Los tránsitos de los planetas

Efectos del tránsito de Mercurio

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Interior

Siempre que ocurra un tránsito importante de Mercurio, se le pedirá que use su mente, piense y se comunique más de lo habitual. Por suerte, las energías de Mercurio facilitan esta tarea. Si Mercurio está en malas condiciones al recorrer su carta, sus pensamientos y comunicaciones pueden volverse confusos en vez de claros. Si esto pasa, lo más prudente es disminuir la marcha y analizar todo con cuidado. Mercurio simboliza la velocidad, entre otras cosas, así que sea prudente al hablar o al tomar decisiones con demasiada rapidez. Algunos tránsitos de Mercurio también pueden sentirse como un estimulante, como si hubiera tomado demasiado té o café. Respire hondo y reduzca la velocidad.

Normalmente, los tránsitos de Mercurio le ayudan a pensar y decidir con mayor claridad. Puede considerar todos los asuntos y ver cómo encajan. Aunque en ocasiones le cueste expresarse, durante la mayoría de estos tránsitos podrá comunicarse de forma más nítida. Asimismo, puede sentir un deseo más fuerte de leer, escribir, disfrutar de espectáculos musicales o teatrales, o realizar cualquier actividad que estimule su mente.

De forma curiosa, los tránsitos de Mercurio también pueden mejorar su capacidad para contemplar o meditar. El único problema posible es que su mente corra demasiado y aparezca un diálogo interno muy ruidoso. Si eso ocurre, no luche contra ello, no lo resista y no trate de suprimirlo con esfuerzo. Limítese a observarlo. Vea lo que sucede con la mayor claridad posible y aprenda de la experiencia.

Exterior

En el plano externo, los tránsitos de Mercurio suelen coincidir con una mayor actividad y con más comunicación con otras personas. Aunque no lo desee, puede que asista a más reuniones y conferencias de lo habitual. También puede necesitar desplazarse mucho más durante estos tránsitos, hacer viajes en su automóvil, viajar al trabajo con más frecuencia o moverse de manera muy activa por la casa o la oficina para atender tareas y quehaceres. No se sorprenda si termina el día un poco más fatigado cuando Mercurio está activo.

En otro nivel, la mayoría de los tránsitos de Mercurio son favorables para estudiar y adquirir información nueva. Como ventaja adicional, también puede compartir lo que sabe con otras personas mediante clases, conferencias o presentaciones. Recuerde que las energías de Mercurio no determinan la calidad de la información; simplemente facilitan su transmisión. Depende de usted vigilar la calidad de lo que comunica y asegurarse de que intercambia datos útiles en lugar de limitarse a chismorrear con amistades (lo cual está bien siempre que no lo tome demasiado en serio y no cause daño).

Mercurio en el nivel personal

Mercurio actúa con la misma eficacia en los tres niveles: personal, interpersonal y trascendente. Está estrechamente ligado al pensamiento y a la comunicación, y le ayuda a lograr que otras personas comprendan quién es usted y cómo piensa. Expresarse de esta manera representa a Mercurio en el nivel personal. También es perfectamente apropiado, bajo los tránsitos de Mercurio, defender un punto de vista personal en una discusión o conflicto. El único requisito es que sea honesto y directo. Las energías de Mercurio pueden transmitir tanto la verdad como la falsedad; ese también es Mercurio en el plano personal. Depende exclusivamente de usted decidir lo que va a comunicar.

Las energías de Mercurio también favorecen el autoanálisis, otra manifestación de Mercurio en el nivel personal, pero presentan una limitación. La única persona que puede sentir de manera directa y completa a nivel no verbal y no racional es usted mismo, mientras que Mercurio se centra sobre todo en el intelecto racional. Si no permite que su comprensión de sí mismo surja tanto del nivel no racional como del racional, su autoimagen puede convertirse en una caricatura en vez de ser una comprensión genuina.

En el plano físico, las energías de Mercurio están muy relacionadas con el sistema nervioso. Aunque ciertos aspectos del sistema nervioso corresponden a Urano, la transmisión de información —la función fundamental del sistema nervioso— pertenece a Mercurio. La sobreestimulación de los nervios, o moverse más rápido de lo que puede manejar con comodidad, es poco probable que dañe directamente su sistema nervioso, pero este puede transmitir energías que tensionen otras partes del cuerpo. Por ello, las energías de Mercurio no suelen ser ideales para la relajación; debe asegurarse de que sirvan a su mente consciente y no la dominen. Las energías de Mercurio se relacionan intensamente con la conciencia, pero no son conciencia en sí mismas. La conciencia se alinea más con las energías del Sol.

Mercurio en el nivel interpersonal

Mercurio funciona con la misma eficacia en el plano interpersonal. Se relaciona con todas sus comunicaciones e intercambios con otras personas. Las energías de Mercurio pueden ser, y a menudo son, profundamente sociales. Aquí cobra importancia la imagen de Mercurio como “Herald​o Fiel”. A veces es necesario decir algo que no sea completamente cierto. De hecho, Mercurio puede estar muy ligado a la mentira aunque sus energías no sean, en sí mismas, deshonestas. Cuando un rey medieval entregaba un mensaje a su heraldo, no era responsabilidad del heraldo juzgar si el mensaje era verdadero o falso. El heraldo simplemente transmitía el mensaje con la mayor precisión posible. Las energías de Mercurio funcionan exactamente de este modo.

Mercurio en el nivel trascendente

Mercurio no suele considerarse un planeta trascendente. Sin embargo, en el mundo antiguo Mercurio, también conocido como Hermes, era un dios de la sabiduría y la ciencia. Las energías de Mercurio son perfectamente adecuadas en este nivel siempre que no eliminen las cualidades de corazón y alma de la comunicación.

Aunque Mercurio cumple su función más característica en el discurso racional, también puede elevarse hasta transmitir elementos importantes de lo no racional en la comunicación. La música y la poesía están gobernadas en parte por Mercurio. Si escucha la música de Bach, podrá percibirlo. Si lee la poesía de T. S. Eliot (o de cualquier otro gran poeta), también lo notará. Si estudia la sabiduría de los filósofos y esoteristas más espirituales, verá la energía de Mercurio en acción. Recuerde que el dios Mercurio no solo conducía las almas de los muertos al más allá, sino que también representa energías que conducen a la iluminación.