Neptuno-Mercurio invierten el orden mercurial habitual: se parte de la conclusión y después se halla un apoyo lógico que, sin embargo, es verdadero. Esta es la expresión ideal de la mezcla. Aun así, no suponga que sus corazonadas iniciales sean automáticamente correctas, ni que sean erróneas. Demostrar su validez puede ser complicado, así que adopte la cautela clásica de Neptuno: crea solo cuando la creencia se base en la experiencia.

Tránsitos a Venus

Venus y Neptuno comparten una clara afinidad. Ambos se vinculan con el amor, aunque normalmente en distintos niveles, y ambos rigen la creatividad y la inspiración. De hecho, el talento artístico es raro en cartas que carecen de un vínculo Venus-Neptuno. Los dos planetas se asocian con la cualidad Húmeda, lo que significa que difuminan los límites y subordinan el ego individual a algo mayor. Muchos astrólogos llaman a Neptuno la octava superior de Venus, lo que implica que con Urano el ciclo planetario vuelve a empezar. Sin embargo, como se ha señalado en otros lugares, Neptuno podría verse con la misma convicción como la octava superior de la Luna.

Sus diferencias, no obstante, son significativas. Venus es un planeta personal; Neptuno es trascendental. En su expresión más elevada, Venus sí refleja la devoción y la autosuperación de Neptuno, pero en el nivel personal Venus manifiesta el amor y la creatividad en el mundo físico. Enamorarse de una persona atractiva, por ejemplo, no suele ser un acto de trascendencia del ego, aunque se sienta extático. Venus mantiene fuertes lazos con lo tangible: objetos hermosos, comodidad y placer. Neptuno no. Tradicionalmente, Venus participa de cualidades tanto Calientes como Frías, mientras que Neptuno es puramente Frío y suele bajar los niveles de energía. Cuando se combinan, las pasiones físicas de Venus se atenúan. Las relaciones coloreadas por aspectos Venus-Neptuno tienden a ser platónicas, y la creatividad florece sobre todo en artes no físicas como la música, la literatura y, especialmente, la poesía. Aun así, todo arte verdadero, sea cual sea el medio, requiere visualización mental, por lo que siempre interviene cierta sinergia Venus-Neptuno.

Tránsitos al Sol

El Sol puede funcionar por igual en los niveles personal, interpersonal y trascendental, pero nuestra cultura incentiva su expresión personal. Neptuno, en cambio, trabaja mejor trascendentalmente. Cuando el Sol opera de forma personal, su interacción con Neptuno suele ser difícil. Físicamente, el Sol representa la vitalidad básica; Neptuno puede debilitarla. Psicológicamente, el Sol conforma parte del ego; aquí de nuevo Neptuno resulta incompatible. Socialmente, el Sol simboliza las autoridades cohesivas de la sociedad, todavía por debajo de las exigencias de Neptuno. Solo cuando el Sol funciona trascendentalmente, representando el Ser en plena integridad espiritual, puede fusionarse armoniosamente con Neptuno, que simboliza la conciencia de que cada uno de nosotros es un aspecto de Dios que experimenta a Dios. Sin embargo, en la vida cotidiana, las combinaciones Sol-Neptuno suelen ser más bien desafiantes.

Tránsitos a Marte

Estos tránsitos se asemejan a los de Marte sobre el Neptuno natal, aunque existen tres diferencias clave. Primera: el paso de Neptuno sobre Marte natal puede durar desde un mes hasta más de dos años. Aunque su fuerza fluctúe, la influencia persiste desde el primer hasta el último contacto. Segunda: dado que un planeta lento activa a un Marte profundamente personal, todas las personas sienten estos tránsitos, si bien son más fuertes cuando Marte está muy aspectado o cerca del Sol, la Luna o los ángulos (Ascendente, Medio Cielo, Descendente, Fondo del Cielo). Tercera: Marte natal es lo constante, mientras que Neptuno en tránsito es la variable, lo que crea efectos distintivos para cada carta.

La naturaleza trascendental de Neptuno se sitúa fuera de la experiencia ordinaria, mientras que Marte rige la vitalidad y el impulso básicos. Así, Neptuno debilita a Marte o redirige su energía hacia metas que trascienden el ego. Marte es intensamente egoísta; Neptuno es ajeno a la conciencia del ego. En consecuencia, los tránsitos Neptuno-Marte pueden ir desde períodos muy debilitantes hasta momentos de sublime espiritualidad, y todo lo que hay entre medias.

La estrategia general es fácil de describir y difícil de practicar. Al principio, muchas personas sienten confusión. Neptuno no bloquea; disipa. Los proyectos iniciados antes del tránsito pueden perder impulso de repente. El mejor enfoque es soltar la meta original, dejar la frustración y esperar indicios que revelen un propósito superior. Aquí es donde muchos tropiezan, a veces recurriendo a drogas, alcohol o dulces ilusiones. Quienes logran rendirse suelen descubrir una nueva dirección que sirve a algo parecido a la voluntad divina; pero cuidado con proyectar deseos egoístas ordinarios sobre un telón cósmico. Suelte y permita que la energía fluya a través de usted. Incluso si la aceptación plena resulta esquiva, liberar simplemente el dolor y la frustración ayudará.

Tránsitos a Júpiter

Neptuno y Júpiter comparten la cualidad Húmeda, que difumina los límites y resalta la unidad. Su diferencia principal es que Neptuno es puramente Frío, mientras que Júpiter es moderadamente Caliente. Combinados, reducen la energía habitual de Júpiter y producen un optimismo soñador más que un entusiasmo vigoroso.

Júpiter prospera en el nivel interpersonal; es el planeta de las sociedades, las culturas y sus principios organizadores. A nivel personal puede degenerar en derechos adquiridos, mientras que en el trascendental apunta a la integración holística. Neptuno funciona mal en los niveles personal y social; su reino es lo fuertemente trascendental, pues sugiere realidades más allá de este mundo.

Ambos planetas son idealistas, aunque de formas distintas. Júpiter gobierna las formas sociales de la religión—iglesias, rituales, sacramentos—mientras que Neptuno rige al místico, al ermitaño, al profeta: figuras a menudo periféricas de la religión organizada. Neptuno también interviene en ideologías que exigen fe sin prueba. Cuando Neptuno transita a Júpiter, la confianza puede volverse mal orientada y la comprensión distorsionada, porque Neptuno se arrastra al ámbito social de Júpiter, donde puede engendrar ilusión, incluso ilusión colectiva. Durante estos tránsitos, cuide de no ver la realidad con gafas excesivamente color de rosa ni de inflar el ego con expectativas ilimitadas.

Tránsitos a Saturno

Manejar con destreza los tránsitos Neptuno-Saturno es esencial. Con más frecuencia resultan difíciles, pues conducen a la melancolía, la depresión y la sensación de que el mundo es duro. En muchos aspectos representan lo opuesto a los tránsitos de Neptuno a Júpiter.

Sin embargo, estas dos energías también pueden señalar una profunda hondura espiritual. Su expresión más elevada, si bien austera, aparece en la vida monástica o entre ermitaños y santos; Juan el Bautista es un buen ejemplo bíblico.

Saturno tiene dos rostros. El inferior gobierna las reglas, las estructuras y las disciplinas que sostienen la realidad ordinaria y, en su peor faceta, la represión inconsciente. Su lado benévolo es la adhesión disciplinada a reglas necesarias. Ambos están firmemente ligados a la realidad consensuada. Los filósofos de la antigüedad tardía y de la primera era moderna vieron un rostro superior de Saturno: una energía iniciática que revela la realidad consensuada como, en última instancia, ilusoria. Cuando Neptuno se une a este Saturno superior, vemos disciplina espiritual de la más alta categoría, ejemplificada en figuras como San Francisco de Asís.


Nota: no todas las personas experimentan estos tránsitos con igual intensidad. Saturno tarda unos dos años y medio en atravesar un signo, así que todas las nacidas cerca de su fecha de nacimiento tienen a Saturno aproximadamente en la misma posición. Los efectos son más notables cuando:

  1. Saturno está cerca del Ascendente, Medio Cielo, Descendente o Fondo del Cielo (los ángulos).
  2. Usted tiene muchos planetas o puntos significativos en Acuario o Capricornio.
  3. Saturno forma aspectos estrechos y poderosos con el Sol, la Luna o un planeta en un ángulo.
  4. Saturno realiza numerosos aspectos en otras partes de la carta.

Si ninguna de estas condiciones se aplica a su Saturno natal, los tránsitos serán perceptibles pero no especialmente poderosos.

Tránsitos a Urano

Tanto Urano como Neptuno son trascendentales y brillan con más fuerza cuando la conciencia trasciende la realidad ordinaria. Por ello, sus combinaciones pueden ser desafiantes, pues no armonizan con la realidad consensuada. En términos generales, señalan estados de conciencia alterados o alternativos, que van desde la inconsciencia literal hasta estados místicos exaltados. Las dificultades suelen provenir de las reacciones de otras personas o de la falta de preparación individual, no de las energías mismas. Esto no es la apatía de depresores como el alcohol; si hubiera que pensar en términos de drogas, la mezcla sería psicodélica. La cuestión es si quien la experimenta está listo.

En la historia moderna, Urano y Neptuno solo se han conjuntado una vez desde que ambos fueron conocidos—1993. Quienes nacieron aproximadamente entre 1990 y 1995 están llegando ahora a la adultez (escrito en 2018). Preveo que muchos remodelarán los sistemas de realidad del mundo. La conjunción anterior, en 1821, coincidió con los trabajos de Charles Babbage sobre dispositivos de cálculo primitivos; para 1993 la era digital había alcanzado nuevas cotas. El proceso continúa, impulsado en parte por la cohorte de 1993.


Nota: no todo el mundo experimenta estos tránsitos con la misma fuerza. Urano tarda unos siete años en recorrer un signo, por lo que quienes nacieron cerca de usted tienen a Urano casi en la misma posición. Los efectos son más evidentes cuando:

  1. Urano está cerca del Ascendente, Medio Cielo, Descendente o Fondo del Cielo (los ángulos).
  2. Urano forma aspectos estrechos y poderosos con el Sol, la Luna o un planeta en un ángulo.
  3. Urano realiza numerosos otros aspectos en la carta.

Si ninguno de estos factores se aplica a su Urano natal, los tránsitos serán observables pero no muy fuertes.

Tránsitos a Neptuno

Los tránsitos de Neptuno a su posición natal tienen dos significados principales. Si Neptuno es prominente en la carta, la persona los vive de forma única. Para todo el mundo, estos tránsitos marcan transiciones entre etapas de la vida. Puntos críticos en los ciclos de Saturno, Urano y Neptuno se producen cerca unos de otros, especialmente en los primeros cuarenta años, combinando una vuelta y media de Saturno, media vuelta de Urano y un cuarto de vuelta de Neptuno: la clásica «crisis de la mitad de la vida», aunque la sincronía varía.

Por estas resonancias, muchas fases importantes de Neptuno se fusionan con las energías de Saturno y Urano. Aun así, se pueden hacer algunas afirmaciones generales. Neptuno es extremadamente Húmedo, de modo que cualquier tránsito Neptuno-Neptuno disminuye la importancia de las distinciones y categorías. En casos extremos esto conduce a la desorientación, que empeora si uno insiste en dar sentido a la experiencia cuando lo más sabio sería convivir con la ambigüedad. La acción decidida resulta más difícil bajo estos tránsitos.

En segundo lugar, la línea entre el yo y el otro se difumina. Los límites en las relaciones pueden debilitarse, pero la empatía y la sensibilidad aumentan. En una multitud, usted podría sentirse abrumado, incapaz de filtrar los sentimientos ajenos, por lo que evitar grandes reuniones puede ayudar.


Nota: no todas las personas sienten estos tránsitos con la misma intensidad. Neptuno pasa alrededor de catorce años en un signo, de modo que sus coetáneos comparten posiciones similares. Los efectos son más fuertes cuando:

  1. Neptuno está cerca del Ascendente, Medio Cielo, Descendente o Fondo del Cielo (los ángulos).
  2. Neptuno forma aspectos estrechos y poderosos con el Sol, la Luna o un planeta en un ángulo.
  3. Neptuno realiza numerosos otros aspectos en la carta.

Si nada de esto se aplica a su Neptuno natal, los tránsitos serán observables pero no muy poderosos.

Tránsitos a Plutón

Neptuno y Plutón juntos son difíciles de captar. Ambos son trascendentales. Neptuno sugiere que la realidad es fluida, vaga y cambiante; Plutón representa una transformación lenta, poderosa e inexorable. Su combinación se refiere a las fuerzas que hacen que las cosas entren y salgan de la existencia tal como la conocemos.

En la mayoría de las vidas personales esta influencia está alejada de la experiencia cotidiana; se vuelve más fuerte durante grandes transformaciones colectivas. Históricamente, aspectos significativos Neptuno-Plutón coinciden con los comienzos y finales de amplios ciclos históricos. Los individuos sienten los efectos principalmente como miembros de una sociedad sometida a cambios drásticos.


Nota: no todas las personas sienten estos tránsitos con el mismo impacto. Plutón pasa al menos dos años y medio en un signo, más tiempo cuando se mueve lentamente, por lo que los coetáneos comparten posiciones similares. Los efectos son más fuertes cuando:

  1. Plutón está cerca del Ascendente, Medio Cielo, Descendente o Fondo del Cielo (los ángulos).
  2. Plutón forma aspectos estrechos y poderosos con el Sol, la Luna o un planeta en un ángulo.
  3. Plutón realiza numerosos otros aspectos en la carta.

Si ninguno de estos factores se aplica a su Plutón natal, los tránsitos serán observables pero no muy poderosos.

Tránsitos a Quirón

Las cualidades Fría y extremadamente Húmeda de Neptuno se mezclan con dificultad con Quirón, que necesita un calor moderado para crecer e integrarse. Neptuno difumina la estructura y reduce la energía, lo que puede disolver aquello que Quirón intenta unir. Dado que la influencia de Neptuno se percibe como externa, puede parecer que merma el poder curativo de Quirón. Para que esto funcione, se requieren tácticas especiales.

Neptuno se alinea con la espiritualidad superior, el altruismo y el misticismo, energías ajenas a la realidad ordinaria. En la práctica, los tránsitos de Neptuno a Quirón pueden traer enfermedad o debilidad, pero también abren la puerta a la sanación espiritual. Son especialmente adecuadas las técnicas que rinden el ego a un poder superior, como se ve en los programas de doce pasos, por ejemplo Alcohólicos Anónimos, que tratan un padecimiento claramente neptuniano. Muchos métodos de curación alternativa son más uranianos y buscan eventualmente validación científica; los métodos genuinamente neptunianos quizá nunca encajen en el naturalismo científico, pero aun así pueden curar si se los aborda con sincera apertura.


No todas las personas experimentan estos tránsitos con fuerza. Quirón debe estar bien situado en la carta, por ejemplo cuando:

  1. Quirón está cerca del Ascendente, Medio Cielo, Descendente o Fondo del Cielo (los ángulos).
  2. Quirón forma aspectos estrechos y poderosos con el Sol, la Luna o un planeta en un ángulo.
  3. Quirón realiza numerosos otros aspectos en la carta.

Si nada de esto se aplica a su Quirón natal, los tránsitos serán perceptibles pero no muy poderosos.

Tránsitos al Medio Cielo

El tránsito de Neptuno al Medio Cielo natal puede ser profundo. El Medio Cielo iguala en importancia al Sol, la Luna y el Ascendente. Mientras que el Ascendente se refiere a la presentación personal, el Medio Cielo se refiere al papel social y la dirección de vida. No es sólo la carrera en sentido de trabajo remunerado; representa cualquier vocación que exprese quién es usted. La astrología medieval lo vincula al estatus social, y los cambios de estatus—con frecuencia a la baja al principio—son habituales con aspectos difíciles de Neptuno.

El Medio Cielo refleja propósito y dirección, ambas expresiones del ego. Neptuno es transpersonal y sirve a patrones que trascienden la identidad individual. Su energía difumina las metas, lo que dificulta definirlas. Especialmente con conjunciones, cuadraturas y oposiciones (y, en menor grado, semicuadraturas y sesquicuadraturas), es probable la confusión sobre la vocación o la posición social.

Bien manejado—con más frecuencia en sextiles y trígonos—Neptuno puede profundizar la conciencia espiritual. Incluso los aspectos desafiantes pueden actuar positivamente cuando su carrera sirve de verdad a un bien mayor. Espere algo de confusión y duda, pero sepa que estos sentimientos pueden catalizar un camino más significativo.

Tránsitos al Ascendente

El Ascendente es crucial: establece las casas y simboliza cómo se proyecta usted y cómo percibe las respuestas. Es el fundamento de la personalidad. Las energías trascendentales de Neptuno parecen ajenas a la realidad cotidiana, de modo que cuando Neptuno cruza el Ascendente usted se enfrenta a realidades alternativas en un nivel muy personal. Algunas pueden ser ilusorias; otras son posibilidades genuinas aún no manifestadas. Neptuno también aparece mediante agentes mundanos de realidad alterada, como las drogas psicoactivas que, cuando se abusa de ellas, socavan la participación coherente en la realidad consensuada.

Las expresiones superiores de Neptuno—espiritualidad, lo divino, la trascendencia—pueden ser igual de disruptivas si cuestionan creencias vigentes que el tiempo ha domesticado. El Ascendente también rige el cuerpo físico, mientras que Neptuno tiene poca afinidad con lo físico y a menudo se manifiesta como debilidad o toxicidad introducida de forma oculta en el entorno. Esto ilustra cómo Neptuno, trascendental, interactúa con la vida ordinaria.

Tránsitos a los Nodos Lunares

Un ciclo completo de Neptuno respecto a los nodos abarca unos 160 años, por lo que la mayoría de las personas experimenta solo dos tránsitos de este tipo en la vida, tres como máximo. Por ello, el análisis se centra en el tránsito actual, el anterior y el siguiente.

El Nodo Norte marca la energía enviada hacia el futuro; el Nodo Sur marca la energía que regresa del pasado. Las energías trascendentales de Neptuno dificultan la plena conciencia durante estos tránsitos, aunque rara vez provocan crisis inmediatas.

No obstante, las acciones—o inacciones—adoptadas inconscientemente en un tránsito preparan el escenario para el siguiente. En ese sentido, cada tránsito Neptuno-Nodo es kármico: los efectos presentes surgen de causas pasadas, y las decisiones actuales configuran experiencias futuras. Dado que la inconsciencia es un factor clave, la confusión en el tránsito posterior es en sí misma consecuencia del anterior.

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Acerca de Robert Hand

Robert Hand es uno de los astrólogos más conocidos y prestigiosos del mundo. Tiene un especial interés en las dimensiones filosóficas de la astrología y está muy dedicado a la programación informática. Actualmente trabaja en Arhat Media como editor, traductor y editor de antiguos escritos astrológicos. Rob Hand vive en Las Vegas, Nevada, EE. UU.

Rob se graduó con honores en historia en la Universidad de Brandeis y realizó estudios de posgrado en Historia de la Ciencia en Princeton. Comenzó a ejercer la astrología en 1972 y, a medida que tuvo éxito, empezó a viajar por todo el mundo como astrólogo profesional a tiempo completo. En 2013, la Universidad Católica de América le otorgó el título de doctor en filosofía (Ph. D.).


(Fuente de la imagen: Wikipedia, © CC 3.0)

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