Los tránsitos de los planetas

Urano - Introducción

---

Urano fue el primero de los planetas modernos en ser descubierto. Al igual que todos los cuerpos hallados desde el siglo XVIII —Neptuno, Plutón,1 y los numerosos planetas menores o enanos, objetos del cinturón de Kuiper, etcétera— es invisible a simple vista. Para verlo se necesita un dispositivo mecánico que amplíe la visión humana, es decir, el telescopio. Simbólicamente, esto muestra que Urano representa energías que se sitúan en el umbral de la conciencia ordinaria y de la realidad social cotidiana, y dichas energías suelen amenazar con alterar ambas. Por ello, Urano se ha ganado en astrología la fama de ser disruptivo, impredecible, radical e inestable. Hay algo de verdad en esa visión, aunque no capta la esencia del planeta. En su núcleo, Urano derriba fronteras arbitrarias e innecesarias que limitan la conciencia humana y le permite expandirse hacia ámbitos normalmente inaccesibles. Al hacerlo, la energía uraniana impide que individuos y sociedades se vuelvan rígidos, estáticos e inflexibles. Piénselo así: cuando un agricultor prepara un nuevo campo, el primer paso es arar la tierra para que libere su fertilidad y la semilla recién plantada pueda crecer sin ser asfixiada por las malas hierbas existentes. Del mismo modo, Urano disuelve viejas estructuras sociales que han dejado de ser útiles para que puedan generarse otras nuevas.

Urano también representa fuerzas novedosas en el mundo que desafían el statu quo. Algunos de estos cambios aportan beneficios casi inmediatos, mientras que otros tardan más. Un ejemplo llamativo de fuerza uraniana es la tecnología informática moderna, que ya ha transformado el mundo y claramente seguirá haciéndolo. Astrológicamente existe una fuerte conexión entre la tecnología de vanguardia y Urano.

La principal dificultad de todo esto es que, por muy flexible que sea usted o por mucho que le atraigan las novedades emocionantes, las energías uranianas pueden seguir resultando amenazantes e inquietantes. Siempre que sea posible, conviene hacer espacio a lo que señalan estas energías. Cuando las energías de Urano se resisten, no desaparecen; por el contrario, acumulan presión y pueden volverse explosivas. Incluso en el cuerpo humano, si se ignora una dolencia en desarrollo que exige cambios en el estilo de vida, podría culminar en un derrame cerebral, un infarto, una convulsión u otro síntoma repentino y potencialmente mortal.

A escala mundial, muchos de los grandes problemas que aquejan a nuestra época (escrito a comienzos de 2018) se originan en la resistencia al cambio. Si finalmente no se asimilan estas fuerzas uranianas, es probable que surja un nuevo orden social no mediante una planificación cuidadosa, sino a través de un colapso caótico y disruptivo.

Cualidades de Urano

Al ser uno de los planetas descubiertos en la era moderna, Urano nunca se clasificó según el esquema antiguo de lo Caliente, lo Frío, lo Húmedo y lo Seco. Aun así, no resulta difícil situarlo en ese sistema. La diferencia es que sus cualidades aparecen de forma extrema, y esto se aplica a sus dos atributos principales. Lo Caliente representa tradicionalmente la alta energía y la actividad rápida; Urano exhibe esta cualidad con tal fuerza que resulta difícil exagerarla. Lo Seco representa tradicionalmente aquello que separa, rompe y define, aunque en el caso de Urano la verdadera definición suele darse solo después de que se asiente el polvo. Esta es también una expresión extrema de lo Seco. Si sus energías se integran de manera gradual para que la sociedad pueda adaptarse, Urano demuestra ser beneficioso, como vemos en la tecnología informática moderna. Aunque al principio sea disruptiva, se ha convertido en el eje de un nuevo mundo. Si las primeras culturas humanas pasaron por las Edades de Piedra, Bronce, Hierro e Industrial, la nuestra es la Era de la Información, impulsada por los avances tecnológicos que simboliza Urano.

Polaridad

Resulta difícil clasificar a Urano estrictamente como planeta diurno o nocturno. Si entendemos que los planetas diurnos se definen por la conciencia y la claridad, Urano es más diurno que nocturno, porque cuando sus energías operan en la oscuridad tienden a ser destructivas. Sin embargo, en otro nivel, Urano, Neptuno y Plutón trascienden por completo la secta, ya que esta pertenece a lo que llamo «conciencia normal» y los tres planetas exteriores funcionan más allá de ese ámbito.

Facilidad o dificultad para tratar con Urano

Muchas personas consideran que las energías uranianas son un reto; todo depende de la actitud que se tenga ante el cambio. En The Illuminatus Trilogy, Robert Anton Wilson y Robert Shea dividen a la humanidad en dos grandes categorías: Homo Neophobus, que teme lo nuevo, y Homo Neophilus, que lo ama. Aunque pocos pueden abrazar lo inédito sin vacilación, el tipo Neophilus lleva ventaja a la hora de tratar con Urano.

En general, cuanto más se mantenga usted alerta a los cambios sutiles de su entorno e intente adaptarse a ellos o incluso aprovecharlos, más amigable se vuelve Urano. Por este motivo, Urano favorece a los grupos sociales tolerantes, liberales y abiertos a nuevas ideas, y es menos benigno con aquellos que no lo son. Dicho esto, Urano también puede manifestarse en movimientos de la extrema derecha, como el nazismo o, en nuestra época, determinados grupos militantes radicales en el islam. Ambos casos surgieron de problemas que fermentaron durante mucho tiempo y fueron ignorados hasta que estallaron.