Resultados de investigación sobre Venus

Primera parte, por Dana Gerhardt

Felicity estaba sentada en la valla del rancho de su familia en Wyoming, con los ojos recorriendo kilómetros de campos abiertos y tierras llanas. "Estoy aburridísima", se quejaba, echándose sobre los hombros su espesa melena de pelo negro azulado. Con un fuerte suspiro, se preguntó si alguna vez saldría de este infierno de pueblo lleno de don nadie. Quería explorar el mundo. Quizá entonces encontraría por fin el lugar al que pertenecía.

Si Venus 9ª casa en Cáncer fuera una heroína de novela romántica, su historia podría comenzar de esta manera. A horcajadas sobre la valla familiar, mirando hacia un mundo más amplio, se entrega a su anhelo más profundo, la paradoja central de su naturaleza: su deseo de libertad de casa 9 y su necesidad de pertenencia de Cáncer. De hecho, el cuento de Felicity fue escrito por una Venus en Cáncer de 9ª casa. La autora fue una de los cientos de personas que respondieron a una breve nota que aparecía al final de mi último artículo sobre Venus (que lanzó esta serie de planetas hace dos años): Actualmente estoy trabajando en un libro sobre Venus. Si quieres participar en mi investigación, tengo un jugoso cuestionario que te ayudará a explorar tu colocación de Venus y a verificar lo que la diosa quiere que sepamos los astrólogos. Envía un correo electrónico si estás interesado.

Esperaba que respondieran una docena, tal vez veinte o treinta almas valientes. Ese número seguramente disminuiría cuando vieran mi cuestionario con 32 preguntas abiertas que indagaban en todas las facetas de la experiencia Venus: amor, relaciones, gustos estéticos, creatividad, finanzas, sexo, penas y felicidad. Habiendo trabajado durante años en investigación de mercados, conocía bien las probabilidades de que los encuestados rellenaran una encuesta larga, sobre todo una tan íntima. No había planeado unirme a las filas de Michel Gauquelin con un vasto proyecto estadístico.  (1) La mía sería una investigación cualitativa, no cuantitativa.

El cuantitativo habla en porcentajes. Requiere una muestra cuidadosamente controlada y preguntas no ambiguas, enfocadas a apoyar o refutar alguna hipótesis en curso. La cualitativa se utiliza cuando un investigador no está seguro de lo que va a encontrar. Es exploratorio y subjetivo, como cuando se reúne a una docena de personas en un grupo de discusión para hablar de las patatas fritas o el líquido para encendedores. Las pautas y el diseño del estudio no se aclaran hasta que se inicia la charla. El instrumento de recogida de datos no es un ordenador, sino la mente del investigador, que debe convertirse en una esponja en un cubo y sumergirse por completo en lo que aparezca.

Rápidamente estaba más que inmerso. Me estaba ahogando. Me inundaron de encuestas durante meses. Cuando el mismo artículo apareció un año después en la página web de Astrodienst (y olvidé borrar mi nota de autor), más Venus se ofrecieron voluntarias. Después de que algunos abandonaran y tuviera que rechazar a otros, conté 426 encuestas completadas. Esto en sí mismo fue un hallazgo. Afirmaba que el interés por el arquetipo de Venus era lo suficientemente convincente como para arrastrar a muchas personas, por lo demás muy ocupadas, a completar un extenso cuestionario revelador de sí mismas. Afortunadamente, bastantes personas afirmaron que el mero hecho de responder a la encuesta les había acercado a Venus. Ésa era mi esperanza: que las preguntas recompensaran tanto a los encuestados como al investigador con una nueva conciencia de su presencia.

Aunque estaba encantada, muchos días tenía miedo de entrar en mi despacho. La intimidad, la profundidad y el gran número de respuestas eran desalentadores. Como muchos astrólogos en activo, no me daba cuenta de mis propios tránsitos. Al final me di cuenta de que Neptuno estaba en cuadratura con Venus. Podía haber esperado que esto levantara los velos de la inspiración creativa, trayendo una sensación de absorción atemporal mientras pasaba días leyendo cuestionarios y noches recibiendo mensajes oníricos de la diosa misma. Lamentablemente, no solemos recibir el tránsito que deseamos, sino el que aparece. A mí me tocó el tránsito "perdido" de Neptuno. La imaginación se congeló y me quedé en blanco. Toda comprensión que creía tener de Venus desapareció. Alternaba entre leer cuestionarios y evitarlos, sintiéndome perpetuamente en el mar con el proyecto. Una vez completado el tránsito de Neptuno, prácticamente el mismo día en que se levantó, una visión de cómo organizar e informar de los resultados llegó como una tormenta. Como suele ocurrir con los tránsitos de Neptuno, una parte de mí, envuelta en la inconsciencia, había estado trabajando todo el tiempo. El resultado es "Tu Venus desatado", no un libro, sino un informe informatizado diseñado para ofrecer al lector lo mejor de lo que yo había experimentado, una inmersión profunda en el arquetipo de Venus. Contiene lo que he aprendido en mi viaje personal a Venus durante los últimos cinco años, pero, lo que es más importante, está lleno de las voces de mis generosos participantes en la investigación, que me permitieron citar (con anonimato) sus percepciones y experiencias.

Muchas historias me hicieron llorar, como ésta de una Venus de Géminis en conjunción con Urano. Géminis es el mensajero y Urano puede aportar destellos de conocimiento de otro mundo; si combinamos esto con una conjunción Luna/Neptuno muy psíquica en la casa XII, no es de extrañar que esta mujer trabaje como canal. Literalmente, en el siguiente relato de un recuerdo feliz, su Venus de Géminis se convirtió en el mensajero del Amor.

"Durante mucho tiempo he sabido que la vida continúa después de la muerte. No necesitaba pruebas; simplemente formaba parte de mi conciencia. A las pocas horas de que el amado de mi hija muriera atropellado por un conductor, empecé a oír -como si las hubieran dejado caer en mi mente- las palabras y la música 'Siempre te querré' y tuve la imagen de una docena de rosas de color rojo oscuro con una rosa blanca. Comprendan que rara vez recibo mensajes clarividentes. Yo 'sé' cosas; no las 'veo'. Al principio ignoré las palabras, pero se repetían una y otra vez, no toda la canción, sino "Siempre te querré" con la imagen de las rosas. Finalmente decidí seguir mi intuición. De camino a casa de mi hija, pedí que le enviaran las rosas rojas y la blanca, y escribí en la tarjeta: "Siempre te querré". Sin firma. En cuanto terminé de escribir, oí en mi interior, en la voz de Arthur: "Gracias, madre". Me inundó tal sentimiento de amor y gratitud que apenas pude contenerlo. Puede parecer extraño que una ocasión tan desgraciada fuera también motivo de felicidad, pero nunca olvidaré lo contenta que me sentí por esta muestra de amor continuo y lo agradecida que me sentí por poder ayudar."

En los tres recuerdos felices compartidos por los encuestados, a menudo aparecían temas relacionados con su signo de Venus, su casa o sus aspectos. Lo mismo ocurrió cuando pregunté por tres momentos infelices, ya que si Venus define lo que nos trae alegría, también define nuestras penas. Venus puede ser descarada y sexy, pero como principio de receptividad, también es tierna y sensible, y se expone por lo que no puede soportar. La siguiente anécdota proviene de una Venus en Libra. Se trata de un suceso sin importancia, pero es probable que perdure en la memoria porque se enfrenta a temas tan centrales en esta colocación: la sintonía con los demás, el deseo de belleza y armonía, y el horror a todo lo áspero, grosero o feo.

"Cuando era adolescente, me fui a un internado, dejando atrás a mi dulce novio. Cuando volví a casa para las vacaciones de Navidad, había cogido el sarampión de una epidemia en el colegio. Tenía la cara hinchada. En aquella época en el campo no teníamos teléfono. Mi dulce novio apareció sin que yo hubiera tenido ocasión de decirle que no viniera. Me escondí en mi habitación porque no quería que me viera tan fea, pero mi madre insistió en que fuera. Insistió tanto que me resultaba más incómodo esconderme que aparecer. Me sentí profundamente desamparada por ella, profundamente humillada por aparecer brevemente y ver la expresión horrorizada de su cara, que fue, de hecho, la última vez que le vi".

¡Si la madre de este Venus en Libra hubiera sabido algo de astrología! Cuando redacté mi cuestionario, no sabía qué preguntas serían las más productivas. Los recuerdos felices e infelices fueron reveladores, pero los retratos más imaginativos de los Venus de cada signo surgieron de dos preguntas en particular: Les pedí que describieran a alguien cuya expresión femenina más admiraran y que describieran su idea de una diosa, ya fuera real o imaginaria. A menudo, estas respuestas coincidían sorprendentemente en el signo, apareciendo mujeres y diosas de la independencia y la fuerza para las Venus en Aries, mujeres/diosas compasivas y cariñosas para las Venus en Cáncer, y para las Venus en Leo, mujeres/diosas risueñas y brillantes que se expresaban con confianza. Aunque el siguiente relato no es típico de las Venus en Acuario (que tienden a admirar la independencia, la heterodoxia y la capacidad de amar incondicionalmente), es bastante apropiado para este signo. ¡Quién sino Venus en Acuario describiría a una diosa ET!

"Sí, he conocido a una diosa. Una noche lluviosa nuestro grupo de observación del cielo vectorizó una nave en Gran Bretaña y yo, junto con otros dos hombres, uno de la BBC, fuimos enviados a investigar las inusuales luces a unos 400 metros de distancia. Nos encontramos con una mujer perfectísima flotando sobre el barro del campo. Se acercó a un palmo de mi cara y me repitió el saludo. Me di cuenta de que no podía mover el cuerpo, ni tampoco los demás. Nos quedamos inmóviles, en silencio, tranquilos y atónitos. Ella siguió adelante. Al cabo de un minuto nos dimos cuenta de que podíamos movernos de nuevo. Los tres estuvimos de acuerdo en que habíamos visto una Reina ET o una Diosa. Medía menos de 1,70 m y tenía una forma y un rostro perfectos. Sus movimientos eran soberbios, llenos de gracia y su manto brillaba con resplandor. Actuaba con realeza, pero sin falso ego. Todavía estoy impresionado por esto y ocurrió hace más de diez años".

Según los estándares de la investigación, mi muestra era sana, pero difícilmente representativa de la población en su conjunto. Escuché a mujeres y hombres, pero predominantemente mujeres. Las edades oscilaban entre los 17 y los 79 años, y la mayoría tenía entre 40 y 65 años. Todos estaban interesados en la astrología y muchos ejercían profesiones creativas regidas por Venus. El hecho de que la muestra fuera autoseleccionada limita mi autoridad para generalizar sobre la experiencia de Venus de todo el mundo. Pero los signos que decidieron participar constituyen en sí mismos un hallazgo interesante. Para cada signo, el número medio de encuestas completadas fue aproximadamente el mismo, con cuatro excepciones notables. Las muestras de Virgo y Escorpio fueron casi el doble que las de los demás signos; las encuestas de Tauro y Libra fueron casi la mitad de la media.

¿Por qué había oído hablar de tantas Venus en Virgo y Escorpio y tan pocas en Tauro y Libra? Mi teoría al respecto fue evolucionando con el tiempo, hasta que finalmente me llevó al hallazgo que considero más importante. Al principio, el sesgo de la muestra tenía un simple sentido astrológico. Virgo y Escorpio son los signos más asociados a la investigación. Virgo tiene la paciencia y la curiosidad analítica necesarias para llevar a cabo una larga encuesta. A Escorpio le gusta indagar bajo la superficie en patrones y causas psicológicas. Además, en el artículo que llevaba mi invitación, había expresado mi confusión acerca de mi propio Venus en Escorpio, lo que provocó la compasión de muchas otras personas con Venus en Escorpio.

Pero, ¿por qué las muestras de Tauro y Libra eran tan escasas? Como signos regidos por Venus, podrían haber estado más dispuestos a explorar los asuntos relacionados con Venus. Sospechaba que el tono de mi artículo había llevado a la muestra en la dirección opuesta. Me había sentido insatisfecha y desconcertada por mi experiencia con Venus y, sin querer, había sesgado la representación hacia las posiciones tradicionalmente infelices. Venus está en detrimento en Escorpio, en su caída en Virgo; en Tauro y Libra, tiene una disposición más regia. Quizá mi muestra no hizo más que confirmar el sistema astrológico de regencia y detrimento. Los que tenían a Venus bien colocado estaban ocupados disfrutando de su vida feliz y tenían poca necesidad de seguir explorando. Los que tenían una posición problemática eran más propensos a contar sus dificultades y, con suerte, a desentrañarlas. (2)

Sin embargo, cuando leí las encuestas, dejé de creerlo. Muchos de los Virgo y Escorpio tenían maravillosas expresiones de Venus. El nivel de su conciencia sensual y su compromiso creativo indicaban una fuerte alineación con Venus en su vida cotidiana. Estos signos no eran en absoluto malos para la diosa. De hecho, más tarde descubrí que entre los sumerios, Virgo y Escorpio eran las dos constelaciones más asociadas con Venus (como Inanna/Ishtar).  (3) Entre los Venus en Aries, un signo también en detrimento, encontré una sensibilidad apasionada que recordaba a las primeras descripciones históricas de este arquetipo, como diosa tanto del amor como de la guerra. El grupo con Venus en Piscis, un signo considerado favorable para Venus porque está exaltado aquí, tenía un sabor pisciano especial de creatividad, idealismo e inclinaciones sobrenaturales. Pero las bendiciones generales del grupo caían dentro de la misma curva de campana que los demás signos, con unos pocos al margen que parecían desmesuradamente agraciados o malditos, y el resto disfrutando de una gama media de altibajos de Venus. En una encuesta tras otra, la dificultad o facilidad con el arquetipo de Venus parecía estar menos condicionada por el signo o la casa que por las experiencias vitales, que a menudo mostraban una mayor correlación con los aspectos de Venus. Pero el significado real de estas experiencias lo decidía el libre albedrío, es decir, la actitud del individuo hacia lo que había ocurrido.

Entonces, ¿qué causó el sesgo Virgo/Escorpio y Tauro/Libra? Ahora creo que fue la propia astrología. Mis lectores son expertos en astrología. Sospecho que las personas con Venus en Tauro y Libra estaban menos dispuestas a participar porque, en general, estaban contentas e inspiradas por lo que habían oído o leído sobre su Venus. Los que tienen Venus en Virgo y Escorpio se sintieron insatisfechos o desconcertados por los expertos en astrología. En sus cuestionarios, muchos encuestados se mostraban abiertamente enfadados con estos juicios; otros estaban de acuerdo ("Sí, soy fría y quisquillosa" o "Sí, soy retraída y vengativa. ¿Estoy condenada?") A menudo, me encontraba a mí misma deleitándome con el retrato único de las sensibilidades venusinas de alguien a lo largo de una encuesta, sólo para descubrir al final, cuando le pedía una opinión sobre su ubicación de Venus, que el individuo caía tristemente en la fila, pensando que estaba maldito.

Esto me llevó a la conclusión más importante: la astrología tiene que hacer limpieza. Tenemos que mirar más allá de los estereotipos culturales de Venus. Y tenemos que abandonar nuestro hábito de nombrar colocaciones "buenas" o "malas". La evaluación de la debilidad o fortaleza planetaria, muy valiosa en los juicios horarios, (4) tiene menos relevancia en la astrología natal. En las cartas natales, los detrimentos, las caídas o las exaltaciones no son especialmente útiles, salvo porque hacen que las personas se sientan bendecidas o malditas. Mejor es determinar por qué una persona nació con una disposición particular de signo de Venus, casa y aspectos. He llegado a creer que, sea cual sea, es la posición ideal para la expresión femenina de esa persona. Es su asignación, el camino hacia su felicidad. Ayudar a esa persona a recorrer este camino con confianza y alegría es un buen uso de la astrología, aunque requiere una nueva escucha y un nuevo aprendizaje. Cuantos más cuestionarios leía, más convencida estaba de que todas las posiciones de Venus son bellas. Mi trabajo consistía simplemente en descubrir por qué. Se trata de un enfoque venusino, ya que sus valores fundamentales son la aceptación y el aprecio.

Consideremos Venus en Virgo. Los libros de astrología suelen presentarla como una estirada maestra de escuela, fría en el amor y llena de críticas. Pero, en conjunto, las Venus de Virgo que encontré eran más sensuales que las de cualquier otro signo, si la sensualidad no se mide por la rapidez con la que uno se acuesta con un amante, sino por lo desarrollados que están los sentidos, lo acostumbrado que uno está a los placeres del gusto, la vista, el tacto y el sonido. Los Venus Virgo amaban la calidad más que la crítica. Se sentían tan a gusto en la naturaleza que, por muy tímidos que fueran, disfrutaban mucho más desnudos que cualquier otro signo. ¿Cómo escribir esto para un libro de cocina? Considere la siguiente descripción de uno de mis participantes Venus-en-Virgo:

"Mi Venus es fuerte, voluptuosa y mágica. Amazónica. Con los pies en la tierra, pero llena de fuerza vital. Puede realizar hazañas aparentemente imposibles. Es solitaria. Conectada con la naturaleza. A la luz de la luna, conversa con las estrellas. Tiene el tipo de ojos en los que te caes y de los que no quieres salir. Es pura apertura y fluidez. No se la puede retener ni poseer, sólo deleitarse en ella si se tiene la suerte de encontrarla. Es extrañamente poderosa pero tímida, rara como un unicornio e igual de tímida".

El retrato es fantasioso, pero capta la feminidad de Virgo mejor que cualquier cosa que haya visto en un libro de astrología. Venus en Capricornio es otro signo a menudo maltratado por los astrólogos. Este Venus suele describirse como poco afectuoso y reservado, con tendencia a casarse por estatus más que por amor, eligiendo parejas que puedan aportarle ventajas materiales. Entre los Venus de Capricornio que analicé, encontré pocos indicios de que esto fuera cierto. El problema con la mayoría de las interpretaciones de Venus es que no hacen más que ponerle un vestido a un signo solar. Como los Soles de Capricornio pueden ser estirados y calculadores, se supone que los Venus de Capricornio tienen los mismos rasgos. Esta forma de pensar no tiene en cuenta el arquetipo de Venus, cuyas cualidades son universales. Venus aporta a todo el mundo acceso al placer, la pasión, la abundancia, la alegría, la creatividad, la potencia sexual y el amor propio. El reto consiste en descubrir cómo se desarrollan mejor sus valores en un signo concreto. Las posibilidades son más variadas de lo que se suele imaginar. Considere el siguiente retrato de una Venus Capricornio. La persona cuya expresión femenina más admira no es un Donald Trump con vestido, sino alguien terrenal, responsable y bella por ser a la vez robusta y suave, que valora la tradición y está dispuesta a trabajar. Estos también son rasgos de Capricornio.

"Admiro a mi abuela, una anciana formidable. Era muy dura y muy fuerte. Tuvo una vida dura, como muchos de su generación, y había enviudado y, por tanto, había estado soltera durante todos los años de su vida adulta menos seis. Para mí, ella encarna a la mujer, ya que demostró una gran fuerza de carácter. Tan feroz en algunos aspectos -era enfermera, madre soltera, ama de casa y cocinera meticulosa- y tan femenina en otros -siempre vestida correctamente, siempre con joyas o sombreros o broches, siempre con el abrigo adecuado, siempre digna-. Había alfombras de encaje hechas a mano por toda su casa y chales tejidos a mano para los bebés a los que adoraba. En su vitrina había restos de ramos de novia de las bodas de su hija y su nuera".

Quién sabe si la abuela descrita era realmente una Venus en Capricornio. La belleza vive en el ojo del espectador, así que el retrato revela un tipo de belleza femenina que inspira a una Venus de Capricornio. Otro signo de Venus a menudo tachado de poco apasionado es Géminis. Se cree que el andrógino Mercurio, que rige este signo, diluye su sensualidad. Yo descubrí lo contrario. Inteligente, juguetón y coqueto, el grupo de Venus en Géminis era deliciosamente hábil en muchas artes venusinas. Incluso más que Venus en Libra, que suele ser alabada por sus encantos sociales, las Venus en Géminis no tenían reparos en acercarse a la gente y encandilarla (mientras que Venus en Libra era más reticente y sensible, y se mortificaba más fácilmente si la rechazaban).

Contrariamente a lo que dice la astrología, Mercurio da a Venus una ventaja especial. Eso se debe a esta verdad: el Amor y el Sexo están íntimamente conectados con la Mente. Saber esto era en realidad el arma secreta de Cleopatra.  (5) No era una belleza: tenía la nariz aguileña, los labios finos y el cuerpo rechoncho. Pero se enrolló en una alfombra y se la entregó a Julio César. Cuando éste la desenrolló, Cleo empezó inmediatamente a deslumbrarle con su conversación, hablando en perfecto latín y griego, encantándole con poemas, historias y risas. Aquella noche lo conquistó. Al igual que Cleopatra (que, por cierto, adoraba las bibliotecas), Venus en Géminis tiene unas habilidades de locura. Es la cortesana por excelencia.

Pero todas las Venus tienen habilidades locas. Para descubrir las tuyas, debes aprender a acercarte a ella como un amante. Mírala como Don Juan deMarco ve a las mujeres. (6) "Veo a las mujeres por lo que realmente son: gloriosas, radiantes, espectaculares... No estoy limitado por mi vista. Las mujeres reaccionan ante mí de la forma en que lo hacen... porque percibo la belleza que habita en ellas hasta que abruma todo lo demás y entonces no pueden evitar su deseo de liberar esa belleza y envolverme en ella". Tu Venus sólo quiere lo mismo de ti.

1. Michel Gauquelin es un estadístico y astrólogo francés que demostró la fuerza de los planetas situados a menos de diez grados a cada lado de los ángulos correlacionando la celebridad y la carrera con las posiciones planetarias en miles de cartas. >>
2. Venus en Aries también está en detrimento y Venus en Piscis está exaltado. Ambos signos, sin embargo, mostraron representación dentro de la media. >>
3. Anne Baring y Jules Cashford, The Myth of the Goddess (Arkana, 1993), p. 200. >>
4. En astrología horaria, se calcula una carta para el momento en que un cliente hace una pregunta a un astrólogo. Los planetas simbolizan determinadas personas o resultados; su fuerza y su debilidad se utilizan para predecir su probable éxito. >>
5. Por esta información sobre Cleopatra y otras muchas seductoras que utilizaron más el cerebro que la belleza, estoy muy agradecida a Betsy Prioleau por su libro, Seductress: Women Who Ravished the World and Their Lost Art of Love (Penguin, 2003). >>
6. Esta cita se refiere al personaje interpretado por Johnny Depp en la película de 1995, Don Juan deMarco. >>

Autora: Dana Gerhardt

Dana Gerhardt se licenció Magna Cum Laude por el Occidental College de Los Ángeles y obtuvo títulos en Literatura por la Universidad de Columbia y la SCULA. Trabajó durante muchos años en grandes empresas antes de convertirse en astróloga profesional. Imparte conferencias y seminarios y escribe para numerosos sitios web y revistas de astrología. Dana Gerhardt se cuenta tanto entre los creyentes como entre los escépticos, no satisfecha con los supuestos de la astrología hasta que puede captar y saborear las pruebas en la vida de las personas. Por esta razón, le gusta escribir sobre confesiones y anécdotas de la vida real en sus artículos.

Más acerca de Dana Gerhardt
Dana Gerhardt en Astro-Databank

Traducción: Lina Contreras (lina@astrologia.social)