Tránsitos de la Luna

Tránsitos al Sol

Los tránsitos entre estos dos cuerpos, con cualquier aspecto, son sutiles e importantes. En la astrología tradicional el Sol y la Luna reciben el nombre de “luces” o “luminares”, dos de los planetas más relevantes de la carta. Sus interacciones son regulares y periódicas; por eso tendemos a considerarlas parte del ritmo cotidiano, año tras año. Aun así, estos tránsitos influyen en el flujo básico de emoción y energía dentro de usted y son un indicador claro de su sensación de bienestar.

Tránsitos a Mercurio

Siempre que la Luna forma aspecto con Mercurio, la parte de su mente que rige el habla y el razonamiento interactúa fuertemente con sentimientos y sensaciones internos, o bien se encuentra con circunstancias externas que requieren una comprensión difícil de reducir a una expresión lógica y verbal. En general es una combinación neutra y no resulta complicado hacerla funcionar a su favor.

Tránsitos a Venus

La Luna y Venus son los planetas más femeninos; por eso los tránsitos lunares a su Venus natal, con cualquier aspecto, rara vez son difíciles y pueden resultar extraordinariamente agradables. El principal cuidado es que poseen un tono ligeramente inconsciente. Una dosis moderada de autodisciplina ayuda a evitar la trampa principal: la autocomplacencia, sobre todo con la comida y la bebida.

Estos tránsitos favorecen la apreciación intuitiva de la belleza, la armonía y el arte. Juntos le permiten sentir lo que cuesta expresar con palabras. Si lo desea, use estos sentimientos para crear más belleza y armonía en su entorno inmediato. Más allá de las expresiones cotidianas de estas virtudes, también es cierto que reflejan lo Divino que opera en la naturaleza y en el universo físico.

Tránsitos a Marte

En general, no es la pareja más fácil. La Luna es uno de los símbolos femeninos más destacados de la carta; Marte es uno de los símbolos masculinos más prominentes. Tradicionalmente la Luna es extremadamente húmeda y algo fría, mientras que Marte es extremadamente seco y algo caliente. Estas energías no se mezclan con facilidad. Las combinaciones favorables elevan su nivel de energía y liberan sentimientos que se mantenían ocultos. Las combinaciones difíciles tienden a provocar ira irracional y conflictos originados en causas insignificantes que parecen importantes en ese momento. Ese es el desafío principal de estos tránsitos.

Tránsitos a Júpiter

Las virtudes planetarias de estos dos cuerpos trabajan muy bien juntas. En la astrología tradicional ambos se consideran húmedos, lo que mejora las relaciones y suaviza las dificultades mediante un auténtico buen ánimo. El calor templado de Júpiter equilibra la frialdad templada de la Luna, por lo que estas combinaciones suelen indicar sentirse bien con la vida en general. Solo tenga cuidado con la tendencia de Júpiter al exceso: “nada tiene tanto éxito como el exceso”. Incluso las actividades beneficiosas pueden exagerarse.

Tránsitos a Saturno

La combinación Luna-Saturno es de las más difíciles en astrología. La tensión y la incompatibilidad entre sus significados son considerables. Por ejemplo, se cree que la Luna rige el periodo más temprano de la vida, la infancia; Saturno, en cambio, rige la última etapa, la vejez. Las cualidades de estos dos momentos son muy diferentes. Además, la Luna y Saturno rigen signos opuestos, Cáncer y Capricornio, respectivamente. Por ello suele haber una cualidad de oposición entre estos cuerpos.

A medida que la Luna recorre la carta en su ciclo de 27 días y forma todos sus tránsitos al Saturno natal, combina la estructura y disciplina de Saturno con la necesidad emocional de comodidad y apoyo incondicional de la Luna de maneras que pueden resultar brevemente incómodas. Típicamente no son momentos para la autocomplacencia, la facilidad ni la autoaceptación completa. Más bien exigen disciplina y disposición a posponer la gratificación. Sin embargo, no todos estos tránsitos son difíciles; tienen su propósito y constituyen una parte importante de la rutina mensual.

Tránsitos a Urano

Urano es el primero de los planetas trascendentales, que también incluyen a Neptuno y Plutón. Por eso los tránsitos de la Luna al Urano natal a menudo activan aspectos de su conciencia que normalmente no expresa, salvo que Urano sea especialmente fuerte en la carta natal. Durante estos periodos usted tendrá poca paciencia con las rutinas o con expectativas ajenas que no comparte. Estos tránsitos son buenos para explorar nuevas posibilidades, oportunidades y formas de ser. La advertencia principal es actuar sin pensar. Cuando la energía uraniana es fuerte puede resultar fácil volverse negativamente sugestionable, reaccionar contra lo que otros quieren solo porque se espera. Actúe de manera que refleje quién es usted en realidad, lo espere o no otra persona.

En la vida diaria también puede encontrarse con algo inusual y quizá perturbador. Haga lo posible por aceptarlo, o incluso abrazarlo si puede. Si no, recuerde que esta energía pasa rápido.

Tránsitos a Neptuno

Estos dos planetas tienen muchas similitudes aunque se sitúan en extremos opuestos de la escala planetaria. La Luna es el planeta más personal; Neptuno, uno de los más transpersonales. La Luna opera normalmente en la vida cotidiana, mientras que Neptuno actúa a un nivel que trasciende la vida ordinaria o interfiere profundamente en ella. Comparten varios atributos. En términos de las cuatro cualidades —calor, sequedad, frío y humedad— ambos son extremadamente húmedos. Prácticamente, ninguno se preocupa por las distinciones claras, las condiciones bien definidas ni lo que suele considerarse lógica y racionalidad. La Luna a menudo parece prelógica; Neptuno está tan lejos de la lógica ordinaria que su cualidad pos-lógica puede hacerlo parecerse a la Luna.

Las conexiones entre ellos, ya sea en una carta natal o por tránsito, suelen funcionar fuera del ámbito intelectual normal, mediante sentimientos, intuiciones, corazonadas y percepciones similares. Esto no significa automáticamente ilusión o autoengaño, aunque puede suceder. Cuando colaboran bien, señalan realidades fuera de la percepción ordinaria. La Luna rige especialmente la facultad de “ver” en el sentido de mirar abierta y receptivamente. El proceso visual de “buscar” se asocia más con el Sol. Neptuno también rige una clase de “visión”, no con el ojo, sino mediante un proceso sensorial que trasciende la vista ordinaria. La mente racional suele esforzarse por comprender con exactitud lo que la facultad neptuniana “ve”. De modo parecido, la Luna opera a un nivel subracional que también desafía la mente racional. Por eso estos tránsitos suelen tener una cualidad de otro mundo, o al menos la apariencia de ello.

Tránsitos a Plutón

Lo más sencillo que puede decirse sobre los contactos Luna-Plutón es que son intensos. Esto abarca desde la obsesión, en el nivel más bajo, hasta la experiencia emocional profunda y rica, en el más alto. Surgen dificultades cuando alguien intenta manipular emocionalmente a otros para su propio beneficio, sea consciente o no de ello. Bajo estos tránsitos usted podría topar con ese tipo de personas o podría aparecer esa tendencia en usted.

Esta combinación le desafía a transformar hábitos y patrones emocionales que ha superado y que quizá se hayan vuelto destructivos o regresivos. También le reta a hacer lo más conscientes posible los asuntos implicados. No es fácil, porque todos estamos apegados a puntos de vista y formas de ser difíciles de soltar. Estos tránsitos suelen exigirle precisamente eso. Mientras recuerde que el objetivo es mayor claridad para usted y para los demás —y evite luchas de poder y personas preocupadas por el control—, estos tránsitos pueden resultar muy útiles. No tema el cambio solo porque sea cambio.

Tránsitos a Quirón

La energía de la Luna está dominada tradicionalmente por la cualidad Húmeda, y su temperatura se considera normalmente Caliente, aunque no de forma intensa, variando con la fase natal de la Luna. El calor lunar no es importante aquí; la humedad sí lo es. La humedad hace que cosas que existían por separado se fusionen y conecten. A primera vista esto debería hacer compatibles a Quirón y la Luna, pero no del todo. Fusionar no es lo mismo que integrar. Un sistema verdaderamente integrado permite que sus partes conserven sus identidades para que cada una aporte una contribución única al funcionamiento del conjunto. Cuando un sistema adquiere demasiada humedad, las identidades separadas se difuminan y el sistema puede dejar de funcionar bien. Por tanto, existe una ambigüedad inmediata en la combinación de una Luna en tránsito con un Quirón natal.

Esto no es tan cierto en el caso inverso, cuando Quirón transita la Luna natal. Allí la energía lunar conserva su calidad y puede contribuir al sistema. Cuando la Luna transita sobre Quirón natal, tiende a difuminar las cualidades integradoras que la energía de Quirón pretende crear. Cómo se manifieste depende de la intensidad con que la Luna actúe sobre Quirón natal y de la prominencia de Quirón en la carta. Véanse las explicaciones siguientes.

Tránsitos al Medio Cielo

Cada mes la Luna completa un ciclo alrededor de la carta. De ello surgen dos ciclos importantes además de los que la Luna describe respecto al Sol natal y a la Luna natal. Son el ciclo de la Luna en tránsito con el Medio Cielo y el ciclo de la Luna en tránsito con el Ascendente, que trataré en la sección siguiente.

Cuando la Luna transita en conjunción sobre el Medio Cielo natal, inicia un ciclo que atañe a dos áreas principales de la vida. La primera se refiere a la profesión; la segunda, a la dirección vital más amplia: no solo lo que hace para ganarse la vida, sino lo que hace para construirse una vida. Estos dos ámbitos pueden o no estar directamente conectados. Si su trabajo no está estrechamente ligado a su identidad y sentido de vocación, el ciclo relativo al Medio Cielo se refiere a lo que le da propósito, no a cómo paga las cuentas. En el Horóscopo Diario Premium llamaré vocación tanto a lo que usted hace para ganarse la vida como a lo que hace para construirse una vida, simplemente para mantener un lenguaje claro.

El papel de la Luna aquí es indicar la manera en que usted avanza en la carrera o en su orientación vital mediante hábitos rutinarios, cotidianos, que no requieren mucha reflexión. Aunque en general es deseable ser lo más consciente posible de lo que ocurre en la vida, es imposible estar consciente de todo. Por eso es necesario desarrollar hábitos constructivos y darse cuenta cuando algo no va del todo bien para “despertar” y actuar de forma consciente. Este ciclo Luna-Medio Cielo es de ese tipo.

Tránsitos al Ascendente

La Luna y el Ascendente influyen fuertemente en la expresión de la personalidad, el aspecto de usted que se muestra al mundo. Por eso, cualquier contacto entre la Luna en tránsito y el Ascendente probablemente sea un momento en el que usted proyecte más de su yo interior, sensible y emocional, a través de la personalidad. No hay nada malo en ello; es inevitable y ocurre más en ciertos momentos que en otros. Lo principal es ser consciente del efecto de las primeras experiencias vitales y del aprendizaje sobre los fundamentos inconscientes de la personalidad y sobre los patrones habituales con los que usted se relaciona con el mundo.

También es cierto que durante los contactos Luna-Ascendente puede atraer a personas que le devuelven el reflejo de lo que usted es por dentro. En la medida en que no se conozca, quizá no se dé cuenta de que lo que ve en los demás refleja algún aspecto suyo. Es importante comprender en estos momentos que, si atrae a alguien que parece innecesariamente difícil y provoca nuevo estrés, es posible que esté tratando, a través de esa persona, con una parte de usted que no ha aceptado. Por lo tanto, conózcase y ámese.

Tránsitos a los Nodos Lunares

La Luna y los Nodos Lunares están estrechamente relacionados. Los Nodos y los Bendings son funciones de la relación entre la órbita de la Luna y la órbita aparente del Sol alrededor de la Tierra. Cuando la Luna en tránsito pasa de estar por debajo del plano de la órbita del Sol, también llamado eclíptica, a situarse por encima, el punto exacto se llama Nodo Norte o Ascendente. El punto exactamente opuesto es el Nodo Descendente o Sur. El punto a 90° del Nodo Norte es el North Bending, donde la Luna alcanza su mayor distancia por encima, o al norte, de la eclíptica. El punto opuesto, a 90° del Nodo Sur, es el South Bending, donde la Luna alcanza su mayor distancia por debajo, o al sur, de la eclíptica. El ciclo mensual que mide el tiempo entre dos tránsitos sucesivos de la Luna en tránsito sobre el Nodo Norte en tránsito se llama mes dracónico. En el Horóscopo Diario Premium, sin embargo, tratamos el ciclo de la Luna en tránsito respecto al Nodo Norte natal, que por supuesto no cambia de posición.

La Luna se experimenta con mayor frecuencia como sentimientos y emociones humanas, partes de la mente de las que normalmente no somos plenamente conscientes. Más a menudo sentimos sus efectos que los reconocemos por lo que son. El ciclo nodal que implica el Nodo Norte natal y la Luna es un ciclo en el que, en cierto sentido, exhalamos e inhalamos en relación con el mundo exterior. En el Nodo Norte, la Luna en tránsito indica poner energía en el mundo, en las redes sociales que creamos con las personas que las componen. Tendemos a iniciar cuando la Luna se une al Nodo Norte natal; el tránsito de la Luna sobre el North Bending natal es un momento de máxima exteriorización de nuestras energías de red cada mes; las consecuencias de nuestro trabajo con esas redes comienzan a materializarse cuando la Luna transita el Nodo Sur natal; y, finalmente, asimilamos esas consecuencias en el tránsito de la Luna sobre el South Bending natal. Esto se describirá con más detalle en los pasajes correspondientes del Horóscopo Diario Premium.