Las Estaciones del Año y la Astrología - El Ciclo Arquetípico
por Manuel Ignacio Quiles
Introducción
El ser humano moderno ha perdido el contacto vital con las estaciones del año; estas se percibían mucho más en las civilizaciones agrícolas o campesinas, pero su importancia sigue siendo tal, que definen el ciclo básico de los signos astrológicos. El nombre literal, “estaciones”, nos remite a las etapas y estancias del Sol en el cielo, tal como las estaciones del recorrido de un tren; esta es la razón de por qué la que la mitología griega nos habla del “carro del Sol” (Helios), como un vehículo que transporta al astro rey y describe –por un lado- el viaje diario en el cielo del día y de la noche, con cuatro momentos: la salida del sol, el mediodía, el ocaso y la medianoche, -y por otro lado- el viaje anual, cuyas estaciones son la primavera, el verano, el otoño y el invierno.
Sólo el planeta Tierra tiene estaciones climáticas tan definidas, pues es el único planeta con vida que tiene el eje inclinado, alejándose y acercándose del Sol como un trompo ladeado durante el ciclo del año, permitiendo así una vida de gran diversidad biológica, los paisajes, los fenómenos del clima y los estados de ánimo tan diferentes que éstos provocan. Una cierta tradición esotérica afirma que antes de la evolución humana, el eje era recto, y que una misteriosa civilización provocó su inclinación para tales fines espirituales: el plan biológico de la evolución animal y vegetal, y el plan civilizatorio de las culturas. De cualquier manera, las estaciones son mágicas y nos influyen sobremanera, determinando en el fondo los doce signos (las “estaciones menores”) y nuestro destino al haber nacido en algún punto de ese ciclo anual.
En el viaje anual del Sol, tenemos dos grandes etapas, una luminosa y caliente, y la otra más oscura y fría; es como si hubiera dos estaciones básicas, una yang y la otra yin, con cuatro momentos de cambio: dos equinoccios, la primavera y el otoño que es cuando empiezan las dos grandes estaciones –son puntos de pasaje, con mucho cambio-, y dos solsticios, el verano y el invierno que es cuando estas estaciones han llegado a su a máximo apogeo y comienzan a declinar –son puntos más estables-. Equi-noccio viene de aequinoctium (aequus nocte), "noche igual", y sol-sticio viene de solstitium (sol sistere), "Sol quieto", o Sol estacionado.
Dane Rudhyar, el gran astrólogo holístico, en su libro “El Latido de la Vida” que es donde desarrolla los doce signos, nos habla de “fuerza del Día” y la “fuerza de la Noche” como significando el yang y el yin, fuerzas que van a sucederse entretejiéndose durante el año, pero para que aquí no haya confusiones, hablaré de la “fuerza del Verano” y la “fuerza del Invierno” como las dos grandes energías que se suceden y entremezclan produciendo todo lo conocido.
Sabemos que Yang-Verano es expansivo, activo, extravertido, alegre, vital, consciente y productivo; y que Yin-Invierno es receptivo, introvertido, reflexivo, triste, no-vital (la hibernación, el sueño, el descanso, la muerte), inconsciente y acumulativo. Esto es visible en el ciclo de la naturaleza y en los estados de ánimo que nos provocan, pero lo que es nuevo y revolucionario, es el punto de vista de Rudhyar que atribuye al Verano-Yang el valor de INDIVIDUAL (corporal, personal y concreto), y al Invierno-Yin el valor de COLECTIVO (mental, virtual y simbólico).
Ello viene al encuentro de la gran división entre los 6 primeros signos y casas como individuales, inaugurados por Aries, y los 6 restantes como colectivos, inaugurados por Libra. El objetivo del presente trabajo es mostrar la gran analogía entre las estaciones y los signos (lo que fue hecho desde siempre por los astrólogos tradicionales), pero incorporando aquella última atribución, lo que es nuevo y revolucionario.
Así, en la primavera-verano la naturaleza nace, crece, florece, se reproduce, fructifica y se vive sensorialmente (se goza directamente), lo que simboliza y es paralelo al desarrollo instintivo, físico, sensorial, emocional y mental personal, la “infraestructura de la personalidad” (el “aparato psíquico” del individuo); y en el otoño-invierno la naturaleza decae, muere, se apaga, pierde las formas, se transforma lo producido, se conservan las semillas y se prepara el terreno para el nuevo ciclo, lo que simboliza y es paralelo al predominio de los procesos sociales, culturales, colectivos, cósmicos y espirituales de trabajo y conocimiento.
Esto podemos verlo en la famosa fábula de Esopo de la hormiga y la cigarra (dejando de lado la moraleja tradicional): la cigarra es el verano, un “canto individual al sol”, y la hormiga (que es siempre el hormiguero) es el invierno, un trabajo colectivo de elaboración y mantenimiento de Natura. También se puede establecer aquí una analogía con las edades del hombre: infancia y juventud - juego, crecimiento corporal, aventuras = primavera-verano-; adultez y madurez - responsabilidades sociales, trabajo = otoño-invierno-.
Esto es así en los dos hemisferios del planeta Tierra, que tienen cambiadas las estaciones: no es casualidad que en ambos lados del globo los ciclos lectivos, el comienzo del año laboral y educativo es en el otoño, y las grandes vacaciones son en el verano, energía que comienza en la primavera, y que define el fin del año laboral y educativo. Observamos entonces que la primavera nunca es el comienzo del año de las tareas colectivas, lo que viene a resolver la paradoja de que Aries, el signo de la primavera en el norte y tradicionalmente considerado como los comienzos, no sea el comienzo del año “humano laboral” y sí el comienzo del año “natural”.
En mi país, Argentina, el día de la primavera (21 de septiembre) coincide con el día de los estudiantes, que salen a festejar en los parques, y es un hecho que los profesores siempre han observado que a partir de esa fecha los estudiantes decaen en su esfuerzo de estudio y en la práctica pierden la concentración por resto de ese año.
Vemos así que hay una dialéctica entre naturaleza y sociedad: cuando la naturaleza se expande, retrocede la sociedad, y cuando la naturaleza decae, la sociedad predomina. El nacimiento de la agricultura y la ganadería extensivas provocó un auge de la sociedad y la cultura, con el florecimiento de las grandes ciudades y el nacimiento de “los 21 imperios o civilizaciones” (idea de Toynbee), se desarrollaron las técnicas y las leyes, las religiones y estados universales, las filosofías y las ciencias, y curiosamente nacieron las astrologías, como sistemas de explicación cósmica.
Sólo donde hace frío nacieron las civilizaciones, justamente para hacer frente a ese desafío; en los trópicos, a pesar de tener dos estaciones, una de lluvias y otra de sequía, imperaba un sistema de economías de subsistencia y organización tribal: hay suministro de Natura todo el año. La astrología tradicional no lleva en cuenta este desarrollo histórico que estoy levantando -siguiendo a Rudyar-, y se maneja con esquemas simples que más corresponden a la etapa campesina y pastoril (de allí los nombres de los signos: la cabra, el carnero, el toro, los peces, la balanza -de las ferias antiguas-, el aguatero, el arquero) puesto que sólo razona en términos individuales y tribales, y no en términos colectivos civilizatorios.
En la antigüedad (o tal vez hoy en medio de la selva, el círculo polar o el desierto), en las sociedades tribales de los cazadores-recolectores o economías de subsistencia, el hombre estaba en contacto directo con la naturaleza, dependía de ella, y predominaba el cuerpo, sus instintos, las necesidades básicas y la formación básica de la mente a través del lenguaje, una cultura simple y mitologías locales. Las totalidades más abarcadoras eran la familia, el clan y la tribu, apenas prolongaciones del individuo, pues signadas por la raza, la sangre y la tradición. Con la aparición de la agricultura y la ganadería más extensivas, nacen los excedentes y la riqueza, las clases sociales, las religiones y filosofías universales y el Estado, predominando así las realidades colectivas de las ciudades, las naciones, y actualmente el planeta entero y la “humanidad”, puesto que vivimos una civilización global.
Cuando se habla de la dialéctica natural-social podemos ver que es una manera de hablar de la dialéctica individual-colectivo, pero para que no haya confusiones o reducciones a un social bajo -lo social alienante del sistema imperante-, o un colectivo masificador, es mejor hablar de la dialéctica personal-transpersonal, para que esos conceptos de social y colectivo incluyan el planeta entero y lo cósmico, las totalidades mayores que incluyen el microcosmo individual. Estos conceptos avanzados se plantean en lugar de los antiguos de materia-espíritu, cuerpo-alma, ego-amor, que conllevan un juicio negativo hacia la parte física e individual.
La astrología debe reflejar estos procesos de formación y evolución de la humanidad, con el esquema de los seis signos individuales y los seis signos colectivos, que, sabemos, vienen en pares opuestos y complementarios, reflejándose esto último en el hecho que cuando es primavera y verano en el hemisferio norte, es otoño e invierno en el hemisferio sur (exactamente igual que el día y la noche aconteciendo al mismo tiempo en el globo terrestre). Esta dimensión temporal complementaria no la llevan en cuenta los astrólogos en el hemisferio Norte, donde se considera hasta hoy que Aries es la primavera y el comienzo de todo, y Libra es el otoño y el medio del año, pues nadie lleva en cuenta al hemisferio Sur.
Esto último es comprensible dado que hasta el descubrimiento de América y la circunnavegación de África y del planeta entero, sólo “existía” el hemisferio Norte, y casi todas las civilizaciones (20 de 21) eran de allí, que es donde nació la astrología. Sólo el imperio Inca perteneció al hemisferio Sur (es necesario decir que fue en una región fría de este hemisferio, en la altura de los Andes), y actualmente sólo 10 naciones de más de 190 en total, existen “aquí abajo” que usan la astrología occidental: Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Este punto de vista de los signos opuestos complementarios que reflejan el ciclo de las estaciones opuestas que se dan al mismo tiempo en la Tierra, está naciendo aquí en esta parte del globo, y sólo podía nacer aquí, lo que nos da una cierta ventaja, una globalidad aún mayor, una consciencia planetaria aún más abarcadora.
Puntualicemos nuevamente: en la Tierra siempre se están dando las estaciones opuestas complementarias al mismo tiempo (exactamente como se dan el día y la noche al mismo tiempo en el planeta): cuando es primavera en el Norte, es otoño en el Sur; cuando es verano en el Norte, es invierno en el Sur. Podemos basar astronómico-astrológicamente este fenómeno observando que cuando el Sol está en el grado 0° de Aries desde el punto de vista geocéntrico, la Tierra está en el grado 0° de Libra, desde el punto de vista heliocéntrico.
Esta es la fundamentación de las estaciones cambiadas en los dos hemisferios:
Sol = Aries = primavera = Norte > Tierra = Libra = otoño = Sur
Y cuando el Sol está en el grado 0° de Capricornio, la Tierra está en el grado 0° de Cáncer:
Sol = Capricornio = invierno = Norte > Tierra = Cáncer = verano = Sur
En este punto debo recordar que para algunos astrólogos, la astrología heliocéntrica es tan importante como la geocéntrica, y ambas se complementan de manera mágica y necesaria. En una fusión de los dos puntos de vista, el heliocéntrico y el geocéntrico, debemos recordar que el Sol no se mueve, que la posición del Sol en el círculo zodiacal lo único que hace es delatar el giro y la posición de la Tierra en aquél, donde realmente se mueve. La famosa eclíptica, el círculo del Sol en el cielo, no es más que el reflejo exacto del círculo que la Tierra da realmente en el cielo. Desde este punto de vista, el Sol “parece” que está en un signo pero es la Tierra la que “está” ciertamente en el sector del cielo opuesto. Sin poder fundamentar más aquí este punto de vista, yo reivindico como indispensable por lo menos la posición de la Tierra en el zodiaco (que siempre está en el signo opuesto y el grado exacto opuesto al Sol) para poder comprender por qué en el planeta dos estaciones se dan al mismo tiempo de forma invertida. Yo no he leído en ningún astrólogo una solución para este misterio ni encontrado otra explicación para este fenómeno tan fundamental.
Cuando es verano en un hemisferio, predomina la luz, el calor y lo individual, lo que no quiere decir que la oscuridad, el inconsciente y lo colectivo dejen de existir (pues hay noche, se duerme, y la colectividad no desaparece). Cuando es invierno, predomina lo colectivo, pero no quiere decir que lo individual y corporal desaparezcan: el concepto de predominio es la clave. La estación opuesta complementaria se vuelve latente (sigue existiendo aunque no predomina), y esto se ve en el planeta que muestra ambas estaciones a la vez en ambos hemisferios, pero invertidas.
Una hipótesis que se levanta naturalmente en este punto, es la diferencia que habría en las personas del mismo signo solar en ambos hemisferios: un ariano del hemisferio norte que nace en la primavera, sería diferente de un ariano nacido en el hemisferio sur donde se presenta el otoño, pero, ¿cuál sería esa diferencia? La hipótesis que levanto es que las personas del hemisferio norte serían más “Sol orientadas”, y las nacidas en el hemisferio sur serían más “Tierra orientadas”, lo que significa que en el Sur sería muy evidente el signo opuesto, pero sin negar el signo solar.
Compartiendo esta hipótesis con mis alumnos avanzados, analizábamos a los piscianos en el hemisferio sur, que presentan todos –junto a rasgos piscianos típicos- muy evidentes rasgos virginianos: orden, habilidades de tierra, racionalidad; evocamos enseguida a una alumna pisciana del primer nivel que no, que presentaba solamente rasgos típicos piscianos: confusión, caos, indefinición laboral, etc. Frustrados con esta excepción a la regla, luego recordamos exaltados que no, que la cumplía: esta mujer nació en Colombia, ¡y Colombia, aunque es Sudamérica, está en el hemisferio Norte! Me encuentro en plena investigación de esta hipótesis hallando a cada paso confirmación, e invito a la comunidad astrológica a que se sume a ella, o que proponga otras hipótesis...
Y dudando yo en estos días atrás si agregar esa hipótesis y esas observaciones al artículo inicial que estaba revisando para presentar a AstroDienst, se presenta –en el mismo día- una paciente a mi consulta, recientemente divorciada, con el Sol, la Luna, Saturno, Plutón y Venus en Escorpio cuyo principal sufrimiento era, no sus emociones implicadas en la separación, sino, en sus propias palabras, el dolor por tener que abandonar la casa física en que vivía debido a un apego excesivo… (¡Tauro!). Siempre pensé que el mensaje principal de cualquier sincronicidad es la confirmación.
Con estos dos ejemplos tan sincrónicos, se abrió la puerta para explorar una de las caras intrincadas y fascinantes de la astrología en la vida humana: cada ser humano responde a la individualidad y a la colectividad interior, a la fuerza del Verano y del Invierno, al yo y la alteridad. Ahora, con la interpretación de cada signo, profundizaremos en la relación inquebrantable entre astrología y naturaleza; veremos enseguida el ciclo de los 12 signos en analogía simbólica con el ciclo de la naturaleza, agregándole el ciclo de la humanidad individual y colectiva.
ARIES-PRIMAVERA (Sol 0° Aries Hemisferio Norte, Tierra 0° Libra hemisferio Sur)
Equinoccio, es el comienzo del ciclo natural, signo cardinal, marca toda la primera mitad de los signos, el “surgimiento del individuo”. Se rompe la semilla, surge el tallo en la tierra, aparece el brote en las ramas, revientan las hojas de un día para el otro, crece el tallo, sube la sabia en los árboles, mostrando un color verde claro: la naturaleza se manifiesta, sale hacia afuera y comienza a crecer. En la vida animal, se rompe el huevo y aparece la cría, los insectos dejan la crisálida, es el momento del parto; climáticamente, los animales dejan las madrigueras, y compiten los machos para asegurarse el apareamiento sexual.
Los seres humanos se regocijan y dejan los abrigos y protecciones del invierno, se sale a pasear, se acompaña corporalmente esta extroversión. Predominan las ganas de hacer cosas, la motivación de empezar proyectos individuales, los deseos individuales más variados, la afirmación del yo recién nacido, la defensa del deseo individual, y la vitalidad física y psíquica. Sin embargo, según Rudhyar, Aries no puede dejar de ir siempre adelante porque siente a sus espaldas la Fuerza del Invierno de Piscis recién abandonada que “le pisa los talones”, encubriendo, con sus actos impulsivos de autoafirmación, una inseguridad latente y una tendencia regresiva: su nostalgia es tan fuerte como su impaciencia…
A nivel de la historia humana, Aries corresponde al surgimiento de la humanidad, el homo sapiens sapiens, la etapa del cazador (recolector) que implica vida nómade, las primeras armas (las lanzas, el arco y la flecha), los cuchillos de sílex y las guerras entre las tribus por los territorios de caza y por el dominio del fuego.
COMIENZO del INDIVIDUO, NACIMIENTO DEL CUERPO, IMPULSO DE CRECIMIENTO Y DIRECCIÓN (“Abrirse paso”), MOVILIZACIÓN Y DESCARGA DE LA ENERGÍA, LUCHA POR LA EXISTENCIA, INSTINTO VITAL DE SOBREVIVENCIA (todas las semillas o los brotes no crecen, los más fuertes, sí). DESEOS Y PROYECTOS PERSONALES.
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TAURO
Signo fijo que acentúa la fase anterior, la analogía es el crecimiento en cantidad y volumen, fortaleza de los tallos, consolidación y firmeza de las plantas, funcionamiento de las hojas en la fotosíntesis (que es el alimento sacado de la energía, analogía de todo “alimento”), la sabia sube y circula completamente, el verde de los vegetales se acentúa hasta el color definitivo, y aparecen las flores, la belleza máxima de la estación, con sus colores, formas y perfumes diversos: vemos a Venus.
En lo humano es la satisfacción de necesidades y deseos, la búsqueda del placer que ello implica, el valor del objeto del deseo, el consumo, el apego, la propiedad individual, la producción elemental y la acumulación de lo producido y lo valioso; el nacimiento de las primeras monedas que fueron la sal, el oro y los caracoles. El cuerpo y sus necesidades, la comida, el sexo sensual y joven que busca a otro y persigue la procreación. Se vivencia la abundancia de la naturaleza.
En la historia humana son los primeros asentamientos, las primeras experiencias sedentarias luego de siglos de vida nómade, en la búsqueda de estabilidad, la construcción de casas cuadradas de tierra, madera o piedra, los primeros plantíos y la domesticación de animales, y la producción de cuencos, ollas y utensilios de cerámica.
CRECIMIENTO, CONSOLIDACIÓN, FIRMEZA, AUMENTO, CANTIDAD, NATURALIDAD, BELLEZA (“La Naturaleza copia al Arte” y viceversa), SENSUALIDAD, CONFORT (“Sombra y agua fresca”), NECESIDADES BÁSICAS, SEGURIDAD Y ESTABILIDAD, ACUMULACIÓN Y RIQUEZA INDIVIDUAL.
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GÉMINIS
Signo mutable que prepara la llegada del verano, la analogía es la polinización de las flores, a través de la brisa y el viento, y de los insectos (abejas, mariposas y otros), esto es, intercambios a todo nivel: la sexualidad de la naturaleza (flores y animales) para la fase siguiente que es la fructificación y la cría, y en este sentido el calor aumenta mucho pues la energía del verano ya está en el aire. Las ardillas y las mariposas son los animales emblemáticos, pues revolotean y curiosean, llevan y traen, pero también lo son todos los animales acoplándose sexualmente en la primavera.
En lo humano es el movimiento, la percepción, la curiosidad, el comercio directo de tiendas y ferias (no a nivel nacional o global, que son del ciclo colectivo), los primeros mercados y todos los trueques, la domesticación del caballo y la invención de la rueda como primeros medios de transporte, los lenguajes, la escritura, los papiros, pergaminos y rollos, los escribas pero también toda la tradición oral, las artes artesanales y hoy, obviamente los celulares, la escuela y la televisión, Google y Wikipedia.
INTERCAMBIOS, MOVIMIENTO, CURIOSIDAD, COMUNICACIÓN, SEDUCCIÓN Y SEXUALIDAD (“MARIPOSEO”), CONTACTOS SUPERFICIALES, PRIMERA SOCIALIZACIÓN, MERCADOS Y COMERCIOS LOCALES, TRANSMISIÓN DEL CONOCIMIENTO A NIVEL INDIVIDUAL.
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CÁNCER-VERANO (Sol 0° Cáncer Hemisferio Norte, Tierra 0° Capricornio Hemisferio Sur)
Es el auge del verano, el calor es máximo, la luz del sol también, los días son largos y las noches cortas, la analogía en el ciclo natural es la gestación y formación del fruto, la flor fecundada se cierra, forma una piel o cáscara verde y gruesa y comienza de a poco a crecer y a madurar. En lo animal es la construcción de nidos y refugios, el empollar los huevos, el nacimiento de las crías y el amamantamiento, la necesidad de un espacio propio para vivir y las defensas contra los peligros externos.
En lo humano es el punto donde se crea la intimidad formando protecciones y límites con el afuera (que es la jungla, o “el mundo”), sea la formación de una familia, de un hogar, de un clan o de una tribu. Se alimenta y nutre la substancia psíquica en forma de contención emocional y satisfacción de la necesidad de pertenencia, de pertenecer a algo un poco mayor que el sí mismo. La intimidad a nivel individual es la subjetividad, el sentimiento y la imaginación. Viendo a Cáncer en la mitad del ciclo individual, se entiende que la familia es sólo una prolongación del individuo, y que se forma únicamente como una defensa contra el miedo a la soledad (Liz Greene y Richard Strauss)
GESTACIÓN, INTIMIDAD, NUTRICIÓN, PROTECCIÓN, CONTENCIÓN, MATERNALIDAD, SUBJETIVIDAD, EMOCIÓN, IMAGINACIÓN, PERTENENCIA, DEPENDENCIAS, FAMILIA, ANCESTROS, RAICES, PASADO.
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LEO
El verano se mantiene y se intensifica (signo fijo), el fruto madura, y su aspecto -el color, el olor y el brillo- se realza, la dulzura y el sabor se definen, y se muestra en todo su apogeo a quien lo vea: es la victoria de la naturaleza pues se ha conseguido el fruto. Los trigales comienzan a doblegarse expresando la madurez. En lo animal, la paternidad se expresa y se acentúa: la prole es lo más importante (el fruto), y el jugueteo de los cachorros es un símbolo de lo lúdico de esa etapa.
En lo humano, es la necesidad de vacaciones, del ocio creativo y de la diversión, del sexo jubiloso y de los romances, de los deportes y las artes escénicas. En las comunidades primarias se canta, se baila, y se tiene necesidad de fiestas y celebraciones. Se destacan las personas brillantes (como los campeones deportivos, o los artistas individuales) como producto del talento y del esfuerzo individual, pero también como fruto de las tradiciones familiares y de la cultura ancestral. Los romances también son arquetípicos de esta fase (¡los “amores de verano”!), pero, aunque sean muy apasionados, no son más que una proyección del amor ideal, una proyección narcisista en palabras de Freud, una proyección del Yo Superior al decir de Assagioli, o una proyección en espejo para conocerse, en cualquier caso, se confirma la individualidad esencial de esta mitad del ciclo.
BRILLO, LUZ, CELEBRACIÓN, FIESTA, ALEGRÍA, EXPRESIÓN, VICTORIA, JUEGO, OCIO, CREATIVIDAD, DIVERSIÓN, VACACIONES, PATERNIDAD, NIÑO INTERIOR, ROMANCES, ARTES ESCÉNICAS, INDIVIDUALIDADES SOBRESALIENTES.
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VIRGO
Los frutos reclaman la cosecha, la intervención del trabajo humano. También la selección de los frutos según la calidad para su elaboración. Este signo representa toda y cualquier intervención humana técnica que perfecciona y aprovecha la naturaleza, desde las técnicas de sembrado, cultivo y cosecha hasta la elaboración de los frutos de la tierra, que aparecieron en la humanidad cuando apareció la agricultura y las primeras civilizaciones, especialmente el cultivo de los cereales: el trigo (la avena, etc.) en Europa, el arroz en el oriente, el maíz (la quínoa, etc.) en América. Los cereales los hizo la Naturaleza con la intención de ser plantados extensivamente, porque silvestres no rinden por lo que piden sí o sí el trabajo humano; de allí el ícono del signo que es una doncella con la espiga de trigo en la mano. Toda técnica es habilidad desarrollada racionalmente, y Virgo es el ser Humano auto-suficiente, el homo hábilis, pues sabe hacer muchas cosas, solucionando todo problema, cerrando el ciclo individual que viene de Aries.
También es el trabajo con los animales domesticados o de rebaño, como las granjas y los pastores. Muchos productos que se cultivan y elaboran, contribuyen al mejoramiento de la alimentación y a la salud, como la miel, las harinas, los hilos de algodón, las lanas, el vino, los quesos, las hierbas, etc. Este mes cósmico, esta etapa, es un signo mutable o sucedente, por lo tanto prepara para la estación siguiente, el otoño que abre la fuerza del Invierno cuya marca es la colectividad. De esta manera, Virgo es tanto autosuficiente (porque corona el ciclo individual) como muy conectado con las necesidades del medio ambiente y su comunidad, a través del servicio y del desempeño de su función específica, por el macrocosmo de lo colectivo que asoma en el próximo signo, Libra.
TRABAJO, SELECCIÓN, TÉCNICA, RACIONALIZACIÓN, LIMPIEZA, ORDEN, ELABORACIÓN, REFINAMIENTO, TIEMPOS CORTOS PARA LA ORGANIZACIÓN (CICLOS DIARIOS, SEMANALES Y MENSUALES), RITUALES, PREVENCIÓN, SALUD, AUTO-SUFICIENCIA.
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LIBRA-OTOÑO (Sol 0° Libra Hemisferio Norte, Tierra 0° Aries Hemisferio Sur)
El otoño es el equinoccio, la duración igual del día y la noche, la naturaleza comienza a decaer, el frío comienza a llegar, el sol a distanciarse (hace frío a la sombra y calor al sol directo), la sabia comienza a parar de circular, las hojas y plantas comienzan a secarse, con mucha belleza y paz, igual al ocaso, otoño y ocaso siendo los dos momentos de Libra. La cosecha de los frutos se acentúa hasta terminarse (la “melezca”), siendo la fiesta de la vendimia (en mi tierra, Mendoza, Arg.) una fiesta típicamente del otoño, celebración de la cultura que termina en un concurso de belleza (¡Libra!). Se acentúa la actividad humana y social: la selección de calidad, la separación de las semillas (para el próximo ciclo de la primavera), el pago por el trabajo, se instala la venta de las cosechas con las negociaciones de precios y el establecimiento de los mercados.
Históricamente se acaba el nomadismo o la tribu ligada a la tierra, y luego de la revolución que trajo la agricultura extensiva, se da el establecimiento de las ciudades - estado (Ur, Babilonia, Nínive, Jerusalén, Damasco, Beirut, Menfis, Tebas, Atenas, Esparta, Taosi), con la obligada adaptación individual a las normas colectivas de convivencia, dadas por los códigos de leyes y costumbres. Se establecen entonces las sociedades –comerciales, industriales, etc.-, se acuerdan pactos y contratos, se discuten los sueldos del año en las paritarias, se pagan los impuestos. Comienzan los ciclos lectivos, el año en las escuelas, colegios y universidades, y los proyectos anuales de todos los tipos también comienzan (culturales, artísticos, comunitarios, políticos, de investigación, etc.): se ha terminado el verano y su clima de vacaciones. Si Aries es “ganas de hacer algo individualmente para sí”, Libra es “ganas de hacer algo juntos para lo colectivo”: los dos signos son cardinales, y Libra es la “primavera de lo colectivo”. El Todo es ahora más importante que las partes –los “yoes” individuales-, sea la comunidad, la cultura, la sociedad o la humanidad. La pareja o el “Otro” es símbolo de lo colectivo, el No-Yo, símbolo del Amor que ya no es personal y egocéntrico, y que va hasta Dios.
EQULIBRIO, ARMONÍA, CASAMIENTO MENTE-CUERPO, SOCIABILIDAD, ASOCIACIONES, PROYECTOS SOCIALES, CONVIVENCIA, EL NOSOTROS, LA SOCIEDAD DENTRO DEL INDIVIDUO, ESTÉTICA, IDEALISMO ARQUETÍPICO DEL HOMBRE UNIVERSAL Y DEL AMOR COMO PROYECTO DE LO COLECTIVO.
ESCORPIO
El otoño se acentúa y se define, estamos en el signo fijo del otoño; la belleza del paisaje, ahora todo amarillo y rojo, y una melancolía por el sol que se aleja; algo profundo e interior se cuela en el mensaje de la naturaleza: la naturaleza se está muriendo... Las fiestas de Halloween en la tradición celta, y de Todos los Muertos en la cristiana, son un ejemplo de lo oculto y misterioso de esta etapa. Las hojas caen profusamente, y conforman un colchón en el suelo, que se va a pudrir y abonar la tierra, abono para futuro ciclo. El petróleo es justamente eso: naturaleza muerta, residuos biológicos subterráneos que son fuente de energía: “oro negro”, riqueza oculta. Los productos de la naturaleza que se han cosechado o sacrificado, se estocan y guardan en silos o galpones, en sótanos y depósitos, en freezers o frigoríficos. Antiguamente este almacenamiento era una reserva para el invierno, pero en la moderna sociedad industrial es un símbolo del capital, de la riqueza generada colectivamente, donde nacen las finanzas y el capitalismo. La elaboración de los productos también se acentúa, provocando una transformación esencial: se matan y carnean los puercos y se estacionan los fiambres y los quesos, la uva se convierte en vino y se añeja en la oscuridad y el frio de las cavas, los frutos se convierten en alcoholes, dulces, conservas, harinas, azúcares o elementos químicos, simbolizando la alquimia y la destilación, que llevan a la “sublimación de lo natural”, la sublimación del instinto que es la marca de Escorpio alto.
Rudhyar entiende el sexo de la fase Escorpio como no sensual ni reproductivo, sino como instintivo cósmico, fusionante, misterioso y creador de unidades colectivas más-que-individuales, la base de la sociedad. Cuando la riqueza acumulada socialmente es usada para fines individuales, Rudhyar dice que es la perversión, otro significado de Escorpio bajo: este autor afirma que el bicho escorpión es una degeneración de la naturaleza, y que simboliza la codicia y la corrupción, cuando no se usa la riqueza para lo colectivo y sí para lo individual. El animal alto de escorpio es el águila, que aunque es carnívoro y mata su presa, ve todo (totalidades) desde arriba y ha sido símbolo de muchos imperios y civilizaciones (Sumeria, Roma, Prusia –y el nazismo-, Bizancio, Austria, Estados Unidos).
RIQUEZA OCULTA, ENERGÍA SUBTERRANEA (INCONSCIENTE), ORIGEN COLECTIVO DE LA RIQUEZA, ACUMULACIÓN Y CONSERVACIÓN DE VALORES COLECTIVOS, FINANZAS, TRANSFORMACIÓN QUE SOBREVIENE CON LA MUERTE (de las “naturalezas”), DESTILACIÓN Y SUBLIMACIÓN, SEXO FUSIONANTE, PERVERSIÓN o CORRUPCIÓN
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SAGITARIO
Signo mutable o sucedente, prepara para la fase siguiente, el solsticio de invierno. Opuesto a Géminis, también hay movimiento, conocimiento e interacción, pero ahora a nivel universal: los vientos del final del otoño terminan la tarea de soltar las hojas secas, y sabemos que hay vientos en todo el globo terrestre, provocados por la diferencia de calor y frío, intercambiando energías (energía solar e electromagnética, partículas, gases, semillas, polvo, arenas, insectos, pájaros, fertilizantes) como símbolo concreto del intercambio de ideas a nivel global. También los vientos fueron los impulsores de los grandes viajes de descubrimiento, típicos de Sagitario.
En lo humano colectivo, está representado por la distribución global de los productos, las grandes cadenas de negocios, los negocios entre países (importación y exportación), y finalmente, los intercambios y fusión entre culturas. La antropología ha estudiado el “potlatch” que es la ceremonia entre culturas tradicionales donde se mostraba la abundancia, había gestos de derroche, y se intercambiaban bienes materiales y culturales. Y en lo histórico es el rapto de las sabinas, y los tipos interraciales que conforman una civilización: el gaucho como figura simbólica de Argentina (Indio + cautiva blanca), el mulato en el Brasil, el cowboy como la fusión simbólica entre el europeo y el indio norte-americano (intuición de Jung).
Es también la investigación que produce conocimiento y la formación de religiones universales, las producciones artísticas de culturas complejas, los viajes largos para conocer otros países y así salir de la cultura local y expandir la mente: yo pienso que la finalidad espiritual del turismo es la superación del etnocentrismo.
Cristóbal Colón, Magallanes, Marco Polo y el Capitán Cook son personajes históricos de esta etapa. Alejandro Magno, que unió Grecia y el oriente: Asia Menor, Egipto e India, y que creó la primera biblioteca planetaria y el primer centro de investigación intercultural, Alejandría, es un arquetipo de esta energía, pues respetaba completamente las culturas conquistadas.
La riqueza colectiva generada y acumulada en Escorpio es la que posibilita la dedicación al conocimiento y a la abstracción universal, y la producción de arte y símbolos como productos máximos de una cultura, representan la libertad sobre las necesidades primarias, hoy en día también satisfechas por el estado de bienestar social. Hoy en día el dinero colectivo posibilita las investigaciones científicas y hasta los proyectos de naves a Marte... Los profesores, los maestros, los especialistas y los asesores (los “sabios” de los poderes centrales, los primeros ministros, los consultores económicos) son otros personajes sagitarianos dentro de la constitución del Estado y de las empresas, que son la energía de la fuerza del Invierno que triunfará completamente en la próxima fase, Capricornio.
NEGOCIOS INTERNACIONALES, INTERCAMBIOS INTERCULTURALES, UNIVERSIDAD (conocimiento “universal”), INVESTIGACIONES Y DESCUBRIMIENTOS (IR MÁS ALLÁ DE LO CONOCIDO NACIONAL O LOCALMENTE), TURISMO, VIAJES LARGOS, RELIGIONES UNIVERSALES (católico quiere decir “universal”), MENTE SUPERIOR, FILOSOFÍAS, CELEBRACIONES CULTURALES, SABIDURÍA, BUENA VIDA.
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CAPRICORNIO-INVIERNO: (Sol 0° Capricornio Hemisferio Norte, Tierra 0° Cáncer Hemisferio Sur)
Solsticio de Invierno, el punto máximo del frío, la oscuridad y la pérdida de las formas, que son las hojas, la vida que apareció en la primavera. La naturaleza se ha desvestido completamente y aparecen las estructuras de los árboles pelados, sólo tronco y ramas que parecen secas. La sabia no circula más para arriba, concentrándose abajo en las raíces y por dentro de los troncos, para conservar la vida al mínimo, la poda de los árboles, todo ello acentúa este rasgo de reducción a las estructuras. Comienza a nevar en el llano o en la montaña: la nieve es y simboliza la cristalización. Los animales entran en hibernación, también reduciendo su vitalidad al mínimo como una muerte o sueño para pasar el invierno.
La reducción de la vida a sus estructuras básicas, es un símbolo de la constitución de las instituciones máximas de la colectividad: el Estado y las empresas, la sociedad como una pirámide. Las ciudades del otoño libriano han crecido, se han reproducido, y los reinos o feudos locales piden dirección y unidad: se crean los estados nacionales, los imperios, el “reino unido”, los “estados unidos”, Roma que anexa Atenas y forma el imperio romano. Las capitales (Cuzco, Tenochtitlan, Roma, Londres, Paris, Xian) deben ahora administrar y organizar, grandes ciudades que florecen durante el invierno, para conservar la vida social como un “refugio”.
Se organiza el poder de las autoridades, las constituciones, las leyes que son la formalización colectiva de las costumbres (“costumbres cristalizadas”), los poderes de los gobernantes reales (y también los poderes de las democracias representativas). Se organizan las clases sociales y las jerarquías, la policía y el ejército institucionalizan la vigilancia interna y la externa. La sociedad reina sobre el individuo, sea directa o internamente a través del Súper-Yo: mandatos, juicios, restricciones, culpas y castigos.
Se organiza también el trabajo (los oficios son de Virgo, aquí aparecen las profesiones). El prestigio profesional es necesario para contrarrestar la tendencia masificadora del estado, si no, sólo queda gobernar o someterse; el empleado público es un estado intermedio, formando las burocracias a varios niveles. También se estimula el ideal de subir a la pirámide social, alimentando la ambición. La política y las políticas de estado son la ideología reinante, y la cabeza del estado (emperador, presidente) o el empresario, deben controlar a las personas para gobernar, aun en la democracia, si no, la organización es imposible. Se considera que el imperio Inca era socialista, pero el Inca (así se llamaba el regente máximo) debía estar informado de todas y cada una de las personas para poder distribuir equitativamente los bienes; lo mismo ocurre en los países comunistas.
ESTRUCTURAS, PODER POLÍTICO, AUTORIDAD, JERARQUÍAS, ORGANIZACIÓN, CONTROL EXTERNO E INTERNO, INSTITUCIONALIZACIÓN, PIRÁMIDE SOCIAL (CLASES Y ESTAMENTOS SOCIALES), PROFESIONES Y PROFESIONALISMO, CONCENTRACIÓN, PRESTIGIO O FRACASO, BUROCRACIA, LEYES, SUPER-YO, AMBICIÓN O SOMETIMIENTO, PRESIONES Y ESPECTATIVAS, TRADICIONES, CONSERVADURISMO, CRISTALIZACIÓN.
ACUARIO
Signo fijo del invierno (el “sol frío”), se acentúa el frío, la nieve se extiende por todos lados, en la sociedad tradicional o tribal la vida social se hace intensa dentro de las casas y centros sociales, porque en la naturaleza o en el exterior es imposible. Pero en las sociedades industriales, el trabajo y la vida social se intensifican, se trabaja para pasar el invierno, y se participa de grupos sociales de intereses comunes: sindicatos, iglesias, universidades, clubes, amigos, hobbies, partidos, movimientos, centros de investigación, organizaciones-no-gubernamentales (ONGs), fanáticos de artes y prácticas diversas, modas de conductas o indumentarias (“tribus urbanas”), alternativos, grupos de género o minorías, redes sociales (Facebook, Whatsapp, Twitter, Pinterest, Instagram, Linkedin).
El producto de la civilización industrial son las megalópolis, las grandes “ciudades eléctricas”, donde se pueden vivir todos los adelantos tecnológicos y la última moda intelectual y artística. La parte positiva de la masificación es el anonimato, lo que ocurre en toda ciudad que pasa del millón de habitantes, pues el control social del estado y la vigilancia de las clases sociales dominantes de la fase anterior se difuminan.
Los individuos desean participar y así mejorar la sociedad y el planeta, porque no soportan las estructuras injustas del signo anterior que limitan la individualidad y la libertad. La distribución democrática de los bienes y ventajas de la sociedad es un valor avanzado (lo que se viene haciendo desde el descubrimiento de Urano): la sociedad democrática es ahora lo supremo, la civilización global o globalización es el resultado, y la consciencia planetaria (y no el súper-yo de la tradición), el corolario del Todo más abarcador que se impone: la humanidad, el planeta, el sistema solar (¡la astrología!). Aparece el político reformador o el revolucionario, el genio o el inventor, el alternativo o el rebelde con causa, todos deseando dar su contribución a la sociedad y la humanidad, y actualmente estos reformadores, científicos o tecnólogos, políticos visionarios del futuro, actúan en grupo o en equipo, no más como genios o héroes aislados; estos últimos y las personas excéntricas son una perversión de la energía acuariana, pues se van al opuesto Leo, del ciclo individual: en el fondo buscan reconocimiento ego-céntrico, aún a través de la rebeldía, puesto que quiere llamar la atención, una identidad insegura y solitaria que no contribuye ni participa con lo colectivo.
DESCRISTALIZACIÓN, DEMOCRACIA, IGUALDAD, LIBERTAD Y JUSTICIA COMO VALORES SOCIALES, REFORMADOR, GENIO, REVOLUCIONARIO, ALTERNATIVO, REBELDE CON CAUSA, COLECTIVISTA (SOCIALISTA, COMUNITARIO, LIBERAL), POLÍTICO O CIENTÍFICO FUTURISTA, CONFORMADOR Y PARTICIPANTE DE GRUPOS DE INTERESES DIVERSOS.
PISCIS
Signo mutable, es el fin del invierno que prepara la primavera. Las nieves se derriten (en el llano mojando la tierra, o en las montañas formando los ríos), aguas que fertilizarán la semilla; los hielos se disuelven, los icebergs se funden en el océano. Se ara y se siembra, y las semillas están ocultas germinando en el silencio y la oscuridad de lo subterráneo, o las plántulas en el clima artificial de los “invernaderos”. Todo se prepara y queda latente para el gran comienzo del año natural, el resurgimiento. Naturalmente también se simboliza en el tiempo de gestación dentro del vientre materno (la Casa 12), el individuo absorbiendo la energía del pasado individual y colectivo para formar su futuro.
En la humanidad, la totalidad colectiva se hace cósmica, el año se termina y se entra en la fase de la evaluación de todo el ciclo. Se evalúa si se han producido los frutos, los productos y las semillas, si los proyectos iniciales se han concretizado, si se han difundido o divulgado, si la finalidad esencial se ha realizado, qué se ha aprendido o transformado modificando las semillas para el ciclo que viene. Hay tormentas o lluvias que preparan la tierra, época de crisis antes de la gran transformación: el final del invierno inconsciente y el comienzo de la primavera, la luz y el calor que van a resurgir.
Los seres humanos se han identificado completamente con la sociedad, absorbiendo sus valores y sus desechos, sus conquistas y sus miserias, su gloria y sus locuras, convirtiéndose así en el hombre-masa, el hombre colectivo, que pierde completamente sus límites personales o individuales; rige ahora la psicología de las masas. El futbol (deporte pisciano pues se juega con los pies) con su fanatismo, y los recitales masivos de música, son rituales típicos de esta etapa. El fin de ciclo estacional coincide con el final de la era de Piscis que vivimos actualmente: es el desmoronamiento del imperio, la decadencia de la civilización, el acoso de los bárbaros, cosa que siempre ocurre en el ciclo de la vida de los imperios (el proletariado externo anhela invadir y hacer parte del imperio al decir de Toynbee). Hoy lo estamos viviendo literalmente en las inmigraciones masivas y en los refugiados a nivel planetario, y en la mezcla de las culturas que se da en la fusión de costumbres, ideas, valores y clases sociales que es la esencia del pos-modernismo. La música de hoy es exactamente eso: fusión e hibridación, y las pantallas que nos rodean por todas partes (cine, televisión, computadora, internet, celular inteligente, streaming) son la proyección de imágenes del inconsciente colectivo que han poseído la identidad del hombre de hoy, un legado de la Era de Piscis que está llegando a su fin.
Los valores no son ya hegemónicos y están todos mezclados. La sensibilidad del hombre de Piscis hacia el cosmos, o se ha identificado con el sufrimiento de la humanidad y practica la compasión, sacrificándose, o le hace retirarse en soledad a unirse con el Universo o Dios, vivido ya no colectivamente sino virtualmente, el Gran Todo que crea todo, el silencio y el vacío que generan la realidad. Soledad y aislamiento que preanuncian la individualidad de Aries.
DISOLUCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS, IDENTIFICACIÓN MASIVA CON LA COLECTIVIDAD, FALTA DE LÍMITES INDIVIDUALES, SENSIBILIDAD QUE LLEVA A LA COMPASIÓN O AL RETIRO DEL MUNDO Y LA UNIÓN CON LA TOTALIDAD (MEDITACIÓN Y MISTICISMO). LOCURA Y DECADENCIA, O VACIAMIENTO INTERIOR Y DEVOCIÓN, DESAPEGO, FINALIZACIÓN Y EVALUACIÓN DEL GRAN CICLO (el “Juicio Final”), LATENCIA (PERÍODO PRE-NATAL, GERMINACIÓN EN LA OSCURIDAD QUE PREPARA EL NACIMIENTO INDIVIDUAL O LA RESURRECCIÓN de la PRIMAVERA.
Y así, concluyendo, llegamos al signo final que da paso al primero, los 12 signos profundamente relacionados en un ciclo natural, humano individual y colectivo. Aries como el que siempre inicia, termina en Piscis pasando por Libra, el medio del ciclo, la fuerza del Verano y la fuerza del Invierno reflejando la naturaleza individual y colectiva del ser humano, interactuando y entremezclándose por la eternidad.
Fuentes de los imagens:
Estaciones: imagen proporcionada por el autor
Diagrama de equinoccios y solsticios: dto.
Mariposa: Imagen de kie-ker de Pixabay
Aries: Imagen de congerdesign de Pixabay
Cáncer: Imagen de Gerhard G. de Pixabay
Libra: Imagen de Sabrina Ripke de Pixabay
Capricornio: Imagen de Ina Hoekstra de Pixabay
Sobre el autor:
Manuel Ignacio Quiles es
psicólogo clínico argentino-brasileño, entrenado en Psicosíntesis, enseña psico-astrología hace 20 años, y escribió Los Símbolos Concretos, Yo Héroe de Mí, Un Nuevo Concepto del Amor y la Infidelidad, Psicología de la Muerte y del Más Allá, y muchos artículos y ensayos. Nació (y vive) en San Rafael, Mendoza, Argentina, el 08/10/1949, a las 11 pm.
E-mail: manquiles@yahoo.com
Website: http://www.astropsimanquiles.wordpress.com/
Youtube: Manuel Quiles Astropsi
© Manuel Ignacio Quiles, 2021
Posiciones actuales de los planetas
14-Dic-2025, 08:03
TU/GMT
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| Sol | 22 | 34'36" | 23s14 | ||
| Luna | 20 | 10' 8" | 10s42 | ||
| Mercurio | 3 | 2'46" | 19s11 | ||
| Venus | 16 | 58'21" | 22s37 | ||
| Marte | 29 | 15'42" | 24s12 | ||
| Júpiter | 23 | 26'11"r | 21n36 | ||
| Saturno | 25 | 23'31" | 3s58 | ||
| Urano | 28 | 31'36"r | 19n38 | ||
| Neptuno | 29 | 22'37" | 1s29 | ||
| Plutón | 2 | 13'12" | 23s20 | ||
| Nodo real | 13 | 0'30"r | 6s41 | ||
| Quirón | 22 | 46'23"r | 9n21 | ||
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